Descripción general
La enfermedad de los vasos pequeños es una afección en la cual las paredes de las arterias pequeñas del corazón no funcionan correctamente. Esto reduce el flujo de sangre rica en oxígeno al corazón, lo que provoca dolor de pecho (angina de pecho), falta de aire y otros signos y síntomas de enfermedad cardíaca.
Enfermedad de los vasos sanguíneos pequeños
A la enfermedad de los vasos pequeños también se la puede llamar de las siguientes maneras:
- Enfermedad microvascular coronaria
- Disfunción endotelial microvascular
La enfermedad de los vasos pequeños puede tratarse, pero quizás sea difícil de detectar. La afección suele diagnosticarse después de que un proveedor de atención médica encuentre poco o ningún estrechamiento en las arterias principales del corazón, a pesar de la presencia de síntomas de enfermedad cardíaca.
La enfermedad de los vasos pequeños es más común en mujeres y en personas con diabetes o hipertensión arterial.
Síntomas
Los signos y síntomas de la enfermedad de los vasos pequeños incluyen los siguientes:
- Dolor, opresión o molestias en el pecho (angina), que puede empeorar con la actividad o el estrés emocional
- Molestias en el brazo izquierdo, la mandíbula, el cuello, la espalda o el abdomen, junto con dolor en el pecho
- Falta de aire
- Cansancio y falta de energía
Si recibiste tratamiento para la enfermedad de las arterias coronarias con angioplastia y estents y los signos y síntomas persisten, es posible que tengas también la enfermedad de los vasos pequeños.
Cuándo consultar al médico
Busca atención médica de emergencia si tienes dolor de pecho y otros signos y síntomas como falta de aire, sudoración, náuseas, mareos o dolor que se propaga desde el pecho a uno o ambos brazos o al cuello.
Podría resultar difícil darse cuenta si algunos síntomas se deben a la enfermedad de los vasos sanguíneos pequeños, especialmente si no tienes dolor de pecho. Visita a tu proveedor de atención médica para determinar la causa de los síntomas.
Si sientes un dolor de pecho nuevo o sin causa aparente, o si sospechas que estás teniendo un ataque cardíaco, llama al 911 o a la asistencia médica de urgencia de inmediato.
Causas
En la enfermedad coronaria de vasos pequeños, las arterias pequeñas no se relajan (dilatan) como de costumbre. Como resultado, el corazón no recibe suficiente sangre rica en oxígeno.
Los expertos creen que las causas de la enfermedad de los vasos pequeños pueden ser las mismas que las de las enfermedades que afectan los vasos más grandes del corazón, como la hipertensión arterial, el colesterol alto, la obesidad y la diabetes.
Factores de riesgo
La enfermedad de los vasos pequeños es más común en las mujeres que en los hombres. Los factores de riesgo para la enfermedad de los vasos pequeños incluyen lo siguiente:
- Índice de masa corporal de 30 o más (obesidad)
- Diabetes
- Antecedentes familiares de la enfermedad, especialmente en las mujeres
- Presión arterial alta
- Estilo de vida inactivo
- Edad avanzada: mayores de 45 en los hombres y mayores de 55 en las mujeres
- Resistencia a la insulina
- Síndrome de ovario poliquístico
- Consumo de tabaco
- Niveles elevados de colesterol
- Alimentación poco saludable
Complicaciones
La enfermedad de los vasos pequeños puede dificultar el bombeo de sangre del corazón al resto del cuerpo. Una posible complicación de la enfermedad de los vasos pequeños es un ataque cardíaco.
Prevención
Entre las cosas que puedes hacer para reducir el riesgo de tener la enfermedad de los vasos pequeños, se incluyen las siguientes:
- No fumes ni consumas otros productos de tabaco. Si fumas o consumes tabaco, deja de hacerlo. Habla con tu proveedor de atención médica si tienes dificultad para dejarlo.
- Sigue una dieta saludable para el corazón. Elige una dieta rica en granos integrales, carne sin grasa, lácteos bajos en grasa y frutas y verduras. Limita el consumo de sal, azúcar, alcohol, grasas saturadas y grasas trans.
- Haz ejercicio con regularidad. Hacer ejercicio de forma regular ayuda a mejorar la función del músculo cardíaco y mantiene el flujo sanguíneo por las arterias. Intenta hacer al menos 150 minutos por semana de actividad aeróbica moderada, como caminar.
- Mantén un peso saludable. El exceso de peso sobrecarga al corazón y puede contribuir al aumento del colesterol y de la presión arterial, y a la aparición de la diabetes.
- Controla el colesterol. Consulta con tu proveedor de atención médica con qué frecuencia debes revisar tus niveles de colesterol. Si tienes niveles altos de colesterol malo (colesterol de lipoproteínas de baja densidad), es posible que tu proveedor de atención médica te indique cambios en la alimentación y medicamentos para ayudar a bajar los niveles de colesterol y proteger tu salud cardiovascular.
- Contrólate la presión arterial. Consulta con tu proveedor de atención médica con qué frecuencia debes medir tu presión arterial. Es posible que te recomiende mediciones más frecuentes si tienes presión arterial alta o un historial de enfermedad cardíaca.
- Controla la glucosa sanguínea. Colabora con tu proveedor de atención médica para determinar qué objetivos de glucosa sanguínea son adecuados para ti.
- Controla el estrés. Busca maneras de reducir el estrés emocional. Hacer más ejercicio, practicar la atención plena, escuchar música y conectarse con otras personas por medio de grupos de apoyo son algunas maneras de reducir el estrés.