Si tu hijo tiene dudas sobre su identidad o expresión de género, probablemente tú también las tengas. Pregúntale qué puedes hacer para ayudarlo.

El sexo asignado al nacer y la identidad de género son dos conceptos distintos. El sexo asignado al nacer se basa normalmente en la anatomía genital externa, mientras que la identidad de género es la sensación interna de ser hombre o mujer, o bien de identificarse con un género entre el masculino y el femenino. Las personas comunican su género a los demás a través de la expresión de género, por ejemplo, mediante gestos, vestimenta o peinados.

La identidad de género se desarrolla por separado de la orientación sexual. La orientación sexual se asocia a las personas por quienes nos sentimos atraídos física, emocional y románticamente.

Los niños transgénero tienen una identidad de género que no coincide con el sexo asignado al nacer.

En muchos casos, los niños expresan como se sienten. Es posible que se identifiquen claramente como niños o como niñas. Pero a veces puede ocurrir que no se identifiquen con los géneros masculino o femenino, o que no lo hagan por completo (género no binario).

La mayoría de los niños pasan por fases de exploración de género a través de la manera de vestir y los juguetes que eligen, y también mediante los juegos de roles. Algunos incluso pueden insistir en que su género es distinto de su sexo de nacimiento. Sin embargo, si insisten en ello durante su crecimiento, es probable que no se trate solo de una fase.

La mayoría de los niños de 18 a 24 meses pueden reconocer e identificar grupos de género. Pueden identificar a algunas personas como niñas, mujeres o femeninas. O bien, identificar a otras personas como niños, hombres o masculinas. La mayoría también identifica su propio género a los 3 años de edad.

Sin embargo, la visión del género en la sociedad sigue siendo muy limitada. Como resultado, algunos niños aprenden a comportarse de una manera que no refleja su identidad de género. Cuando tienen 5 o 6 años, la mayoría de los niños tiene una visión fija del género y de sus preferencias. Estos sentimientos suelen volverse más flexibles con la edad.

Es importante recordar que la identidad de género y la expresión de género son conceptos distintos. La identidad de género de un niño no siempre lleva a una expresión de género específica. Además, la expresión de género de un niño no siempre refleja su identidad de género.

Las conductas y expresiones de género pueden incluir lo siguiente:

• Un determinado comportamiento en el baño, como una niña que insiste en ponerse de pie para orinar.
• Un rechazo a usar el traje de baño propio del sexo asignado al nacer.
• Una preferencia por la ropa interior que suele llevar el sexo opuesto.
• Un intenso deseo de jugar con juguetes generalmente asignados al sexo opuesto.

No te apresures en etiquetar a tu hijo. Con el tiempo, tu hijo te seguirá diciendo lo que siente que es correcto.

Escucha las preocupaciones de tu hijo sobre la identidad de género. Habla con tu hijo y hazle preguntas sin juzgar. Para brindar tu apoyo puedes hacer lo siguiente:

• Deja que tu hijo exprese su género en público o en actividades familiares. Es importante que lo hagas incluso aunque no te sientas cómodo o genere incomodidad en otras personas.
• Promueve la interacción de tu hijo con amigos, actividades o recursos que incluyan diversidad de género.
• No asumas que la expresión de género de tu hijo es una forma de rebelión o desafío.
• No intentes avergonzar o castigar a tu hijo por su expresión de género.
• No permitas que otros miembros de tu familia menosprecien ni ridiculicen la expresión de género de tu hijo.
• Comprende que sufrir discriminación no es culpa de tu hijo.

Recuerda hablar positivamente sobre tu hijo. Haz esto tanto con él como con los demás. Muestra tu aprobación por la identidad y expresión de género de tu hijo. Al permitir que tu hijo exprese sus preferencias, estarás promoviendo en él un sentido positivo de la personalidad. Además, así mantendrás abiertas las vías de comunicación.

También es conveniente que trates de dejar de lado las expectativas que puedas haber tenido sobre el futuro de tu hijo. En cambio, concéntrate en lo que le dé alegría y seguridad. Es probable que un niño que vive con padres y cuidadores que le brindan su apoyo sea más feliz.

Tu hijo necesita atención médica de un proveedor de atención médica respetuoso y experto. Habla con el proveedor de atención médica sobre la identidad de género y los comportamientos de tu hijo. Podría recomendarte consultar a un especialista. Si tienes problemas para encontrar un proveedor de atención médica con capacitación en cuestiones de identidad de género, habla con un grupo de apoyo para que te recomienden un especialista.

Hablar con un terapeuta también es fundamental. Pide al proveedor de atención médica de tu hijo que te ayude a encontrar un especialista con capacitación en las necesidades de personas transgénero.

Una transición social es un paso reversible en el que un niño vive parcial o totalmente en el rol de género preferido. Esto puede implicar un cambio de peinado, ropa, pronombre y, posiblemente, el nombre. Unos pocos estudios indican que la transición social podría ayudar a aliviar la depresión o la ansiedad del niño en relación con su identidad de género.

Habla con tu hijo y decide los detalles sobre la transición. Podrán considerar a quién informar. Además, podrán planificar qué baño o vestidor utilizará tu hijo. También deberás tener en cuenta si la transición en la escuela o en la comunidad pondrá en peligro a tu hijo. Busca la ayuda de una agencia social o un grupo de apoyo para determinar la seguridad de la transición.

Te puede preocupar que rechacen a tu hijo transgénero y sufra discriminación. Incluso podría preocuparte que tu hijo sufra daños físicos en el colegio o en tu comunidad. Proteger y defender a tu hijo puede evitar que ocurran estas cosas. Adopta las siguientes medidas:

• Comunícate con otras familias que tengan hijos con diversidad de género. Así podrás reducir el aislamiento que pueda afectarte a ti y a tu hijo. Busca un grupo de apoyo en persona o en línea.

• Trabaja con la escuela y los docentes de tu hijo. Habla con ellos acerca de cómo detener o prevenir el prejuicio y el hostigamiento antes de que comience. Pide que se incluya la capacitación sobre género en el programa de desarrollo del personal.

  Prevé la forma en que se dirigirán a tu hijo en el colegio y qué baño usará. También puede resultarte útil hablar con el colegio de tu hijo sobre cómo interpretar las reglas sobre la participación en equipos, clubes y actividades nocturnas. Decide si deseas compartir información sobre la identidad de género de tu hijo con otros padres.

  Si tu hijo sufre discriminación u hostigamiento en el colegio, habla con los administradores escolares. Si el sistema escolar no soluciona el problema, investiga tus opciones legales.

• Busca apoyo dentro de tu comunidad. Fuera del colegio, trabaja con las instituciones locales para que sean más seguras para los niños transgénero y con identidad diversa de género. Además, considera apoyar u ofrecerte como voluntario para que los grupos de diversidad de género aprendan más y ayuden a otros a aprender.

Sea cual sea la identidad de género de tu hijo, averigua y busca la atención médica adecuada. Mostrar amor y aceptación a los niños les ayuda a sentirse a gusto con sus cuerpos y con el mundo.

Oct. 01, 2022

Original article: https://www.mayoclinic.org/es/healthy-lifestyle/childrens-health/in-depth/children-and-gender-identity/art-20266811