Diagnóstico
Es poco probable que las personas con este trastorno consideren que necesitan ayuda. Sin embargo, pueden buscar ayuda de su proveedor principal de atención médica debido a otros síntomas, como depresión, ansiedad o arrebatos de ira. También es posible que busquen tratamiento para resolver problemas con el alcohol o las drogas ilícitas.
Es posible que las personas con trastorno de la personalidad antisocial no proporcionen una descripción precisa de sus síntomas. Un factor clave en el diagnóstico es la forma en que la persona se relaciona con los demás. Con la autorización adecuada, la familia y los amigos pueden proporcionar información útil.
Después de un examen médico para descartar otras enfermedades, es posible que el proveedor de cuidados médicos haga una remisión a un proveedor de atención para la salud mental con experiencia en el diagnóstico y tratamiento del trastorno de la personalidad antisocial.
El diagnóstico del trastorno de la personalidad antisocial se basa normalmente en lo siguiente:
- Un examen de salud mental que incluye hablar sobre tus pensamientos, sentimientos, relaciones, patrones de comportamiento y antecedentes familiares
- Síntomas
- Antecedentes médicos y personales
Por lo general, el trastorno de la personalidad antisocial no se diagnostica antes de los 18 años. Sin embargo, puede haber algunos síntomas durante la infancia o preadolescencia.
La identificación temprana de este trastorno puede ayudar a mejorar los resultados a largo plazo.
Tratamiento
El trastorno de la personalidad antisocial es difícil de tratar, pero en algunas personas, el tratamiento y el seguimiento cercano a largo plazo pueden ayudar. Busca proveedores de cuidados médicos y de atención para la salud mental con experiencia en el tratamiento del trastorno de la personalidad antisocial.
El tratamiento depende de la situación de cada persona, su voluntad para participar en el tratamiento y la gravedad de los síntomas.
Terapia de conversación
La terapia de conversación, también llamada psicoterapia, a veces se utiliza para tratar el trastorno de personalidad antisocial. La terapia puede incluir, por ejemplo, manejo de la ira y la violencia, tratamiento para problemas con el alcohol o las drogas ilícitas, y tratamiento para otras enfermedades mentales.
Sin embargo, la terapia de conversación no siempre es eficaz, especialmente cuando los síntomas son graves y la persona no puede admitir que contribuye a la aparición de problemas graves.
Medicamentos
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) no ha aprobado medicamentos específicos para tratar el trastorno de personalidad antisocial. Los proveedores de atención médica pueden recetar medicamentos para afecciones que a veces ocurren junto con el trastorno de personalidad antisocial, como ansiedad o depresión, o para síntomas de agresión.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Habilidades para los miembros de la familia
Las personas con trastorno de la personalidad antisocial a menudo tienen mal comportamiento y provocan sufrimiento en otras personas, con muy poco remordimiento. Si tienes un ser querido con trastorno de la personalidad antisocial, es fundamental que también obtengas ayuda para ti.
Un proveedor de atención para la salud mental puede enseñarte habilidades para aprender a establecer límites y ayudarte a protegerte de la agresión, la violencia y la ira comunes en el trastorno de la personalidad antisocial. Además, el proveedor de atención médica puede recomendarte estrategias de afrontamiento.
Busca un proveedor de atención para la salud mental que tenga capacitación y experiencia en el control del trastorno de la personalidad antisocial. Pídele una remisión al proveedor de atención médica de tu ser querido. También podría recomendarte grupos de apoyo para familias y amigos afectados por el trastorno de la personalidad antisocial.
Preparación para la consulta
Si mediante un examen médico se descarta que la conducta se deba a causas físicas, el proveedor principal de atención médica puede remitirte a un proveedor de atención para la salud mental, como un psiquiatra o un psicólogo.
Si es posible, asiste a la cita médica con un familiar o un amigo. Si brindas la autorización, alguien que te conozca desde hace mucho tiempo puede responder preguntas o compartir información que no pensabas mencionar al proveedor de atención médica.
Qué puedes hacer
Antes de la cita, prepara una lista de lo siguiente:
- Cualquier síntoma que tú o tu familia hayan notado, y su duración.
- Información personal y médica clave, incluida información sobre afecciones actuales de salud física o mental, antecedentes personales o familiares de enfermedades mentales, experiencias traumáticas o factores estresantes importantes.
- Todos los medicamentos, plantas medicinales, vitaminas u otros suplementos que tomas, y también las dosis.
- Preguntas que deseas hacerle al proveedor de atención médica para aprovechar al máximo tu cita.
Estas son algunas preguntas básicas:
- ¿Cuál puede ser la causa de los síntomas?
- ¿Cuáles son otras causas posibles?
- ¿Qué tratamientos tienen más probabilidades de ser mejores en mi caso?
- ¿Cuánto puedo esperar a que mejoren los síntomas con el tratamiento?
- ¿Con qué frecuencia y por cuánto tiempo necesitaré tratamiento?
- ¿Existen medicamentos que puedan ayudar? Si es así, ¿cuáles son los posibles efectos secundarios?
- ¿Existe alguna opción genérica al medicamento que me recomienda?
- ¿Hay algún material impreso que pueda tener? ¿Qué sitios web me sugieres?
No dudes en hacer otras preguntas que tengas durante la cita médica.
Qué esperar del médico
Es probable que el proveedor de atención para la salud mental te haga preguntas, como las siguientes:
- ¿Qué síntomas tienes?
- ¿Cuándo notaron tú o tu familia por primera vez estos síntomas?
- ¿Cómo están afectando los síntomas a tu vida?
- ¿Han expresado tus familiares o amigos preocupación por tu conducta?
- ¿Tienes alguna relación cercana?
- Si no estás satisfecho con el trabajo, la escuela o las relaciones, ¿qué crees que está causando tus problemas?
- ¿Has pensado alguna vez en hacerte daño a ti mismo o a otros? ¿Lo has hecho alguna vez?
- Alguno de tus parientes consanguíneos, como tu padre, madre o hermanos, ¿ha recibido un diagnóstico o tratamiento por una enfermedad mental?
Prepárate para contestar preguntas, de modo que tengas tiempo de hablar sobre lo que es más importante para ti.