Potty training (Entrenamiento para dejar el pañal): How to get the job done (Cómo lograrlo)
El entrenamiento para dejar el pañal es un acontecimiento muy importante. Infórmate sobre el momento adecuado, la técnica y cómo hacer frente a los accidentes.
Escrito por el personal de Mayo Clinic
El entrenamiento para dejar el pañal es un gran paso tanto para el niño como para el padre y la madre. ¿El secreto del éxito? Esperar el momento adecuado, tener paciencia y enseñarle.
El primer paso es preparar a tu hijo para el entrenamiento para dejar el pañal. Le enseñarás a tu hijo los conceptos básicos, como ir al baño y evacuar la orina y las heces. El segundo paso es enseñarle a utilizar la bacinica. Esto requiere mucha práctica, y es conveniente que seas amable y alientes a tu hijo durante todo el proceso.
Esto es lo que debes saber para empezar.
Cómo preparar a tu hijo para dejar el pañal
Puedes enseñar a tu hijo algunas nociones básicas para ir al baño meses antes de empezar el entrenamiento propiamente dicho. Estas lecciones ayudan a tu hijo a prepararse para aprender a ir al baño. La American Academy of Pediatrics (Academia Americana de Pediatría) recomienda seguir estos pasos.
Cuando tu hijo tenga 18 meses:
- Usa y explica palabras básicas relacionadas con ir al baño. Empieza a enseñarle palabras sencillas como “pipí”, “caca” y “baño”. Repite estas palabras con frecuencia. Puedes decirle que todas las personas hacen pipí y caca. También puedes explicar que el pipí y la caca son como la basura que produce el cuerpo. Pero no uses palabras como sucio ni asqueroso cuando hables de las heces.
- Indícale cuándo tiene que ir al baño. Algunos indicios de que tu hijo necesita orinar o defecar son pasearse, bailar, cruzar las piernas y tirarse de la ropa. Cuando veas alguno de estos indicios, dile lo que significa. Podrías decirle que la caca está lista para salir o que es hora de hacer pipí.
- Pídele que acuda a ti para cambiarle los pañales. Enséñale a avisarte cuando ensucie un pañal. Procura que los cambios de pañal también sean agradables. No muestres frustración ni enfado. Nunca le grites, lo regañes ni lo castigues por ensuciar el pañal u orinarse durante el cambio.
Cuando tu hijo tenga 21 meses:
- Explica para qué sirve el inodoro. ¿Puede tu hijo ir caminando hasta el inodoro y sentarse en él?
- Señala otros inodoros. Si pasan frente a los inodoros de la casa de un amigo o de una tienda, muéstraselos. Esto le ayuda a recordar lo que son.
Después de que entienda para qué sirve el inodoro:
- Enséñale qué es una bacinica. Dile a tu hijo que la bacinica es como un pequeño inodoro para niños.
- Prepara la bacinica. No es necesario que la pongas en el baño de inmediato. Al principio, ponla donde tu hijo pase más tiempo. Permítele que juegue con la bacinica durante unos días. Incluso podrías ponerle el nombre o la foto de tu hijo.
- Muestra ejemplos de cómo usar el inodoro. ¿Puede tu hijo ir caminando hasta el inodoro y sentarse en él?
- Enséñale a no sentarse en la bacinica con el pañal puesto. ¿Puede tu hijo ir caminando hasta el inodoro y sentarse en él?
- Usa juegos de roles. Pídele que juegue a enseñarle a un muñeco o peluche cómo dejar el pañal.
Si la mayoría de las respuestas son afirmativas, tu hijo podría estar listo. De lo contrario, es posible que quieras esperar, especialmente si tu hijo está a punto de enfrentarse a un cambio importante, como una mudanza o la llegada de un nuevo hermano.
Tu preparación también es importante. Deja que la motivación de tu hijo, en lugar de tu entusiasmo, dirija el proceso. Trata de no equiparar el éxito o la dificultad del entrenamiento para dejar el pañal con la inteligencia o la obstinación de tu hijo. Además, ten en cuenta que los accidentes son inevitables y que el castigo no tiene ningún papel en el proceso. Planifica el entrenamiento para aprender a ir al baño para cuando tú o la persona encargada del cuidado puedan dedicar el tiempo y la energía necesarios para ser constantes diariamente durante unos meses.
¿Está listo tu hijo?
El éxito del entrenamiento para dejar el pañal depende más de ciertos hitos que de la edad del niño. Estos hitos incluyen la forma en que tu hijo se mueve, actúa, habla y controla las ganas de orinar o defecar.
Ciertos indicios pueden ser útiles para saber si está preparado para empezar el entrenamiento para dejar el pañal. Pregúntate si tu hijo:
- Señala la necesidad de ir al baño, por ejemplo, dando saltitos o tirándose de los pantalones.
- Puede caminar hasta el baño y sentarse en la bacinica.
- Puede subirse y bajarse la ropa.
- Puede esperar dos o más horas antes de orinar.
- Defeca tres o menos veces al día.
- Acude a ti cuando hay que cambiar el pañal.
- Sabe que el inodoro y la bacinica se utilizan para evacuar la orina y las heces.
- Le gusta sentarse en la bacinica.
- Suele seguir sus indicaciones.
- Puede hacer preguntas con una sola palabra: ¿Aquí? ¿Dónde? ¿Ahora? ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo?
Si tu hijo hace la mayoría de estas cosas, es posible que esté preparado. Si en general has respondido que no, quizá te convenga esperar. Esperar es sensato, sobre todo si tu hijo está a punto de enfrentarse a un cambio importante. Por ejemplo, tu familia puede estar a punto de mudarse o preparándose para el nacimiento de otro hijo.
La preparación de los padres y las madres también es importante. Haz que la motivación y las capacidades de tu hijo determinen el ritmo, no tu impaciencia por ver resultados. No equipares el éxito del entrenamiento para dejar el pañal con la inteligencia de tu hijo ni los problemas para lograrlo con la terquedad.
Preparados, listos, ya.
Planifica el entrenamiento para dejar el pañal cuando tú o la persona encargada del cuidado puedan dedicar a esto la energía y el tiempo necesarios. Es ideal hacer el entrenamiento para dejar el pañal diariamente al menos por tres meses. Y recuerda que tu hijo mojará o ensuciará los pañales por accidente sobre la marcha. Mantén la calma cuando ocurran accidentes. No te enojes ni castigues a tu hijo.
Cuando sea el momento de comenzar el entrenamiento para dejar el pañal, haz prácticas en la bacinica.
Las prácticas consisten en llevar a tu hijo al baño y que se siente en la bacinica sin el pañal. Practica cuando tu hijo muestre signos de necesitar orinar o defecar. Tu hijo podría poner cierta cara, tocarse la zona genital o halar de sus pantalones. Caminar, ponerse en cuclillas, gruñir o bailar en su lugar también pueden ser indicios de su necesidad de usar la bacinica.
Ayuda a tu hijo a familiarizarse con estas señales. Por ejemplo, podrías decirle que sabes que eso significa que necesita usar la bacinica. Luego actúa rápidamente. Interrumpe lo que tu hijo está haciendo y llévalo al baño. Elogia a tu hijo por avisarte acerca de la necesidad de ir, en lugar de elogiar que orine o defeque. Mantén a tu hijo con ropa suelta y fácil de quitar.
También puedes programar descansos para ir al baño, si es necesario.
Si tu hijo no muestra signos de necesitar usar el baño, practica llevarlo cada dos horas. También programa prácticas temprano a la mañana y enseguida después de las siestas.
Haz que las pausas para ir al baño resulten cómodas. Limita el tiempo en la bacinica a cinco minutos. Permite que tu hijo se levante durante ese tiempo si lo desea. Aunque tu hijo simplemente se quede sentado sin orinar o defecar, elógialo por intentarlo. Evita apretar el botón del inodoro mientras tu hijo está sentado en la bacinica. Tu hijo podría asustarse.
Ten en cuenta que en el caso de los varones, a menudo es mejor dominar la micción sentados. Luego haz que hagan de pie después de completar el entrenamiento intestinal.
Después de un mes o dos de práctica, tu hijo puede empezar a usar el baño sin que se lo digas. Una vez que esto ocurre algunas veces, podrás hacer menos prácticas. Con el tiempo, solo lleva a tu hijo al baño cuando ignore una señal clara de que necesita usarlo.
Una vez que tu hijo ya no necesite practicar con regularidad, podrás explicarle la higiene y deshacerte de los pañales.
Explica la higiene
Enseña a las niñas a abrir las piernas y limpiarse cuidadosamente de adelante hacia atrás. Esto ayuda a prevenir la trasmisión de gérmenes del recto a la vagina o la vejiga. Asegúrate de que tu hija se lave las manos después.
Deshazte de los pañales
Después de un par de semanas de pausas exitosas para ir al baño y de permanecer seco durante el día, intenta dejar de lado los pañales. Puedes comenzar a vestir a tu hijo con pantalones de entrenamiento o pañal tipo ropa interior.
Una vez que tu hijo orine en la bacinica sin que le indiques a hacerlo durante un día completo, podrás cambiar a la ropa interior normal.
Cuando tu hijo use ropa interior, usa pañales o pañal tipo ropa interior solo durante la noche y en viajes largos lejos de casa. Deja que tu hijo elija la ropa interior para comprar.
Toma descansos y bríndale apoyo
Deja que tu hijo vuelva a usar pañales si no puede permanecer seco. Además, trata de alentarle a usar más la bacinica. Piensa en usar una pegatina o una tabla de estrellas junto con recompensas, como tiempo de juego o leer un libro juntos.
Cuando tu hijo domine el uso de la bacinica, puedes retirarla gradualmente. Por ejemplo, tu hijo podría usar el inodoro normal con un asiento para niños y un taburete.
Si tu hijo se resiste a usar la bacinica o tiene dificultades para aprender a usarla durante semanas, tómate un descanso. Lo más probable es que tu hijo no esté listo todavía. Presionar a tu hijo cuando no está listo puede conducir a una frustrante lucha de poder. Inténtalo de nuevo en unas semanas o meses. Mientras tanto, sigue hablando con tu hijo acerca de aprender a ir al baño. Puede ayudarte leer libros o mirar videos sobre ese tema.
Entrenamiento por la noche
El entrenamiento para las siestas y dormir por la noche suele tomar más tiempo. La mayoría de los niños pueden permanecer secos durante la noche entre los 5 y los 7 años. Mientras tanto, usa pantalones de entrenamiento desechables y fundas de colchón cuando tu hijo duerma.
Siempre ocurren accidentes
Para hacer frente a los accidentes, debes mantener la calma y estar preparado.
Ponle con calma un pañal seco o unos pantalones de aprendizaje. No te enfades, no avergüences a tu hijo y no le impongas castigos como obligarlo a llevar el pañal sucio. En lugar de eso, motívalo de manera amable y gentil.
Por ejemplo, podrías decirle que sabes que pronto se acostumbrará a ir al baño. Solo en contadas ocasiones, puedes decir con suavidad a tu hijo que no apruebas su comportamiento. Por ejemplo, podrías decirle que a los niños grandes no les gusta orinarse en los pantalones.
Procura que siempre haya ropa interior y prendas de vestir a mano, especialmente en la escuela o el centro de cuidado infantil.
Cuándo buscar asistencia
Habla con el profesional de atención médica de tu hijo si:
- Tiene más de 2 años y medio y no tiene interés en aprender a ir al baño.
- Tiene más de 3 años y no está entrenado para ir al baño durante el día.
- Se niega a sentarse en la bacinica o en el inodoro.
- Retiene las heces.
El profesional de atención médica de tu hijo puede aconsejarte qué hacer. También puede comprobar si la causa de los problemas de aprendizaje del niño es alguna enfermedad.
April 02, 2025
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