Diagnóstico

Para diagnosticar el espasmo hemifacial, puede ser necesario un examen físico. Las pruebas por imágenes pueden descubrir la causa de la afección.

La resonancia magnética usa un campo magnético y ondas de radio para generar imágenes detalladas de la cabeza. Esto puede ayudar a encontrar la causa del espasmo hemifacial. Al introducir una sustancia de contraste en un vaso sanguíneo, se puede ver si este está tocando el nervio facial. Esto se denomina angiografía por resonancia magnética.

No siempre son necesarias una resonancia magnética u otras pruebas por imágenes para diagnosticar un espasmo hemifacial. Las pruebas por imágenes pueden indicarse en personas cuyos síntomas no son típicos o que van a someterse a una cirugía.

Tratamiento

El tratamiento para el espasmo hemifacial podría incluir lo siguiente:

  • Inyecciones de toxina botulínica. Una inyección de toxina botulínica (bótox) en los músculos afectados evita que se muevan durante un tiempo. Este tratamiento debe repetirse cada pocos meses. En la mayoría de las personas, controla los síntomas.
  • Otros medicamentos. Algunos medicamentos, incluidos los anticonvulsivos, pueden aliviar el espasmo hemifacial en algunas personas.
  • Cirugía. Existen varios tipos de cirugía que pueden ayudar a aliviar el espasmo hemifacial. Un tipo de cirugía, que se denomina descompresión, implica hacer un orificio en el cráneo y abrir la capa de tejido que recubre el cerebro, llamada duramadre. De esta manera, se expone el nervio facial donde sale del tronco encefálico.

    Luego, el cirujano ubica el vaso sanguíneo que oprime el nervio facial. Colocar un material esponjoso entre el nervio y el vaso sanguíneo alivia la presión sobre el nervio. A menudo, esta cirugía funciona para aliviar el espasmo hemifacial.

    Otros procedimientos incluyen eliminar partes del nervio facial con cirugía y calor y ondas de radio, lo que se denomina termocoagulación por radiofrecuencia.