El Dr. Fonseca creció en la Ciudad de México y pensaba que algún día sería contador. "Me iba muy bien con las matemáticas", cuenta. "Siempre terminaba los exámenes rápido. Nunca me costó hacer las tareas, y me parecía que mi vida sería fácil en el futuro". Pero un día, a los 17 años, sufrió un accidente.
"Me caí de una lancha de esquí y me enredé en la cuerda", relata. Se hizo varios cortes en los brazos y las piernas, pero lograron estabilizarlo después de 12 horas de cirugía. No recuerda mucho de los primeros días de recuperación, salvo que estaba asombrado del trabajo de los médicos y el personal de enfermería. "Estaba muy agradecido", dice. "Pensé que quizás algún día podría estar de ese otro lado. Y así fue como decidí convertirme en médico".
Durante esa hospitalización, el Dr. Fonseca sintió una conexión con las personas encargadas de su cuidado. "Me prestaron toda su atención en ese momento. Esa experiencia fue increíblemente única para mí. Hasta el día de hoy, se infiltra en todo lo que hago en la clínica", afirma. Aunque el Dr. Fonseca dice que no cree del todo en el destino, comenta lo siguiente: "Recuerdo vívidamente que segundos antes del accidente pensé en que no debía estar ahí. Si hubiese seguido ese instinto, probablemente sería contador en alguna parte. Puede sonar raro, pero estoy agradecido por lo que me pasó ya que me convirtió en lo que soy ahora".
El Dr. Fonseca dice que le encanta lo que hace hoy en día y se enorgullece de haber contribuido a que Mayo Clinic de Arizona se convirtiera en uno de los centros más reconocidos del mundo en la investigación sobre el cáncer. "Cuando salí de Rochester para venir a Phoenix, pude iniciar aquí el programa para tratar el mieloma múltiple", señala. "Formé el laboratorio y conseguí las subvenciones para ponerlo en funcionamiento. Poco tiempo después, puede contratar a varios profesionales destacados. Recién estábamos empezando, pero ellos vieron hacia dónde nos dirigíamos. A la vez, fueron la inspiración para otras personas que participaban en las investigaciones. Pasamos de ser ese grupo pequeño a convertirnos en un centro oncológico integral reconocido en todo el país".
"Los médicos salimos al ruedo y tenemos que innovar todos los días".
El Centro Oncológico Integral de Mayo Clinic es un centro de primera categoría que dirige la investigación, la educación y la atención médica del paciente con un espíritu innovador como su esencia. "Les daré un ejemplo", dice el Dr. Fonseca. "Aquí tratamos a pacientes que tienen una afección llamada amiloidosis, que es una enfermedad poco frecuente por la cual una proteína se acumula en los órganos e interfiere en su funcionamiento normal. El tratamiento tradicional para esos pacientes es el trasplante de médula ósea. Una vez, tuvimos un paciente que no podía recibir el trasplante. En ese momento, las opciones eran el trasplante de médula ósea o nada".
"Así que decidimos probar con algo intermedio", explica. "Algo que usábamos para tratar el mieloma. No se había hecho ningún ensayo clínico, pero esta persona claramente necesitaba tratamiento. Finalmente, el tratamiento dio resultado. En consecuencia, se hicieron ensayos clínicos y ahora ese es el tratamiento estándar para la amiloidosis. En la medicina, hay retos como estos. A veces es difícil de explicar por las sutilezas del ejercicio profesional y porque tenemos que proteger los resultados de los pacientes. Los médicos salimos al ruedo y tenemos que innovar todos los días".
¿Qué espera el Dr. Fonseca para el futuro de Mayo Clinic? "Me encantaría que, en el futuro, otros médicos, otras instituciones académicas y el sector privado, incluidas empresas de biotecnología y fabricación, se interesaran en colaborar con Mayo Clinic", responde. "Y que lo vieran como una de las formas más rápidas, productivas y valiosas de avanzar sus productos de modo que terminen beneficiando a los pacientes. Quisiera que la gente pensara en Mayo Clinic como un colaborador hábil, creativo y tolerante de los riesgos que conlleva la innovación. Siempre con la misión central de avanzar la atención médica de los pacientes". ¿Cómo piensa lograr todo esto el Dr. Fonseca? "Puedo ser muy persuasivo", agrega con una sonrisa.
Como autor de más de 370 artículos médicos y a quien se ha citado más de 60 000 veces, una gran parte de su carrera profesional está dedicada a la investigación. "Tuve suerte de que algunas de las investigaciones en las que participé cambiaron de rumbo lo que hacemos para tratar el mieloma múltiple", dice. Para el Dr. Fonseca, los días favoritos de su agenda son aquellos en los que atiende en consulta a sus pacientes.
"Quisiera que la gente pensara en Mayo Clinic como un colaborador hábil, creativo y tolerante de los riesgos que conlleva la innovación".
"Cuando le explico a un paciente las opciones de tratamiento y cómo se lo puede personalizar para optimizar el resultado, siento una conexión y le encuentro más sentido a lo que hago".