Diagnóstico

Durante la exploración física, el profesional de atención médica podría mover las piernas de tu hijo en varias posiciones para controlar la amplitud de movimiento y determinar si alguna de las posiciones le causa dolor.

Estudios por imágenes

Estos tipos de pruebas, que son vitales para el diagnóstico de la enfermedad de Perthes, podrían incluir las siguientes:

  • Radiografías. Las radiografías iniciales pueden no mostrar cambios en la cadera. Los cambios relacionados con la enfermedad de Perthes pueden tardar entre 1 y 2 meses en aparecer claramente en las radiografías. Es probable que tu profesional de atención médica recomiende varias radiografías con el transcurso del tiempo, para seguir el avance de la enfermedad.
  • Resonancia magnética. Esta tecnología utiliza ondas de radio y un campo magnético potente para producir imágenes muy detalladas de los huesos y tejidos blandos en el interior del cuerpo. Las imágenes por resonancia magnética con frecuencia pueden mostrar el daño óseo causado por la enfermedad de Perthes con más claridad que una radiografía, pero no siempre son necesarias.

Tratamiento

En la enfermedad de Perthes, el proceso de curación completo puede tardar varios años. Los tipos de tratamientos recomendados dependen de lo siguiente:

  • La edad a la que comenzaron los síntomas.
  • La etapa de la enfermedad.
  • El grado de daño en la cadera.

A medida que la enfermedad de Perthes empeora, la parte esférica de la articulación, que se conoce como la cabeza femoral, se debilita y se rompe. Durante la curación, el acetábulo de la articulación puede servir como molde. Esto puede ayudar a que la cabeza femoral debilitada mantenga su forma redonda.

Para que este molde funcione, la cabeza del fémur debe ajustarse perfectamente dentro de la cavidad. A veces, un niño usa un tipo especial de yeso en la pierna que separa ampliamente las piernas durante 4 a 6 semanas para mantener el hueso en la posición correcta.

Algunos niños necesitan cirugía para ayudar a mantener la esfera de la articulación ajustada dentro del acetábulo. Este procedimiento puede implicar la realización de cortes con forma de cuña en el fémur o en la pelvis para alinear la articulación.

Generalmente, la cirugía no es necesaria en niños menores de 6 años. En este grupo etario, la cavidad de la cadera es naturalmente más dúctil, por lo que la cabeza y la cavidad generalmente siguen encajando bien sin necesidad de una cirugía.

Otros tratamientos

Algunos niños, especialmente los muy pequeños, pueden necesitar solamente tratamientos tradicionales u observación. Los tratamientos tradicionales pueden incluir:

  • Restricciones en las actividades. Los niños con enfermedad de Perthes no deben correr, saltar ni realizar otras actividades de alto impacto que puedan acelerar el daño en la cadera.
  • Muletas. A veces, es posible que tu hijo deba evitar apoyar el peso del cuerpo sobre la cadera afectada. El uso de muletas puede ayudar a proteger la articulación.
  • Fisioterapia. A medida que la cadera se endurece, los músculos y los ligamentos a su alrededor se pueden acortar. Los ejercicios de estiramiento pueden ser útiles para mantener la cadera más flexible.
  • Medicamentos antiinflamatorios. Tu profesional de atención médica podría recomendarle medicamentos para lactantes o niños que puede comprar sin receta, como ibuprofeno (Advil, Motrin, otros) para aliviar el dolor de su hijo.

Preparación para la consulta

Probablemente primero hablarás sobre tus inquietudes con el equipo de atención médica de tu hijo. Después de una evaluación inicial, tu hijo podría ser remitido a un médico especializado en afecciones óseas infantiles, que se conoce como un cirujano ortopédico pediátrico.

Qué puedes hacer

Antes de la cita médica, considera hacer una lista de respuestas a las siguientes preguntas:

  • ¿Cuándo comenzaron estos síntomas?
  • ¿Una posición o actividad de la pierna en particular empeora el dolor?
  • ¿Alguno de sus parientes consanguíneos, como un padre, una tía o un abuelo, tuvo síntomas similares cuando era niño?
  • ¿Tu hijo tiene otros problemas médicos?
  • ¿Qué medicamentos o suplementos toma tu hijo con regularidad?

Qué esperar del médico

Tu equipo de atención médica podría hacerte las siguientes preguntas:

  • ¿Qué síntomas tiene tu hijo?
  • ¿Empeoraron con el tiempo?
  • ¿Parece que los síntomas aparecen y desaparecen?
  • ¿Tu hijo es activo?
  • ¿Tu hijo ha tenido un accidente o una lesión que podría haber causado daños en la cadera?
  • Si los síntomas incluyen dolor, ¿en qué lugar se manifiesta?
  • ¿La actividad empeora los síntomas?
  • ¿El descanso alivia la molestia?