Descripción general
Las fracturas por sobrecarga son pequeñas grietas en un hueso. Son causadas por la fuerza repetitiva, a menudo por el uso excesivo, como saltar repetidamente de un lado a otro o correr largas distancias. Las fracturas por sobrecarga también se pueden desarrollar por el uso normal de un hueso debilitado por una afección como la osteoporosis.
Las fracturas por sobrecarga son más comunes en los huesos que soportan el peso de la parte inferior de la pierna y el pie. Los atletas de pista y los reclutas militares que transportan paquetes pesados largas distancias corren el mayor riesgo, pero cualquier persona puede sufrir una fractura por sobrecarga. Si comienzas un nuevo programa de ejercicios, por ejemplo, podrías desarrollar fracturas por sobrecarga si lo haces en exceso y demasiado pronto.
Síntomas
Es posible que al principio apenas notes el dolor asociado con una fractura por sobrecarga, pero este tiende a empeorar con el tiempo. La sensibilidad generalmente comienza en un punto específico y disminuye durante el reposo. Es posible que tengas hinchazón alrededor del área dolorosa.
Cuándo consultar al médico
Ponte en contacto con el médico si tu dolor se vuelve intenso o si sientes dolor incluso cuando estás en reposo o por la noche.
Causas
Las fracturas por sobrecarga suelen ser consecuencia del aumento de la cantidad o la intensidad de una actividad demasiado rápido.
Los huesos se adaptan gradualmente a cargas de mayor peso a través de la remodelación, un proceso normal que se acelera cuando la carga sobre los huesos aumenta. Durante la remodelación, el tejido óseo se destruye (reabsorción) y luego vuelve a formarse.
Los huesos que se someten a fuerzas a las que no están acostumbrados sin el suficiente tiempo para la recuperación reabsorben células más rápido de lo que el cuerpo puede reemplazarlas, lo que te hace más propenso a fracturas por sobrecarga.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir fracturas por sobrecarga incluyen lo siguiente:
- Determinados deportes. Las fracturas por sobrecarga son más comunes en personas que practican deportes de alto impacto, como atletismo, baloncesto, tenis, danza o gimnasia.
- Aumento de la actividad. Las fracturas por sobrecarga se producen a menudo en personas que cambian repentinamente de un estilo de vida sedentario a un régimen de entrenamiento activo o que aumentan rápidamente la intensidad, la duración o la frecuencia de las sesiones de entrenamiento.
- Sexo. Las mujeres, especialmente aquellas que tienen períodos menstruales anormales o ausentes, están en mayor riesgo de desarrollar fracturas por sobrecarga.
- Problemas en los pies. Las personas que tienen pies planos o arcos altos y rígidos son más propensas a desarrollar fracturas por sobrecarga. El calzado desgastado contribuye al problema.
- Huesos debilitados. Las afecciones como la osteoporosis pueden debilitar tus huesos y facilitar la aparición de fracturas por sobrecarga.
- Fracturas por sobrecarga previas. El hecho de haber tenido una o más fracturas por sobrecarga te pone en mayor riesgo de tener más.
- Falta de nutrientes. Los trastornos alimentarios y la falta de vitamina D y calcio pueden hacer que los huesos sean más propensos a desarrollar fracturas por sobrecarga.
Complicaciones
Algunas fracturas por sobrecarga no se recuperan adecuadamente, lo que puede causar problemas crónicos. Si no se atienden las causas de fondo, puedes estar en mayor riesgo de sufrir fracturas por sobrecarga adicionales.
Prevención
Unos pasos sencillos pueden ayudarte a prevenir las fracturas por sobrecarga.
- Haz los cambios lentamente. Comienza cualquier programa de ejercicio nuevo lentamente y progresa gradualmente. Evita aumentar la cantidad de ejercicio en más de un 10 % a la semana.
- Usa calzado adecuado. Asegúrate de que el calzado te quede bien y sea apropiado para la actividad. Si tienes pies planos, pregúntale a tu médico acerca de los soportes para el arco del calzado.
- Haz entrenamientos cruzados. Agrega actividades de bajo impacto a tu régimen de ejercicios para evitar el estrés repetitivo en una parte particular de tu cuerpo.
- Obtén una nutrición adecuada. Para mantener los huesos fuertes, asegúrate de que tu dieta incluya suficiente calcio, vitamina D y otros nutrientes.