Andrew Badley, M.D., director del grupo de tareas de investigación de la COVID-19, Mayo Clinic: La seguridad de estas vacunas se ha estudiado minuciosamente. Hasta el momento, se han probado en acerca de 75.000 pacientes en total y la incidencia de efectos adversos es extremadamente baja.
Estas vacunas se crearon con urgencia, pero las partes urgentes del proceso estuvieron vinculadas con la documentación; es decir, las aprobaciones administrativas, el tiempo para obtener financiación, todos estos fueron procedimientos urgentes. Dado que hay enorme interés en estas vacunas, el tiempo que llevó la inscripción de pacientes fue increíblemente rápido. El seguimiento fue tan meticuloso como con cualquier otra vacuna y ahora tenemos meses de datos sobre pacientes que recibieron la vacuna o el placebo. Hemos comparado la incidencia de efectos secundarios entre pacientes que recibieron la vacuna y el placebo, y esta incidencia de efectos secundarios (sin incluir la reacción en el sitio de la inyección) no es diferente.
Los efectos secundarios de las vacunas son muy leves. Algunos de ellos son bastante comunes. Entre ellos se incluyen reacciones en el sitio de la inyección, fiebre, escalofríos, molestias y dolores. En un subconjunto minúsculo de pacientes (aquellos que han tenido reacciones alérgicas previas), algunos pacientes pueden experimentar una reacción alérgica a la vacuna. Creemos hoy que ese número es extremadamente bajo.
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