Me enteré acerca de Frankie a mitad de la noche cuando recibí una llamada de un neonatólogo de Dakota del Norte. El equipo nos trajo el bebé directamente. Poco después, los cardiólogos estaban a su lado tratando de averiguar qué pasaba con su pequeño corazón.
Su válvula estaba tan enferma que era un caso de emergencia. Ya había daño acumulado en el corazón.
Escuchar las palabras trasplante de corazón fue una conmoción. Nunca imaginas escuchar eso sobre un ser querido, y menos sobre tu primer hijo.
Tuve un embarazo muy tranquilo. Todo salió perfectamente según lo planificado. Tuve un parto sin problemas.
Apenas nació, algo cambió dentro de mí. Fue un momento increíble.
Tuvimos unas 24 horas de felicidad plena como familia. Se lo llevaron para medirle los signos vitales.
Sin embargo, estuvo allí más tiempo del esperado. Luego, los médicos regresaron y nos dijeron que era posible que hayan oído un leve soplo cardíaco.
Sus niveles de oxígeno bajaron y no pasó el examen cardíaco. El soplo cambió. Se hizo mucho más fuerte. Iban a coordinar un vuelo para él. Lo iban a llevar directamente a Mayo.
Fue muy importante saber que había cosas que ellos podían hacer. Aún había esperanza.
La gravedad de la enfermedad de la válvula de Frankie es muy poco frecuente. Requiere intervenir de inmediato mediante un procedimiento con globo para intentar dilatar la válvula aórtica con la esperanza de aumentar la cantidad de sangre que fluye al corazón y mejorar la función cardíaca. El ventrículo que está debajo y que bombea sangre a través de esa válvula nunca recuperó su función. Nunca mejoró. Sin embargo, tuvimos muchas conversaciones con los familiares de Frankie. Proponer la idea de hacer un trasplante es un momento muy difícil. Al darles nuestro mejor consejo, el objetivo es que el paciente tenga una expectativa de vida normal y pueda hacer todas las cosas que desee en su vida.
Básicamente, el trasplante de corazón era la mejor opción para que tenga una vida normal y sobreviva a esta enfermedad con la que nació. Si era la mejor opción para Franklin, íbamos a seguir adelante con eso. Pero antes de hacerlo, queríamos bautizarlo y ungirlo. Un miembro del personal de enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales pudo encontrar a uno de los capellanes de guardia. Es increíble recibir tanto apoyo para algo tan especial para nosotros.
El equipo de Mayo se convirtió en parte de la familia. Es muy bueno sentirse en familia dentro del hospital.
La siguiente decisión era cómo mantenerlo estable mientras esperaba un corazón. Teníamos que pensar en algo ingenioso como equipo.
En Mayo Clinic, todo tiene que estar bien especificado, ser sumamente específico para el paciente, de acuerdo con su anatomía y lo que necesita. Al revisar el caso de Franklin con otros colegas, se propuso una terapia que en realidad no existía. Estamos a la vanguardia en el uso de esta tecnología.
Ahora tenemos la capacidad de controlar la presión y el flujo sanguíneo a los pulmones sin tener que hacer otra cirugía para el trasplante.
Un equipo de cateterismo nos ayudó a colocar los dispositivos. Uno se denomina limitador de flujo pulmonar y el otro, estent para conducto arterioso persistente. Eso iba a mantener al bebé estable mientras esperaba un corazón.
Lo que hicimos por Franklin trasciende su propia historia. Esto ofrecerá más oportunidades a otros niños. Estamos agradecidos con él y su familia.
Veremos este tipo de enfoque aplicado a una gama más amplia de enfermedades cardíacas. Nuestro laboratorio de cateterismo para enfermedades congénitas está en una posición única que le permite ofrecer este tipo de atención médica a los niños.
Mayo Clinic cuenta con una ventaja única al tener a todos los profesionales de la salud bajo un mismo techo. Cada vez que se abren nuevas posibilidades, Mayo Clinic y su personal se esmeran por estudiar las nuevas tecnologías que surgen para su posible aplicación. Queremos aplicar lo que sea mejor. De hecho, lo mejor puede ser lo más nuevo. Queremos considerar todas las opciones de tratamiento para los pacientes que vienen aquí en busca de atención médica.
Estos pequeños bebés y sus familias pasan por más cosas de las que la mayoría de nosotros pasaremos en nuestra vida. La increíble adversidad y la resiliencia. Se requiere un equipo para coordinar algo tan serio y tan complejo, y ver que todo salga a la perfección para salvarle la vida a este pequeño hombre y darle un futuro.
Muchos médicos y médicos residentes se sentaron junto a nosotros simplemente para llorar o para hablarnos en algunos de los momentos más difíciles de nuestra vida. Estamos muy asombrados por el nivel de conocimiento que nos rodea.
Es un nivel más auténtico de cuidados médicos; y cuidados médicos son las palabras correctas. Quieren ayudar, ya sea con nuestro hijo, con lo que sentimos o con la manera en que sobrellevamos las cosas. No hay otro lugar donde habríamos podido enfrentar todo esto fuera de Mayo. Asimismo, la recuperación fue rápida. Por primera vez, vamos a volver a casa con nuestro hijo.
Estamos sumamente felices.