Diagnóstico
El profesional de atención médica te hará preguntas sobre los síntomas, dieta y antecedentes médicos. El examen médico detallado consistirá en lo siguiente:
- Examen del ano y el recto. El profesional de atención médica observará y examinará el área alrededor del ano para buscar reflejos de los músculos anales y buscar signos de tejidos irregulares. El examen con un dedo enguantado e insertado en el ano puede detectar problemas en los músculos o en otros tejidos del recto. También se puede detectar la presencia de heces grandes y duras.
- Examen neurológico. Este examen permite evaluar la salud general del sistema nervioso, como la sensibilidad, los reflejos, la coordinación y el equilibrio.
Pruebas de la funcionalidad rectal y anal
Estas son las pruebas para determinar si puede evacuar bien las heces:
- Manometría anorrectal. Se introduce un dispositivo estrecho y flexible en el ano y el recto. La prueba proporciona información sobre el funcionamiento de los músculos y los nervios del ano y el recto. También sirve para medir cuánto se puede expandir el recto.
- Prueba de expulsión del globo. Se introduce un pequeño globo en el recto y se llena con agua. Luego, se te pedirá que vayas al baño para expulsarlo. Esta prueba muestra cómo puede expulsar las heces del recto.
Estudios por imágenes
Las pruebas para visualizar el recto y el colon incluyen las siguientes:
- Endoscopia. Se usa una sonda flexible con una cámara para examinar el recto y el colon. Se pueden utilizar variaciones de este examen para ver solo el recto, la parte inferior del colon o todo el colon. Una endoscopia puede mostrar signos de inflamación, cáncer u otros tejidos irregulares.
- Ecografía endoscópica. Este dispositivo combina imágenes de endoscopia y ecografía para examinar los tejidos del recto y el colon.
- Defecografía. Esta prueba puede realizarse con imágenes de rayos X o por resonancia magnética. La prueba se realiza con un equipo especial que permite tomar imágenes mientras pasan las heces. Esto proporciona información acerca de la condición física y la funcionalidad del recto y el ano.
- Resonancia magnética anorrectal. Una imagen por resonancia magnética también proporciona información acerca de la afección de los músculos del ano y del recto.
Tratamiento
Los objetivos de la terapia son controlar las afecciones que causan o empeoran la incontinencia fecal y mejorar la funcionalidad del recto y el ano.
Cambios en la dieta y en el estilo de vida
El primer paso es hacer cambios en la dieta y los hábitos de estilo de vida. Estos pueden incluir los siguientes:
Agregar más alimentos ricos en fibra progresivamente, tales como:
- Verduras y la mayoría de las frutas.
- Alimentos integrales.
- Porotos u otras legumbres.
Evitar los alimentos que puedan causar diarrea. Estos incluyen lo siguiente:
- Bebidas con cafeína, alcohol u edulcorantes artificiales.
- Alimentos grasos y productos lácteos.
- Alimentos con fructosa agregada o con alto contenido natural de fructosa como manzanas, duraznos y peras.
- Comidas picantes.
Haciendo otros cambios saludables en la conducta como:
- Hacer ejercicios de forma regular.
- Beber mucha agua.
- Reducir o controlar el peso.
- Dejar de fumar.
Medicamentos
El profesional de atención médica puede recomendarte medicamentos o suplementos para tratar afecciones relacionadas con la incontinencia fecal. Estos incluyen lo siguiente:
- Medicamentos antidiarreicos como la loperamida (Imodium A-D), el difenoxilato y la atropina (Lomotil), y el subsalicilato de bismuto (Pepto-Bismol, Kaopectate, otros).
- Suplementos de fibra como la metilcelulosa (Citrucel) y el psilio (Metamucil, Konsyl, otros), si la incontinencia se debe al estreñimiento crónico.
- Laxantes que ayudan con la evacuación de heces incluyen el hidróxido de magnesio (Leche de Magnesia Phillips, Dulcolax líquido, otros), el polietilenglicol (Miralax) y el bisacodilo (Correctol, Dulcolax laxante, otros).
Ejercicios y entrenamiento
Los ejercicios fortalecen los músculos del ano, el recto y el suelo pélvico. Estos ejercicios pueden mejorar el control sobre la evacuación de las heces. Estas son algunas opciones:
- Ejercicios de Kegel. Estos ejercicios fortalecen los músculos del ano y el suelo pélvico. Contrae los músculos que usas para detener la expulsión de gases o de orina. Mantén la contracción durante tres segundos y después relaja otros tres segundos. Repite este ejercicio de 10 a 15 veces. A medida que tus músculos se fortalecen, mantén la contracción por más tiempo. Progresivamente, practica hasta llegar a tres series de 10 a 15 contracciones por día.
- Capacitación en biorretroalimentación. Los fisioterapeutas especialmente capacitados proporcionan ejercicios e información. Los dispositivos de vigilancia proporcionan información que puedes ver o escuchar para ayudarte a comprender las sensaciones y la actividad muscular necesaria para controlar la evacuación de las heces. La capacitación en biorretroalimentación puede ayudarte con lo siguiente:
- Fortalecer los músculos del ano y el suelo pélvico.
- Notar cuándo se está preparado para la evacuación de las heces.
- Contraer los músculos cuando necesites retrasar la evacuación de las heces.
- Entrenamiento de los intestinos. El médico puede recomendarte evacuar las heces a una hora específica del día, por ejemplo, después de una comida. Seguir un cronograma para usar el baño puede ayudarte a obtener un mayor control.
Otros tratamientos
Estimulador del nervio sacro
Estimulador del nervio sacro
Durante la estimulación del nervio sacro, un dispositivo implantado quirúrgicamente envía impulsos eléctricos a los nervios que regulan la actividad de la vejiga (nervios sacros). La unidad se coloca debajo de la piel de la parte baja de la espalda, cerca de donde se encuentra el bolsillo trasero de los pantalones. En esta imagen, el dispositivo se muestra fuera de lugar para facilitar la visualización de la unidad.
Pueden utilizarse otros tratamientos cuando los tratamientos conservadores no funcionan. Estos incluyen lo siguiente:
- Sustancias para formar volumen. Las inyecciones de sustancias para formar volumen no absorbibles pueden engrosar las paredes del ano. Esto ayuda a evitar fugas.
- Estimulación del nervio sacro. Los nervios sacros van desde la médula espinal hasta los músculos de la pelvis. Regulan la sensación y la fuerza de los músculos del esfínter anal y rectal. La implantación de un dispositivo que envía pequeños impulsos eléctricos a los nervios puede mejorar el funcionamiento de estos músculos.
- Dispositivos insertados. Un tapón anal es un dispositivo desechable que se usa para bloquear la fuga de materia fecal. Un inserto vaginal es un globo inflable que pone presión en la parte inferior del recto para evitar las fugas.
Cirugía
La cirugía puede ser necesaria para corregir un problema subyacente, como el prolapso rectal, que causa incontinencia fecal. La cirugía también se utiliza cuando otros tratamientos no funcionan. Estas son algunas de las opciones:
- Cirugía para problemas subyacentes. Las cirugías pueden reparar los tejidos que causan o contribuyen a la incontinencia fecal. Por ejemplo, el prolapso rectal, un rectocele o hemorroides. Estas cirugías pueden ser necesarias para que funcionen los tratamientos relacionados con el estilo de vida y los medicamentos.
- Esfinteroplastia. Este procedimiento repara un esfínter anal dañado o debilitado al dar a luz. Los médicos identifican una zona de músculo lesionada y quitan los bordes del tejido circundante. Luego, juntan los bordes del músculo y los cosen de forma superpuesta, lo que ayuda a fortalecer el músculo y tensar el esfínter. El procedimiento no siempre funciona, y los beneficios disminuyen con el tiempo.
- Colostomía, también conocida como desviación del intestino. Esta cirugía desvía las heces a través de una abertura en el abdomen. Los médicos adhieren una bolsa especial a esta abertura para recoger las heces. Se recurre a una colostomía cuando otros tratamientos no tuvieron éxito.
Estilo de vida y remedios caseros
Registros
Llevar un registro durante unas semanas puede ayudarte a controlar los síntomas y a comunicarte con el profesional de atención médica. Considera lo siguiente:
- Registro de la alimentación. Anota lo que consumes en las comidas, los refrigerios y las bebidas. Quizás descubras un patrón entre ciertos alimentos y la incontinencia fecal. Una vez que hayas identificado los alimentos que te ocasionan problemas, deja de comerlos y comprueba si la incontinencia mejora.
- Registro de las heces. Anota cuándo defecas y cuándo tienes incontinencia. Además, anota cómo son las heces. El profesional de atención médica puede proporcionarte una tabla con imágenes para ayudarte a describir las heces.
Cuidado de la piel
Puedes evitar sentir más molestias por la incontinencia fecal al mantener la piel que se encuentra alrededor del ano lo más limpia y seca posible. Para aliviar las molestias anales y eliminar el olor relacionado con la incontinencia fecal:
- Utiliza toallitas sin perfume. Después de defecar, utiliza toallitas sin perfume ni alcohol en lugar de papel higiénico seco.
- Lávate con agua. Lava suavemente la zona alrededor del ano con agua y jabón sin perfume después de defecar o de un episodio de incontinencia. Tomar una ducha o un baño de inmersión también puede ayudar.
- Sécate bien. Si es posible, deja que la zona se seque al aire. Si no tienes tiempo, puedes secarla con papel higiénico o un paño limpio mediante toques suaves.
- Aplícate una crema o polvos. Las cremas humectantes protectoras evitan el contacto directo de la piel irritada con las heces. Asegúrate de que la zona esté limpia y seca antes de aplicar la crema. El talco no medicinal o la maicena también pueden ayudar a aliviar la molestia anal.
- Usa ropa interior de algodón y prendas holgadas. La ropa apretada puede restringir el flujo de aire y empeorar los problemas de la piel. Cambia rápidamente la ropa interior sucia.
Cuando los tratamientos no puedan eliminar la incontinencia por completo, productos como toallitas absorbentes y la ropa interior desechable pueden ayudarte a controlar el problema. Si usas toallitas o pañales para adultos, asegúrate de que tengan una capa absorbente en la parte superior. Esto ayuda a mantener la piel sin humedad.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
En algunas personas, incluidos los niños, la incontinencia fecal es un problema relativamente menor. Por lo general, se limita a manchar ocasionalmente la ropa interior. Para otros, la afección puede ser más difícil y continua.
Si tienes incontinencia fecal
Es posible que seas reacio a salir de tu casa por miedo a no llegar a un baño a tiempo. Prueba estos consejos prácticos:
- Ve al baño inmediatamente antes de salir.
- Si crees que vas a tener incontinencia, usa una compresa o ropa interior desechable.
- Lleva suministros para higienizarte y una muda de ropa.
- Averigua dónde se encuentran los baños antes de tener que ir a ellos. De esta manera, podrás llegar rápidamente.
- Toma pastillas de venta libre para disminuir el olor de las heces y los gases. Estas se conocen como desodorantes fecales.
Debido a que la incontinencia fecal puede resultar preocupante, es importante tomar medidas para lidiar con este problema. El tratamiento puede ayudar a mejorar la calidad de vida y aumentar la autoestima.
Preparación para la consulta
Es posible que primero consultes con el profesional de atención primaria. Es posible que después te remitan a un profesional de atención médica llamado gastroenterólogo que se especializa en el tratamiento de las afecciones digestivas.
A continuación, encontrarás información que te ayudará a preparar para la cita médica.
Qué puedes hacer
Cuando programes la cita, pregunta si hay algo que debas hacer con anticipación, como ayunar antes de una prueba determinada. Prepara una lista de lo siguiente:
- Los síntomas, aun aquellos que no parezcan relacionados con el motivo de la cita médica.
- Información personal crucial, como momentos de gran estrés, cambios recientes en la vida y antecedentes médicos familiares.
- Todos los medicamentos, vitaminas y otros suplementos que tomes, incluidas las dosis.
- Pídele a un familiar o amigo que te acompañe, si es posible, para que te recuerde la información que recibas.
- Prepara una lista de preguntas para hacer durante la cita.
Con respecto a la incontinencia fecal, estas son algunas preguntas básicas que puedes hacer:
- ¿Qué es lo que probablemente cause mis síntomas?
- Además de la causa más probable, ¿cuáles son otras causas posibles de mis síntomas?
- ¿Qué pruebas deben hacerme?
- ¿Es probable que mi afección sea temporal o crónica?
- ¿Cuál es el mejor plan de acción?
- ¿Cuáles son las alternativas al enfoque primario que sugiere?
- Tengo otras enfermedades. ¿El tratamiento de la incontinencia fecal complicará la atención médica de mis otras afecciones?
- ¿Hay alguna restricción que deba seguir?
- ¿Debería acudir a un especialista?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
Qué esperar del médico
Es posible que el profesional de atención médica te haga varias preguntas, como las siguientes:
- ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
- ¿Los síntomas han sido persistentes o intermitentes?
- ¿Cuál es la intensidad de los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca empeorar los síntomas?
- ¿Evitas hacer alguna actividad debido a los síntomas?
- ¿Tienes otras afecciones, como diabetes, esclerosis múltiple o estreñimiento frecuente?
- ¿Tienes diarrea?
- ¿Te han diagnosticado alguna vez un trastorno del colon?
- ¿Recibiste alguna vez radioterapia en la zona pélvica?
- Al dar a luz, ¿se usaron fórceps o te hicieron una episiotomía?
- ¿Tienes también incontinencia urinaria?
Qué puedes hacer mientras tanto
No comas alimentos ni hagas actividades que empeoren los síntomas. Esto puede incluir evitar la cafeína, los alimentos grasos, los lácteos, las comidas picantes o todo aquello que empeore la incontinencia.
Nov. 27, 2024