La ovulación es la liberación de un óvulo de uno de los ovarios. Por lo general, ocurre a la mitad del ciclo menstrual, aunque el momento exacto puede variar.
Como preparación para la ovulación, el revestimiento del útero, o endometrio, se engrosa. La glándula hipófisis del cerebro estimula a uno de los ovarios para que libere un óvulo. La pared del folículo ovárico se rompe en la superficie del ovario. Se libera el óvulo.
Unas estructuras alargadas llamadas ‘fimbrias’ llevan el óvulo a la trompa de Falopio cercana. El óvulo se desplaza por la trompa de Falopio, impulsado en parte por contracciones de las paredes de la trompa. Una vez que se encuentra en la trompa de Falopio, el óvulo puede ser fecundado por un espermatozoide.
Si se fecunda el óvulo, el óvulo y el espermatozoide se unen y forman una entidad unicelular llamada cigoto. A medida que el cigoto baja por la trompa de Falopio hacia el útero, comienza a dividirse rápidamente y forma un grupo de células llamado blastocisto, que se parece a una frambuesa pequeña. Cuando el cigoto llega al útero, se implanta en el revestimiento del útero y comienza el embarazo.
Si el óvulo no se fecunda, el cuerpo simplemente lo reabsorbe, quizás incluso antes de llegar al útero. Aproximadamente dos semanas más tarde, el revestimiento del útero se desprende y se expulsa por la vagina. Esto se llama menstruación.