Diagnóstico
Un profesional de atención médica de la vista revisará tus antecedentes médicos y realizará un examen ocular exhaustivo. Existen varias pruebas para realizar, como las siguientes:
- Medición de la presión intraocular o tonometría.
- Comprobación del daño en los nervios ópticos mediante un examen con dilatación de pupilas y estudios por imágenes.
- Verificar las áreas donde haya pérdida de la visión con una prueba del campo visual.
- Medir el espesor de la córnea con un examen denominado paquimetría.
- Examinar el ángulo de supuración, lo que se denomina gonioscopía.
Tratamiento
El daño que ocasiona el glaucoma no se puede revertir. Sin embargo, con tratamiento y controles regulares se puede disminuir o prevenir la pérdida de la visión, en especial, si se detecta la enfermedad en la etapa inicial.
El tratamiento del glaucoma tiene el objetivo de reducir la presión intraocular. Las opciones de tratamiento incluyen colirios ojos de venta con receta médica, medicamentos orales, tratamiento con láser, cirugía o una combinación de métodos.
Gotas para los ojos
El tratamiento del glaucoma suele comenzar con gotas para los ojos de venta con receta médica. Algunas pueden disminuir la presión ocular, ya que mejoran el drenaje del líquido del ojo. Otras disminuyen la cantidad de líquido que produce el ojo. Según cuán baja deba estar la presión ocular, es posible que te receten más de una gota para los ojos.
Las gotas para los ojos de venta con receta médica que contienen medicamentos incluyen las siguientes:
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Prostaglandinas. Estas aumentan la salida del líquido del ojo, lo que ayuda a reducir la presión ocular. Los medicamentos de esta categoría incluyen latanoprost (Xalatan), travoprost (Travatan Z), tafluprost (Zioptan), bimatoprost (Lumigan) y latanoprostene bunod (Vyzulta).
Los posibles efectos secundarios incluyen enrojecimiento leve y escozor de los ojos, oscurecimiento del iris, oscurecimiento del pigmento de las pestañas o de la piel de los párpados y visión borrosa. Esta clase de medicamento se receta para usar una vez al día.
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Betabloqueadores. Reducen la producción de líquido en el ojo, lo que ayuda a disminuir la presión ocular. Los ejemplos incluyen timolol (Betimol, Istalol, Timoptic) y betaxolol (Betoptic S).
Algunos de los posibles efectos secundarios son dificultad para respirar, disminución de la frecuencia cardíaca, presión arterial baja, impotencia y fatiga. Esta clase de medicamento se puede recetar para usar una o dos veces al día, según la afección que tengas.
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Agonistas alfa adrenérgicos. Reducen la producción del líquido que fluye por todo el interior del ojo. También aumentan la salida de líquido del ojo. Los ejemplos incluyen apraclonidina (Iopidine) y brimonidina (Alphagan P, Qoliana).
Los posibles efectos secundarios comprenden frecuencia cardíaca irregular, presión arterial alta, fatiga, ojos rojos, irritados o inflamados, y boca seca. Esta clase de medicamentos generalmente se receta para administración dos veces al día, pero a veces se puede recetar para tres veces al día.
- Inhibidores de la anhidrasa carbónica. Estos medicamentos reducen la producción de líquido en el ojo. Los ejemplos incluyen dorzolamida y brinzolamida (Azopt). Los posibles efectos secundarios incluyen un sabor metálico, necesidad de micción frecuente y hormigueo en los dedos de las manos y de los pies. Esta clase de medicamentos generalmente se receta para administración dos veces al día, pero a veces se puede recetar para tres veces al día.
- Inhibidor de la rho quinasa. Este medicamento reduce la presión ocular al suprimir las enzimas rho quinasas que generan el aumento de líquidos. Están disponibles como netarsudil (Rhopressa) y se indican para usar una vez al día. Los posibles efectos secundarios incluyen enrojecimiento y molestia en los ojos.
- Agentes mióticos o colinérgicos. Aumentan la salida de líquido del ojo. Un ejemplo es la pilocarpina (Isopto Carpine). Los efectos secundarios incluyen dolor de cabeza, dolor de ojos, pupilas más pequeñas, posible visión borrosa o tenue, y miopía. Esta clase de medicamentos generalmente se indican para usarse hasta cuatro veces al día. Debido a los posibles efectos secundarios y la necesidad frecuente de consumirlos a diario, estos medicamentos ya no se recetan habitualmente.
Debido a que el torrente sanguíneo absorbe parte del medicamento que contienen las gotas para los ojos, es posible que presentes algunos efectos secundarios no relacionados con los ojos. Para minimizar esta absorción, cierra los ojos durante 1 o 2 minutos después de ponerte las gotas. También puedes presionar ligeramente la esquina de los ojos, cerca de la nariz, para cerrar el conducto lagrimal por 1 o 2 minutos. Quita del párpado las gotas no usadas.
Es posible que te receten varias gotas para los ojos o que necesites usar lágrimas artificiales. Asegúrate de esperar a que pasen al menos cinco minutos entre la aplicación de gotas distintas.
Medicamentos orales
Los colirios por sí solos quizás no reduzcan la presión ocular hasta el nivel deseado. Por eso un oftalmólogo puede recetar también medicamentos orales. Este medicamento normalmente es un inhibidor de la anhidrasa carbónica. Sus efectos secundarios posibles comprenden micción frecuente, hormigueo en los dedos de las manos y de los pies, depresión, malestar estomacal y cálculos renales.
Cirugía y otros tratamientos.
Otras opciones de tratamiento pueden ser la terapia con láser y la cirugía. Las siguientes técnicas pueden ayudar a extraer el líquido del ojo y a disminuir la presión ocular:
- Terapia con láser. La trabeculoplastia con láser es una opción si no toleras las gotas para los ojos. También se la puede realizar cuando los medicamentos no hacen más lento el avance de la enfermedad. El oftalmólogo también puede recomendar cirugía láser antes de usar gotas para los ojos. Se hace en el consultorio del oftalmólogo. El oftalmólogo usa un láser pequeño para mejorar el drenaje del tejido ubicado en el ángulo en el que se unen el iris y la córnea. Es posible que pasen unas semanas antes de que se pueda notar el efecto total de este procedimiento.
- Cirugía de filtración. Este es un procedimiento quirúrgico denominado trabeculectomía. El oftalmólogo realiza una abertura en la parte blanca del ojo (esclerótica). La cirugía crea otro espacio para que el líquido salga del ojo.
- Conductos de drenaje. En este procedimiento, el cirujano oftálmico inserta en el ojo un pequeño conducto para drenar el exceso de líquido y reducir la presión ocular.
- Cirugía de invasión mínima para el glaucoma. Es posible que el oftalmólogo te recomiende una cirugía de invasión mínima para el glaucoma a fin de reducir la presión ocular. Este procedimiento, por lo general, exige menos cuidados en el período postoperatorio inmediato y tiene menos riesgos que la trabeculectomía o que un dispositivo de drenaje. El procedimiento de invasión mínima para el glaucoma suele combinarse con la cirugía de cataratas. Existen varias técnicas para la cirugía de invasión mínima para el glaucoma.
Después de la cirugía, tendrás que ver al oftalmólogo para hacerte los exámenes de seguimiento. Y existe la posibilidad de que tengan que realizarte otros procedimientos si la presión ocular comienza a aumentar o si aparecen otros cambios en el ojo.
Tratamiento para el glaucoma de ángulo cerrado agudo
El glaucoma de ángulo cerrado agudo constituye una emergencia médica. Si te diagnostican esta afección, necesitarás un tratamiento de urgencia para reducir la presión ocular. Por lo general, se necesitan tratamientos con medicamentos y procedimientos quirúrgicos o con láser.
Es posible que tengas que someterte a un procedimiento llamado iridotomía periférica láser. El médico realiza un pequeño orificio en el iris con un láser. El orificio permite que el líquido fluya por el iris. Además, ayuda a abrir el ángulo de drenaje del ojo y alivia la presión ocular.
Estudios clínicos
Explora los estudios de Mayo Clinic que ensayan nuevos tratamientos, intervenciones y pruebas para prevenir, detectar, tratar o controlar esta afección.
Estilo de vida y remedios caseros
Estos consejos pueden ayudar a controlar la presión ocular alta o mejorar la salud ocular.
- Sigue una alimentación saludable. Seguir una dieta saludable puede ayudarte a cuidar la salud, pero no evitará que empeore el glaucoma. Varias vitaminas y nutrientes son importantes para la salud ocular, como el zinc, el cobre, el selenio y las vitaminas antioxidantes C, E y A.
- Haz ejercicio de manera segura. El ejercicio regular puede reducir la presión ocular. Habla con el profesional de atención médica sobre un programa de ejercicios adecuado.
- Reduce el consumo de cafeína. El consumo de bebidas con grandes cantidades de cafeína puede aumentar la presión ocular.
- Bebe líquidos de a sorbos con cuidado. Bebe cantidades moderadas de líquidos. Beber un cuarto de galón (casi un litro) o más de un líquido en un breve período puede aumentar temporalmente la presión ocular.
- Usa los medicamentos recetados. La aplicación en los ojos de gotas u otros medicamentos recetados puede ayudarte a alcanzar los mejores resultados con el tratamiento. Asegúrate de usar las gotas para los ojos exactamente tal como se te indicó en la receta médica. De lo contrario, los daños en el nervio óptico podrían empeorar.
Medicina alternativa
Algunos enfoques de medicina alternativa pueden ser beneficiosos para la salud en general, pero ninguno es un remedio eficaz para el glaucoma. Habla con un oftalmólogo sobre los posibles beneficios y riesgos.
- Plantas medicinales. Diversas plantas aromáticas, como el extracto de arándano, se presentan como remedios para tratar el glaucoma. Pero se requieren más estudios para demostrar su eficacia. No uses plantas aromáticas para reemplazar las terapias comprobadas.
- Técnicas de relajación. El estrés puede desencadenar un ataque agudo de glaucoma de ángulo cerrado. Busca maneras saludables de lidiar con el estrés. La meditación y otras técnicas pueden ayudarte.
- Marihuana. Las investigaciones demostraron que la marihuana disminuye la presión ocular en el caso de las personas que padecen glaucoma, pero solo durante 3 o 4 horas. Hay otros tratamientos estándares que son más eficaces. La American Academy of Ophthalmology (Academia Estadounidense de Oftalmología) no recomienda la marihuana para tratar el glaucoma.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Si te diagnostican glaucoma, posiblemente deberás recibir tratamiento de por vida, someterte a revisiones médicas regulares y enfrentes la posibilidad de perder progresivamente la vista.
Reunirte y hablar con otras personas que también tienen glaucoma puede resultar muy útil y existen muchos grupos de apoyo. Pregunta en los hospitales y centros de atención oftalmológica de tu zona si hay grupos locales y los horarios de las reuniones. Busca recursos en línea, incluidos grupos de apoyo.
Preparación para la consulta
Es posible que primero consultes con el profesional de atención primaria. O bien, es posible que te remitan de inmediato a un especialista en ojos, también denominado oftalmólogo.
A continuación, encontrarás información que te ayudará a preparar para la cita médica.
Lo que puedes hacer
Cuando programes la cita, pregunta si hay algo que debas hacer con anticipación, como ayunar antes de una prueba determinada. Prepara una lista de lo siguiente:
- Los síntomas, aun aquellos que no parezcan relacionados con el motivo de la cita médica.
- Información personal crucial, como momentos de gran estrés, cambios recientes en la vida y antecedentes médicos familiares.
- Todos los medicamentos, vitaminas y otros suplementos que tomes, incluidas las dosis.
- Preguntas que debes hacerle a tu oftalmólogo.
Si es posible, pide a un familiar o a un amigo que te acompañe para que te ayude a recordar la información que recibas.
En el caso del glaucoma, algunas preguntas básicas que conviene hacer son las siguientes:
- ¿Qué es lo que probablemente cause mis síntomas?
- Además de la causa más probable, ¿cuáles son otras causas posibles de mis síntomas?
- ¿Qué pruebas deben hacerme?
- ¿Es probable que mi afección sea temporal o de por vida?
- ¿Cuál es el mejor plan de acción?
- ¿Cuáles son las alternativas al enfoque primario que me indica?
- Tengo estas otras enfermedades. ¿Cuál es la mejor manera de controlarlas en conjunto?
- ¿Hay alguna restricción que deba cumplir?
- ¿Qué otras medidas de autocuidado me podrían ayudar?
- ¿Cuál es el pronóstico a largo plazo en mi caso?
- ¿Debería acudir a un especialista?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer otras preguntas.
Qué esperar de tu médico
Es probable que el médico te haga varias preguntas, como las siguientes:
- ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
- ¿Los síntomas fueron continuos u ocasionales?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca empeorar los síntomas?
Qué puedes hacer mientras tanto
Evita todo lo que parezca empeorar los síntomas.