Diagnóstico

Actualmente, no hay una prueba específica para diagnosticar la enfermedad de Parkinson. El diagnóstico lo realiza un médico especializado en afecciones del sistema nervioso, llamado neurólogo. El diagnóstico del Parkinson se basa en los antecedentes médicos, una revisión de los síntomas y un examen neurológico y físico.

El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson puede llevar tiempo. Es posible que los profesionales de la salud recomienden citas de seguimiento con neurólogos especializados en trastornos del movimiento para evaluar la afección y los síntomas con el tiempo a fin de diagnosticar la enfermedad de Parkinson.

Es posible que el equipo de atención médica solicite algunos de los siguientes procedimientos y pruebas:

  • Exploración física y neurológica. Esto incluye tomar tus antecedentes médicos y realizar un examen neurológico para evaluar tus habilidades mentales y cognitivas, tus sentidos, tu coordinación y tus reflejos.
  • Análisis de sangre y laboratorio. Estos análisis se usan para descartar otras afecciones que podrían estar causando los síntomas.
  • Estudios por imágenes, como resonancia magnética, ecografía del cerebro y tomografía por emisión de positrones. Se usan para descartar otras afecciones. No son de mucha ayuda para diagnosticar la enfermedad de Parkinson.
  • Un tipo específico de tomografía computarizada por emisión de fotón único, denominada estudio del transportador de dopamina. Esto puede ayudar a respaldar la sospecha de que padeces la enfermedad de Parkinson y a identificar diferentes tipos de temblores. Sin embargo, son tus síntomas y los resultados del examen neurológico los que determinan tu diagnóstico. La mayoría de las personas no necesitan someterse a un estudio del transportador de dopamina.
  • Pruebas genéticas. Evalúan cambios genéticos en el caso de que existan antecedentes familiares de la enfermedad de Parkinson o si tienes una aparición temprana de la enfermedad.
  • Un tratamiento corto con dosis bajas de medicamentos. Es posible que te proporcionen medicamentos utilizados para tratar la enfermedad de Parkinson con el fin de observar si mejoras. Si tus síntomas muestran una mejora significativa, esto podría ayudar a confirmar el diagnóstico. Es necesario recibir una dosis suficiente para verificar el beneficio, ya que recibir dosis bajas durante uno o dos días no es confiable.
  • Citas de seguimiento. Con el tiempo, es posible que necesites asistir a citas habituales con neurólogos especializados en trastornos del movimiento para confirmar el diagnóstico.
  • Prueba de alfa-sinucleína. Esta prueba, también llamada ensayo de amplificación de semillas de alfa-sinucleína, detecta la enfermedad de Parkinson antes de que aparezcan los síntomas. Los depósitos de alfa-sinucleína son un signo distintivo de la enfermedad de Parkinson. Los profesionales de atención médica pueden realizar pruebas para detectar esta afección en la piel o en el líquido cefalorraquídeo.

    La alfa-sinucleína se encuentra en los cuerpos de Lewy. Forma depósitos que el cuerpo no puede descomponer. Estos depósitos se diseminan y dañan las neuronas cerebrales.

    En un estudio de 2023, un grupo de investigadores analizó el líquido cefalorraquídeo de más de 1000 personas en busca de depósitos de la proteína alfa-sinucleína. Esta prueba permitió identificar con precisión a personas con enfermedad de Parkinson el 87,7 % de las veces. La prueba también resultó muy eficaz para identificar a personas con riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson.

    Esta investigación sobre el ensayo de amplificación de semillas de alfa-sinucleína ha sido la mayor realizada hasta la fecha. Algunos investigadores afirman que el estudio podría suponer un gran avance para el diagnóstico, la investigación y los ensayos de tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Pero se necesita realizar estudios a mayor escala.

    Los investigadores confían en que, en el futuro, la prueba pueda realizarse con muestras de sangre en lugar de líquido cefalorraquídeo.

Tratamiento

La enfermedad de Parkinson no tiene cura, pero los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas. Los medicamentos suelen funcionar bastante bien. Cuando los medicamentos ya no ayudan, algunas personas podrían someterse a cirugía. El equipo de atención médica también podría recomendarte ejercicio aeróbico, terapia física enfocada en el equilibrio y estiramientos, y terapia del habla.

Medicamentos

Los medicamentos podrían ayudarte a mejorar los problemas para caminar, aquellos relacionados con el movimiento y los temblores. Los medicamentos actúan aumentando o sustituyendo la dopamina en el cerebro.

Las personas con enfermedad de Parkinson tienen niveles bajos de dopamina en el cerebro. Sin embargo, la dopamina no se puede administrar directamente porque no puede entrar en el cerebro.

Es posible que tus síntomas mejoren significativamente después de comenzar el tratamiento. Los beneficios podrían disminuir con el tiempo, pero, por lo general, los medicamentos aún controlan bien los síntomas.

Algunos medicamentos que podrían recetarte:

  • Carbidopa y levodopa (Rytary o Sinemet, entre otros). La levodopa es el medicamento más eficaz para la enfermedad de Parkinson. Es una sustancia química natural que pasa al cerebro y se convierte en dopamina. La levodopa se combina con carbidopa para ayudar a que la levodopa llegue al cerebro y para evitar o reducir efectos secundarios como las náuseas.

    Los efectos secundarios podrían ser náuseas y aturdimiento cuando estás de pie, lo que se conoce como hipotensión ortostática. Además, podrías presentar movimientos involuntarios, denominados discinesia, después de consumir dosis más altas de levodopa. Si esto ocurre, podrías necesitar reducir o ajustar la dosis.

    El beneficio de la levodopa podría disminuir con el tiempo. También podría aumentar y disminuir. Esto se llama desgaste.

    Es mejor tomar la carbidopa y la levodopa con el estómago vacío si tienes enfermedad de Parkinson avanzada. Sigue el consejo del equipo de atención médica sobre el mejor momento para tomarla.

  • Levodopa inhalable (Inbrija). Este medicamento ayuda a controlar los síntomas cuando los medicamentos orales dejan de funcionar de forma repentina durante el día.
  • Infusión de carbidopa y levodopa (Duopa). Se administra a través de una sonda de alimentación en forma de gel y se dirige directamente al intestino delgado.

    Esta sonda se coloca durante una cirugía menor. Usar la sonda conlleva algunos riesgos. Esta podría caerse o causar una infección en el lugar de la infusión.

    La infusión de carbidopa y levodopa se usa en pacientes con Parkinson avanzado que siguen respondiendo al medicamento, pero que requieren un nivel más constante de levodopa. Ayuda a controlar las dificultades motoras y otros síntomas como ansiedad y depresión.

  • Agonistas de la dopamina. A diferencia de la levodopa, los agonistas de la dopamina no se transforman en dopamina. En cambio, imitan los efectos de la dopamina en el cerebro.

    No son tan eficaces como la levodopa para tratar los síntomas. Pero duran más tiempo y podrían usarse junto con la levodopa para mejorar su eficacia.

    Los agonistas de la dopamina incluyen los siguientes:

    • Pramipexol (Mirapex ER).
    • Rotigotina (Neupro), administrada como un parche.
    • La apomorfina (Apokyn) es un agonista de la dopamina inyectable de rápida acción que se usa para proporcionar un alivio rápido.

    Los efectos secundarios de los agonistas de dopamina podrían incluir mareos, náuseas, alucinaciones y somnolencia. El medicamento también podría ocasionar movimientos involuntarios y comportamientos compulsivos, como hipersexualidad, apuestas y trastornos de la alimentación.

    Si tomas estos medicamentos y te comportas de una manera extraña, consulta con el equipo de atención médica.

  • Inhibidores de la monoaminooxidasa tipo B (MAO B). Entre estos medicamentos, se incluyen los siguientes:

    • Selegilina (Zelapar).
    • Rasagilina (Azilect).
    • Safinamida (Xadago).

    Los inhibidores de la MAO B ayudan a bloquear una enzima denominada monoaminooxidasa tipo B (MAO B) que descompone la dopamina en el cerebro. Cuando se administra selegilina junto con levodopa, esto podría evitar que la levodopa pierda su efecto.

    Los efectos secundarios de los inhibidores de la MAO B podrían incluir dolores de cabeza, náuseas, insomnio y confusión.

    Los inhibidores de la MAO B también podrían causar alucinaciones. Cuando se suman a la combinación de carbidopa y levodopa, estos medicamentos aumentan el riesgo para alucinaciones.

    Por lo general, los inhibidores de la MAO B no se usan junto con la mayoría de los antidepresivos o algunos analgésicos, ya que pueden ocasionar reacciones graves, aunque son raras. Consulta al profesional de atención médica antes de tomar cualquier otro medicamento con un inhibidor de la MAO B.

  • Inhibidores de la catecol O-metiltransferasa, también conocidos como COMT. Estos medicamentos ayudan a que la terapia con levodopa dure más mediante el bloqueo de una enzima que descompone la dopamina. Estos incluyen los siguientes:

    • Entacapona (Comtan).
    • Opicapona (Ongentys).
    • Tolcapone (Tasmar). Este medicamento rara vez se prescribe debido al riesgo de daño hepático grave e insuficiencia hepática.

    Los efectos secundarios de los inhibidores de la COMT podrían incluir un aumento del riesgo de movimientos involuntarios. Otros efectos secundarios incluyen diarrea, náuseas o vómitos.

  • Anticolinérgicos. Estos medicamentos se utilizaron durante muchos años. Actualmente no se usan con tanta frecuencia debido a sus beneficios moderados y al riesgo de efectos secundarios. Podrían ser útiles para controlar el temblor intenso en algunas personas con la enfermedad de Parkinson. Estos incluyen los siguientes:

    • Benztropina.
    • Trihexifenidilo.

    Los efectos secundarios de los anticolinérgicos podrían incluir pérdida de memoria, problemas urinarios, confusión, visión borrosa, sequedad en la boca y estreñimiento.

  • Amantadina (Gocovri). Este medicamento podría tomarse solo para aliviar temporalmente los síntomas leves de la enfermedad de Parkinson en etapas iniciales. Se usa principalmente junto con carbidopa y levodopa en la enfermedad de Parkinson avanzada para ayudar a controlar los movimientos musculares involuntarios.

    Los efectos secundarios de la amantadina podrían incluir piel moteada, problemas de memoria y pensamiento, hinchazón en los tobillos, alucinaciones y agitación.

  • Antagonistas del receptor de adenosina (antagonistas del receptor A2A). Uno de estos medicamentos es la istradefilina (Nourianz). Estos ayudan a prevenir la disminución del efecto de la dopamina y permiten que se libere más dopamina. Los investigadores también están estudiando si estos medicamentos podrían ayudar a tratar otros síntomas de la enfermedad de Parkinson.
  • Pimavanserin (Nuplazid). Este medicamento se usa para tratar las alucinaciones y las ideas delirantes que pueden aparecer con la enfermedad de Parkinson.

Cirugía

La cirugía para la enfermedad de Parkinson incluye la estimulación cerebral profunda.

Estimulación cerebral profunda

La estimulación cerebral profunda consiste en colocar electrodos dentro del cerebro. Los electrodos se unen a un dispositivo similar a un marcapasos que se coloca debajo de la piel del pecho. Los electrodos están conectados a un generador implantado en el tórax cerca de la clavícula. El generador envía pulsos eléctricos al cerebro y podría reducir los síntomas de la enfermedad de Parkinson.

Es posible que necesites citas de seguimiento para ajustar la configuración en busca de los mejores resultados. Algunas personas tienen problemas con el sistema de estimulación cerebral profunda o presentan complicaciones a causa de la estimulación. Es posible que un miembro del equipo de atención médica deba ajustar o reemplazar algunas partes del sistema.

La estimulación cerebral profunda puede ser muy útil para mejorar los temblores intensos y controlar los movimientos musculares involuntarios, conocidos como discinesia. Es eficaz para el control de las respuestas cambiantes a la levodopa o para controlar las discinesias que no mejoran con los ajustes del medicamento.

La estimulación cerebral profunda es más eficaz en personas que responden al tratamiento con levodopa. Aunque la estimulación cerebral profunda podría tener beneficios a largo plazo para ayudar con los síntomas, esta no impide que la enfermedad de Parkinson empeore. Los investigadores están buscando formas de mejorar la eficacia de la estimulación cerebral profunda.

Los efectos secundarios de la estimulación cerebral profunda podrían ser los siguientes:

  • Sangrado en el cerebro.
  • Lesiones o muerte del tejido.
  • Infección.
  • Ruptura de la piel.
  • Espasmos musculares.
  • Depresión.
  • Problemas de habla o de visión.

Tratamientos avanzados

El ultrasonido focalizado guiado por resonancia magnética, conocido como MRgFUS, es un tratamiento de invasión mínima que ha ayudado a algunas personas con enfermedad de Parkinson a controlar los temblores. Una resonancia magnética guía una ecografía hacia las áreas del cerebro donde comienza el temblor. Las ondas de la ecografía están a una temperatura muy elevada y queman estas zonas.

Los efectos secundarios del ultrasonido focalizado guiado por resonancia magnética podrían incluir lo siguiente:

  • Problemas para caminar y hablar.
  • Nuevos movimientos musculares involuntarios, también conocidos como discinesia.

Estilo de vida y remedios caseros

Algunos cambios en el estilo de vida podrían ayudar a aliviar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, ciertos medicamentos pueden empeorar tus síntomas. Pregúntale al equipo de atención médica qué remedios ofrecen el mayor alivio de los síntomas con los menores efectos secundarios.

Alimentación saludable

No hay alimentos para tratar la enfermedad de Parkinson, pero algunos podrían ayudar a aliviar los síntomas. Por ejemplo, consumir alimentos con un alto contenido de fibra y beber mucho líquido puede ayudar a prevenir el estreñimiento.

Una alimentación equilibrada también brinda nutrientes, como ácidos grasos omega-3, que podrían ser beneficiosos para las personas con enfermedad de Parkinson.

Ejercicio

Hacer ejercicio podría aumentar la fuerza muscular, la marcha, la flexibilidad y el equilibrio. También podría ayudar a disminuir la depresión y la ansiedad.

Pídele al profesional de atención médica que te recomiende un fisioterapeuta que pueda ayudarte a crear un programa de ejercicios adecuado para ti. Los ejercicios que podrían ayudar incluyen caminar, nadar, hacer jardinería, bailar, hacer aeróbicos acuáticos y estiramientos.

Para mejorar tu equilibrio y marcha, prueba estos consejos:

  • No te muevas demasiado rápido.
  • Apoya primero el talón al caminar.
  • Mira hacia delante, no hacia abajo, cuando camines.

Evita las caídas

Los siguientes consejos podrían ayudar:

  • No te apures.
  • No hagas demasiadas cosas a la vez.
  • Usa los pasamanos.
  • Usa las luces de noche.
  • No uses alfombras sueltas ni sillas con ruedas, y mantén los cables fuera del camino.
  • Aprende nuevas técnicas para girar y caminar, como apoyar primero el talón al caminar. Además, mantente derecho y mira hacia delante en lugar de mirar tus pies al caminar. Si comienzas a arrastrar los pies, detente. Revisa tu postura y asegúrate de estar de pie con la espalda recta.
  • Usa un andador o un bastón si el profesional de atención médica lo recomienda.

Actividades de la vida cotidiana

Estos profesionales de atención médica pueden ayudarte con las actividades diarias:

  • Terapeuta ocupacional. Un terapeuta ocupacional puede enseñarte formas de facilitar actividades como vestirte, bañarte y cocinar.
  • Terapeuta del habla. Un terapeuta del habla podría ayudarte con problemas de deglución y habla.

Medicina alternativa

Las terapias de apoyo podrían aliviar algunos de los síntomas de la enfermedad de Parkinson, como el dolor, la fatiga y la depresión. Cuando se combinan con los tratamientos médicos, podrían mejorar tu calidad de vida. Estas son algunas de ellas:

  • Masajes. La masoterapia puede reducir la tensión muscular y facilitar la relajación. El seguro de salud no suele cubrir esta terapia.
  • Taichí. El taichí es un antiguo tipo de ejercicio chino que usa movimientos lentos y fluidos que podrían mejorar la flexibilidad, el equilibrio y la fuerza muscular. También puede ayudar a prevenir las caídas. Hay varios tipos de taichí adaptados para personas de cualquier edad o condición física.
  • Yoga. En el yoga, los movimientos suaves de estiramiento y las posturas pueden aumentar la flexibilidad y el equilibrio. Puedes modificar la mayoría de las posturas para adaptarlas a tus habilidades físicas.
  • Técnica Alexander. Esta técnica, que se centra en la postura muscular, el equilibrio y la conciencia sobre cómo usar los músculos, podría reducir la tensión y el dolor musculares.
  • Meditación. En la meditación, reflexionas en silencio y enfocas tu mente en una idea o una imagen. La meditación puede ayudarte a reducir el estrés y el dolor, y a mejorar tu sensación de bienestar.
  • Técnicas de relajación. Estas prácticas ayudan a disminuir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y a mejorar el tono muscular.
  • Autohipnosis. Este método te ayuda a aprender a relajarte cuando se invoca con tu propia frase o sugerencia.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Vivir con cualquier enfermedad crónica puede ser difícil, y es común sentir enojo, depresión o desánimo en ocasiones. Tener la enfermedad de Parkinson puede ser muy frustrante, ya que caminar, hablar e incluso comer se hace más difícil y requiere más tiempo.

Es común que las personas con enfermedad de Parkinson se sientan deprimidas. Sin embargo, los medicamentos antidepresivos pueden ayudar a aliviar los síntomas de la depresión. Habla con el equipo de atención médica si tienes sentimientos de tristeza o desesperanza que no desaparecen.

Aunque es posible que tus amigos y familiares sean tus mejores aliados, las personas que saben lo que estás pasando pueden ayudarte mucho. Los grupos de apoyo no son para todos. No obstante, para muchas personas con enfermedad de Parkinson y sus familias, un grupo de apoyo puede ser un buen recurso para obtener información práctica sobre la afección médica.

Además, estos grupos te ofrecen un lugar donde encontrar a otras personas que están atravesando situaciones similares y pueden brindarte apoyo.

Tratar de mantener algunas de tus actividades cotidianas puede resultarte útil. Intenta hacer tantas de las cosas que hacías antes de que aparecieran los síntomas de la enfermedad de Parkinson como te sea posible. Concéntrate en el presente y trata de mantener una actitud positiva.

Si deseas obtener información sobre los grupos de apoyo disponibles en tu comunidad, habla con el equipo de atención médica, un trabajador social especializado en la enfermedad de Parkinson o el personal de enfermería de salud pública de tu área. También puedes comunicarte con la Parkinson's Foundation (Fundación de Parkinson) o la American Parkinson Disease Association (Asociación Estadounidense de la Enfermedad de Parkinson).

Tú y tu familia también podrían beneficiarse si hablan con un profesional de la salud mental, como un psicólogo o un trabajador social especializado en el trabajo con personas que padecen afecciones crónicas.

Preparación para la consulta

Quizás primero consultes al profesional de atención médica de tu familia, y te remitan a un médico especializado en trastornos del sistema nervioso, denominado neurólogo.

Debido a que generalmente hay muchas cosas de las que hablar, es una buena idea estar preparado para la cita. A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte.

Lo que puedes hacer

  • Anota cualquier síntoma que tengas, incluso los que no parezcan estar relacionados con el motivo de la cita médica.
  • Anota información personal crucial, como situaciones de gran estrés o cambios recientes en tu vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas y los suplementos que tomas.
  • Pide a un familiar o a un amigo que te acompañe, si es posible. A veces, puede ser difícil recordar toda la información recibida durante una cita médica. La persona que te acompañe podría recordar algún detalle que tú hayas pasado por alto u olvidado.
  • Anota las preguntas que quieras hacer durante la cita.

La consulta médica dura poco, por lo que preparar una lista de preguntas con antelación puede ayudarte a aprovechar al máximo la cita. Para la enfermedad de Parkinson, estas son algunas preguntas básicas que puedes hacer:

  • ¿Cuál es la causa más probable de los síntomas?
  • ¿Existen otras causas posibles?
  • ¿Qué tipo de pruebas deben hacerme? ¿Requieren estas pruebas alguna preparación especial?
  • ¿Cómo suele empeorar la enfermedad de Parkinson?
  • ¿Con el tiempo necesitaré atención médica a largo plazo?
  • ¿Cuáles son los tratamientos disponibles y cuál me recomienda?
  • ¿Qué tipos de efectos secundarios suele ocasionar el tratamiento?
  • Si el tratamiento no funciona o deja de hacerlo, ¿hay otras opciones?
  • Tengo otras enfermedades. ¿Cómo puedo controlar estas afecciones de manera conjunta?
  • ¿Tiene algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme a casa? ¿Qué sitios web me recomienda?

Además de las preguntas que has preparado para hacerle al equipo de atención médica, no dudes en plantear las dudas que se te ocurran durante la cita.

Qué esperar de tu médico

Es probable que el equipo de atención médica te haga muchas preguntas. Estar preparado para responderlas podría ahorrarte tiempo para hablar sobre cualquier punto que quieras tratar con mayor detenimiento. Es posible que te pregunten lo siguiente:

  • ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
  • ¿Están los síntomas presentes todo el tiempo o aparecen y desaparecen?
  • ¿Hay algo que haga que los síntomas mejoren?
  • ¿Hay algo que parezca empeorarlos?