Descripción general
Una biopsia de hígado es un procedimiento para extraer una pequeña muestra de tejido hepático, de tal manera que se pueda examinar en un microscopio en busca de signos de lesión o de enfermedad. El proveedor de atención médica puede recomendar una biopsia de hígado si los análisis de sangre o los estudios por imágenes indican que tal vez tengas un problema hepático. La biopsia de hígado también se utiliza para determinar el estado de la enfermedad hepática de una persona. Esta información ayuda a guiar las decisiones del tratamiento.
El tipo más común de biopsia de hígado se denomina biopsia de hígado percutánea. Incluye la inserción de una aguja delgada a través del vientre que llega hasta el hígado para extraer una pequeña muestra de tejido. Otro tipo de biopsia de hígado consiste en utilizar una vena del cuello. Este tipo se denomina biopsia transyugular. Otro tipo de biopsia consiste en introducir instrumentos a través de una pequeña incisión abdominal. Es el llamado método laparoscópico.
Por qué se realiza
Una biopsia de hígado puede hacerse para lo siguiente:
- Diagnosticar un problema hepático que no se pueda identificar de otra manera, como a través de un examen, análisis de sangre o estudios por imágenes de un proveedor de atención médica.
- Obtener una muestra de tejido de una irregularidad hallada mediante un estudio por imágenes.
- Determinar la gravedad de la enfermedad hepática, un proceso llamado estadiaje.
- Ayudar a elaborar planes de tratamiento en función del estado del hígado.
- Determinar cuán bien funciona el tratamiento para la enfermedad hepática.
- Vigilar el hígado después de un trasplante hepático.
Tu proveedor de atención médica podría recomendarte una biopsia si presentas lo siguiente:
- Resultados inusuales de la prueba hepática que no se puedan explicar.
- Un tumor u otras anomalías en el hígado que se vean en las pruebas por imágenes.
Una biopsia de hígado se suele llevar a cabo para ayudar a diagnosticar y estadificar determinadas enfermedades hepáticas, que incluyen las siguientes:
- Enfermedad del hígado graso no alcohólico.
- Hepatitis crónica B o C.
- Hepatitis autoinmune.
- Cirrosis del hígado.
- Colangitis biliar primaria.
- Colangitis esclerosante primaria.
- Hemocromatosis.
- Enfermedad de Wilson.
Riesgos
La biopsia de hígado es un procedimiento seguro cuando la hace un proveedor de atención médica experimentado. Algunos de los posibles riesgos son los siguientes:
- Dolor. El dolor en el lugar de la biopsia es la complicación más frecuente después de una biopsia de hígado. En general se trata de una molestia leve. Pueden darte analgésicos, como acetaminofén (Tylenol, u otros), para ayudar a controlar el dolor. A veces, pueden recetarte un analgésico opioide, como acetaminofén con codeína.
- Sangrado. Puede producirse un sangrado después de una biopsia de hígado, pero no es una complicación frecuente. Si el sangrado es excesivo, quizás sea necesario internarte para hacerte una transfusión de sangre o una cirugía para detener el sangrado.
- Infección. En raras ocasiones, pueden entrar bacterias a la cavidad abdominal o al torrente sanguíneo.
- Lesión accidental a un órgano cercano. En raros casos, la aguja puede pinchar otro órgano interno, como la vesícula o un pulmón, durante la biopsia de hígado.
Cuando el procedimiento es transyugular, se inserta una vía delgada por una vena grande del cuello y se la baja hasta la vena que pasa por el hígado. Si te hacen una biopsia de hígado transyugular, otros riesgos poco comunes incluyen los siguientes:
- Acumulación de sangre en el cuello. Es posible que se acumule sangre alrededor del lugar donde se insertó el catéter, lo que puede causar dolor e hinchazón. La acumulación de sangre se llama hematoma.
- Problemas temporales con los nervios faciales. En raras ocasiones, el procedimiento transyugular puede lesionar los nervios y afectar la cara y los ojos, lo que ocasiona problemas a corto plazo, como caída del párpado.
- Problemas temporales en la voz. Puedes quedar ronco, tener la voz débil o perder la voz por un tiempo breve.
- Perforación del pulmón. Si la aguja pincha el pulmón por accidente, puede provocar un colapso pulmonar, lo que se denomina neumotórax.
Cómo prepararse
Antes de la biopsia de hígado, te reunirás con el proveedor de atención médica para hablar acerca de lo que sucederá durante la biopsia. Esta es una buena oportunidad para hacer preguntas acerca del procedimiento y asegurarte de que comprendes los riesgos y los beneficios.
Alimentos y medicamentos
Cuando te reúnas con el proveedor de atención médica, lleva una lista de los medicamentos que tomas, incluidos los medicamentos de venta libre, las vitaminas y los suplementos a base de hierbas. Antes de la biopsia de hígado, probablemente te pidan que suspendas los medicamentos y los suplementos que puedan aumentar el riesgo de sangrado, estos incluyen los siguientes:
- Aspirina, ibuprofeno (Advil, Motrin IB y otros) y otros analgésicos específicos.
- Medicamentos anticoagulantes, como warfarina.
- Determinados suplementos alimentarios que pueden aumentar el riesgo de sangrado.
Posiblemente, te pidan que no comas ni bebas durante 6 a 8 horas antes de la biopsia de hígado. Algunas personas pueden tomar un desayuno liviano.
Análisis de sangre previos a la biopsia
Antes de la biopsia, te harán un análisis de sangre para verificar la capacidad de coagulación sanguínea. Si tienes problemas de coagulación, tal vez te den un medicamento antes de la biopsia para reducir el riesgo de sangrado.
Programa todo para tu recuperación
Quizás te administren un medicamento, llamado sedante, para ayudar a que te relajes antes de la biopsia de hígado. Si es así, pide a otra persona que te lleve a casa después del procedimiento. Pide a alguien que se quede contigo o que compruebe que estés bien durante la primera noche. Muchos proveedores de atención médica recomiendan pasar la primera noche a menos de una hora en auto del hospital donde se realizó la biopsia. Esto es por si surgen complicaciones.
Lo que puedes esperar
Lo que puedes esperar durante la biopsia de hígado dependerá del tipo de procedimiento al que te sometas. La biopsia percutánea es el tipo más frecuente de biopsia de hígado, pero no es una opción para todas las personas. El proveedor de atención médica puede recomendarte un tipo diferente de biopsia de hígado en los siguientes casos:
- Puedes tener dificultades para estar inmóvil durante el procedimiento.
- Tienes antecedentes o probabilidad de tener problemas de sangrado o trastornos de coagulación sanguínea.
- Quizás tengas un tumor que afecta los vasos sanguíneos en el hígado.
- Tienes mucho líquido en el abdomen (ascitis).
- Eres muy obeso.
- Tienes una infección hepática.
Durante el procedimiento
La biopsia de hígado se realiza en un hospital o en un centro para pacientes ambulatorios. Es recomendable que llegues temprano por la mañana.
Antes de la biopsia sucederá lo siguiente:
- Te colocarán una vía intravenosa, generalmente en una vena del brazo, de modo que puedan administrarte medicamentos en caso de que los necesitaras.
- Posiblemente te administrarán un sedante para que te relajes durante el procedimiento.
- Usarás el baño si es necesario porque tendrás que permanecer en cama durante unas horas después del procedimiento.
Los pasos de una biopsia de hígado varían según el tipo de procedimiento:
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Biopsia por punción. Para comenzar con el procedimiento, el proveedor de atención médica localiza el hígado dando golpecitos en el abdomen o mediante imágenes de ecografía. En determinadas situaciones, se podría usar la ecografía durante la biopsia para guiar la aguja hacia el hígado. Te acuestas boca arriba y colocas la mano derecha por encima de la cabeza sobre la camilla.
El proveedor de atención médica te administra un medicamento para anestesiar el área donde introducirá la aguja. Luego, realiza una pequeña incisión cerca de la parte inferior de la caja torácica del lado derecho e introduce la aguja de la biopsia. La biopsia en sí tarda solo unos segundos. Cuando la aguja se introduzca y se retire rápidamente del hígado, te pedirán que contengas la respiración.
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Biopsia transyugular. Para este procedimiento, te recuestas boca arriba sobre una camilla para radiografías. Tu proveedor de atención médica te administra un medicamento anestésico en un lado del cuello. Luego, realiza una pequeña incisión e inserta una vía plástica y flexible dentro de la vena yugular. La vía se introduce en la vena yugular hasta llegar a la vena grande que se encuentra en el hígado, conocida como vena hepática.
Tu proveedor de atención médica luego inyecta una sustancia de contraste en la vía y obtiene varias imágenes por radiografía. La sustancia de contraste aparece en las radiografías y permite que el proveedor de atención médica vea la vena hepática. Después, la aguja de la biopsia se introduce a través de la vía y se extraen una o más muestras del hígado. Se retira el catéter cuidadosamente y se cubre la incisión en el cuello con un vendaje.
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Biopsia laparoscópica. Durante una biopsia laparoscópica, es probable que recibas anestésicos generales. Te recuestas boca arriba en una camilla de operaciones y el proveedor de atención médica te realiza una o más incisiones pequeñas en el abdomen durante el procedimiento.
Se introducen instrumentos especiales a través de las incisiones, como una cámara diminuta de video que proyecta imágenes en un monitor en el quirófano. El proveedor de atención médica utilizará las imágenes del video para guiar los instrumentos hacia el hígado con el fin de extraer muestras de tejido. Los instrumentos se retiran y las incisiones se cierran con puntos.
Después del procedimiento
Después de la biopsia, puedes esperar que ocurra lo siguiente:
- Que te trasladen a una sala de recuperación en donde el personal de enfermería te controlará la presión arterial, el pulso y la respiración.
- Descansar tranquilamente durante 2 a 4 horas, o más si te sometiste a un procedimiento transyugular.
- Presentar cierta inflamación en el lugar en el que se introdujo la aguja, que puede durar hasta una semana.
- Pedirle a alguien que te lleve a tu hogar, ya que no podrás conducir hasta que pase el efecto del sedante.
- Evitar levantar entre 10 y 15 libras (entre 4,5 y 6,8 kg) durante una semana.
- Poder retomar tus actividades habituales progresivamente luego de una semana.
Resultados
El tejido hepático se envía a un laboratorio para que lo analice un proveedor de atención médica especializado en diagnóstico de enfermedades, llamado patólogo. El patólogo busca signos de lesiones y enfermedades hepáticas. El laboratorio patológico demorará unos pocos días o una semana en enviar el informe de la biopsia.
En una visita de seguimiento, el proveedor de atención médica te explicará los resultados. Puede que te diagnostiquen una enfermedad hepática. O bien, el proveedor de atención médica puede establecer el estadio o el grado de tu enfermedad hepática según la gravedad. Los estadios o grados suelen ser leve, moderado o grave. El proveedor de atención médica te dirá qué tratamiento necesitas, si es que necesitas alguno.