Diagnóstico
Ninguna prueba por sí sola puede confirmar que una persona tiene un deterioro cognitivo leve. Se hace el diagnóstico en función de la información que proporciones y los resultados de pruebas que puedan ayudar a esclarecer el diagnóstico.
Muchos proveedores de atención médica diagnostican el deterioro cognitivo leve según los criterios desarrollados por un panel de expertos internacionales:
- Problemas con la memoria u otra función mental. Las personas con deterioro cognitivo leve pueden tener problemas con la memoria, y para planificar, seguir instrucciones o tomar decisiones. Un proveedor de atención médica puede confirmar estos problemas con un miembro de la familia o un amigo cercano.
- Función mental que se deteriora con el tiempo. Esto se diagnostica a través de antecedentes médicos detallados. Este cambio lo confirmará un miembro de la familia o un amigo cercano.
- No se ven afectadas las actividades diarias. Aunque los síntomas puedan causar preocupación, las personas que tienen deterioro cognitivo leve pueden seguir viviendo con normalidad.
- Las pruebas del estado mental muestran un nivel leve de discapacidad para la edad y nivel educativo. Los proveedores de atención médica a menudo usan una prueba breve como la prueba corta del estado mental, la evaluación cognitiva de Montreal o el mini examen del estado mental. Pruebas más detalladas pueden ayudar a determinar el grado de deterioro de la memoria. Las pruebas también pueden ayudar a determinar qué tipos de memoria se ven más afectados y si otras habilidades mentales también están disminuidas.
- No es un diagnóstico de demencia. Los problemas no son lo suficientemente graves como para que se diagnostiquen como demencia por enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencia.
Examen neurológico
Como parte del examen físico, un proveedor de atención médica realiza ciertas pruebas básicas que pueden revelar si el cerebro y el sistema nervioso funcionan bien. Estas pruebas pueden ayudar a detectar signos de enfermedad de Parkinson, accidente cerebrovascular, tumores u otras enfermedades que pueden afectar la memoria y la función física.
Esto es lo que puede evaluarse durante un examen neurológico:
- Reflejos.
- Movimientos oculares.
- Marcha y equilibrio.
Análisis de laboratorio
Los análisis de sangre pueden ayudar a descartar problemas físicos que pueden afectar la memoria. Estos pueden incluir insuficiencia de vitamina B-12 o de hormona tiroidea.
Diagnóstico por imágenes del cerebro
Una exploración por resonancia magnética o tomografía computarizada puede detectar un tumor cerebral, un accidente cerebrovascular o sangrado.
Análisis de estado mental
Las formas breves de las pruebas del estado mental se pueden hacer en aproximadamente 10 minutos. En la prueba, se te pedirá que indiques la fecha y que sigas las instrucciones escritas.
En las formas más extensas de las pruebas, se pueden brindar detalles sobre cómo se compara la función mental de una persona con otras que tienen una edad y una educación similares. Estas pruebas también pueden ayudar a identificar patrones de cambios que aporten indicios sobre la causa de los síntomas.
Tratamiento
El deterioro cognitivo leve es un área activa de investigación. Se están haciendo estudios clínicos para comprender mejor el trastorno y encontrar tratamientos que puedan mejorar los síntomas, o prevenir o retrasar la demencia.
Medicamentos para la enfermedad de Alzheimer
A veces, se administran inhibidores de la colinesterasa, que son los medicamentos para la enfermedad de Alzheimer, a personas con deterioro cognitivo leve cuyo síntoma principal es la pérdida de memoria. Sin embargo, no se recomienda la administración de inhibidores de la colinesterasa para el tratamiento rutinario del deterioro cognitivo leve. Aún se desconoce si afectan la progresión a la demencia y pueden tener efectos secundarios.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó el lecanemab (Leqembi) para personas con enfermedad de Alzheimer y deterioro cognitivo leve debido a la enfermedad de Alzheimer. No se espera que todas las personas con deterioro cognitivo leve cumplan con los requisitos para recibir el tratamiento, ya que solo algunas tienen esta afección debido a la enfermedad de Alzheimer.
En un ensayo clínico de fase 3, se descubrió que el medicamento retrasa el deterioro cognitivo en personas con enfermedad de Alzheimer en etapa incipiente. El lecanemab impide que se agrupen las placas amiloides del cerebro. Este estudio es el mayor realizado hasta la fecha para determinar si eliminar los grupos de placas amiloides del cerebro puede retrasar el avance de la enfermedad.
El lecanemab se administra por infusión intravenosa cada dos semanas. Los efectos secundarios del lecanemab incluyen reacciones relacionadas con la infusión, como fiebre, síntomas parecidos a los de la gripe, náuseas, vómitos, mareos, cambios en la frecuencia cardíaca y falta de aliento.
Además, las personas que toman lecanemab pueden presentar hinchazón cerebral o pequeños sangrados en el cerebro. En raras ocasiones, la hinchazón cerebral puede ser lo bastante grave como para causar convulsiones y otros síntomas. También en raras ocasiones, el sangrado cerebral puede causar la muerte. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos recomienda que se realice una resonancia magnética del cerebro antes de iniciar el tratamiento. También recomienda vigilancia mediante resonancias magnéticas del cerebro mientras dura el tratamiento para detectar síntomas de hinchazón o de sangrado cerebral.
Las personas portadoras de un determinado tipo de un gen denominado APOE e4 parecen correr un mayor riesgo para estas complicaciones graves. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos recomienda someterse a la prueba para detectar este gen antes de iniciar el tratamiento con lecanemab.
Si tomas anticoagulantes o tienes otros factores de riesgo para sangrado cerebral, consulta al profesional de atención médica antes de tomar lecanemab. Los medicamentos anticoagulantes pueden aumentar el riesgo de sangrado cerebral.
Se están llevando a cabo más investigaciones sobre los posibles riesgos de tomar lecanemab. Otras investigaciones están estudiando la eficacia del lecanemab en personas con riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer, entre ellas las que tienen un familiar de primer grado, como el padre, la madre, un hermano o una hermana, con la enfermedad.
Tratamiento de las causas reversibles de deterioro cognitivo leve: dejar de tomar ciertos medicamentos
Ciertos medicamentos pueden causar efectos secundarios que afectan el pensamiento. Se cree que estos efectos secundarios desaparecen cuando se dejan de tomar estos medicamentos. Es importante hablar con el proveedor de atención médica sobre los efectos secundarios y nunca dejar de tomar los medicamentos, a menos que el proveedor de atención médica te indique que lo hagas. Estos medicamentos incluyen los siguientes:
- Las benzodiacepinas, que se utilizan para tratar afecciones tales como ansiedad, convulsiones o alteraciones del sueño.
- Los anticolinérgicos, que tienen efecto sobre las sustancias químicas en el sistema nervioso para tratar muchas clases distintas de afecciones.
- Los antihistamínicos, que suelen usarse para controlar los síntomas de las alergias.
- Los opioides, utilizados generalmente para controlar el dolor.
- Los inhibidores de la bomba de protones, que suelen usarse en el tratamiento del reflujo o de la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Tratamiento de las causas reversibles del deterioro cognitivo leve: otras afecciones
Otras afecciones comunes además del deterioro cognitivo leve pueden hacer que te sientas olvidadizo o menos alerta de lo habitual. El tratamiento de estas afecciones puede ayudar a mejorar tu memoria y función mental en general. Estas son algunas enfermedades que pueden afectar la memoria:
- Presión arterial alta. Las personas con deterioro cognitivo leve son más propensas a tener problemas en los vasos sanguíneos dentro del cerebro. La presión arterial alta puede empeorar estos problemas y causar pérdida de memoria. El proveedor de atención médica vigilará tu presión arterial y recomendará medidas para reducirla si es demasiado alta.
- Depresión. Cuando tienes depresión, a menudo estás olvidadizo o sientes confusión mental. La depresión es común en personas con deterioro cognitivo leve. El tratamiento de la depresión puede ayudar a mejorar la memoria y, al mismo tiempo, a afrontar los cambios en tu vida.
- Apnea del sueño. En esta afección, la respiración se detiene y se reanuda varias veces mientras duermes, lo que interfiere con el buen descanso nocturno. La apnea del sueño puede hacer que te sientas muy cansado durante el día, olvidadizo e incapaz de concentrarte. El tratamiento puede mejorar estos síntomas y hacer que estés más alerta durante el día.
Medicina alternativa
Para ayudar a prevenir o retrasar el deterioro cognitivo leve, se han sugerido algunos suplementos, como la vitamina E, el ginkgo y otros. Sin embargo, es necesario hacer más investigaciones en esta área. Habla con el proveedor de atención médica antes de tomar suplementos, ya que pueden interactuar con los medicamentos que tomas actualmente.
Estilo de vida y remedios caseros
Los estudios realizados para determinar si la dieta, el ejercicio y otras decisiones de vida saludable pueden prevenir o revertir el deterioro cognitivo dieron resultados diversos. De todas formas, estas elecciones saludables promueven una buena salud general y quizás influyan de manera positiva en la salud cognitiva.
- Hacer ejercicio en forma regular aporta beneficios ya conocidos para la salud del corazón y también puede ayudar a prevenir o desacelerar el deterioro cognitivo.
- Una dieta con bajo contenido de grasas y muchas frutas y verduras es otra opción saludable para el corazón, que también puede ayudar a proteger la salud del cerebro.
- Los ácidos grasos omega-3 también son buenos para el corazón. En la mayoría de las investigaciones sobre el omega-3 que demuestran un posible beneficio para la salud del cerebro, se estudia la cantidad de pescado que consumen las personas.
- La estimulación cerebral puede prevenir el deterioro cognitivo. Según diversos estudios realizados, jugar juegos, tocar un instrumento, leer libros y hacer otras actividades puede ayudar a preservar la función cerebral.
- Las relaciones sociales pueden hacer que la vida sea más gratificante y ayudar a preservar la función mental y a desacelerar su deterioro.
- El entrenamiento de la memoria y otras prácticas cognitivas pueden ayudar a mejorar tu función.
Preparación para la consulta
En primer lugar, puedes consultar al proveedor principal de atención médica. Si el proveedor de atención médica sospecha que tienes cambios cognitivos, es posible que te remita a un especialista. Este especialista puede ser un neurólogo, un psiquiatra o un neuropsicólogo.
Debido a que las citas pueden ser breves y suele haber mucho de qué hablar, es recomendable estar bien preparado. A continuación, te damos algunas ideas que te ayudarán a prepararte para la cita y a saber lo que puedes esperar del proveedor de atención médica.
Qué puedes hacer
- Ten en cuenta las restricciones previas a la cita médica. Al programar la cita, pregunta si necesitas estar en ayuno para un análisis de sangre o hacer algo más para prepararte para hacer estudios de diagnóstico.
- Anota todos los síntomas. El proveedor de atención médica querrá conocer detalles sobre la causa de tu preocupación acerca de tu memoria o función mental. Toma nota de algunos de los ejemplos más importantes de falta de memoria u otros lapsus que quieras mencionar. Trata de recordar cuándo fue la primera vez que comenzaste a sospechar que algo podría estar mal. Si crees que tus dificultades están empeorando, prepárate para explicar el motivo.
- Pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe si es posible. La corroboración de un familiar o amigo de confianza puede tener un papel clave en la confirmación de que la pérdida de la memoria es evidente para otras personas. Tener a alguien que te acompañe también puede ayudarte a recordar toda la información que se te proporciona durante la cita médica.
- Haz una lista de tus otras enfermedades. El proveedor de atención médica querrá saber si actualmente estás recibiendo tratamiento para la diabetes, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares anteriores u otras afecciones.
- Haz una lista de todos los medicamentos que tomas. El proveedor de atención médica querrá saber acerca de todos los medicamentos que tomas. Esto incluye medicamentos con receta médica, medicamentos de venta sin receta, vitaminas o suplementos.
Preguntas para hacerle al médico
Como tu tiempo con el proveedor de atención médica es limitado, hacer una lista de preguntas te ayudará a aprovechar al máximo la cita. Organiza las preguntas en orden urgentes a menos importantes por si te quedas sin tiempo durante la cita. En el caso de los cambios cognitivos, estas son algunas preguntas que puedes hacerle al proveedor de atención médica:
- ¿Tengo un problema de memoria?
- ¿Cuál es la causa de mis síntomas?
- ¿Qué pruebas necesito hacerme?
- ¿Debo consultar a un especialista? ¿Cuánto costará? ¿Lo cubrirá mi seguro?
- ¿Existe algún tratamiento?
- ¿Existen ensayos clínicos o tratamientos experimentales que deba considerar?
- ¿Tendré alguna complicación a largo plazo?
- ¿Mis nuevos síntomas afectarán la manera en que controlo mis otras enfermedades?
- ¿Debo respetar alguna restricción?
- ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me recetan?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme a casa? ¿Qué sitios web me recomiendas?
Además de las preguntas que preparaste con anticipación, no dudes en pedirle al proveedor de atención médica que aclare todo lo que no entiendas.
Qué esperar del médico
También es probable que el proveedor de atención médica te haga preguntas. Prepararte para responderlas te dará más tiempo para centrarte en cualquier punto sobre el que quieras hablar en profundidad. El proveedor de atención médica podría hacerte estas preguntas:
- ¿Qué tipos de problemas de memoria tienes? ¿Cuándo aparecieron por primera vez?
- ¿Empeoran constantemente o a veces te sientes mejor y, otras veces, peor?
- ¿Sientes más tristeza o ansiedad de lo habitual?
- ¿Has notado cambios en la forma en que reaccionas a la gente o las situaciones?
- ¿Has notado algún cambio en la calidad o las horas de sueño? ¿Roncas?
- ¿Tienes más energía de lo normal, menos energía de lo normal o aproximadamente la misma energía?
- ¿Qué medicamentos estás tomando? ¿Tomas alguna vitamina o suplemento?
- ¿Bebes alcohol? ¿Cuánto?
- ¿Por qué otras enfermedades recibes tratamiento?
- ¿Has notado temblores o problemas para caminar?
- ¿Tienes problemas para recordar las citas o los horarios en que debes tomar los medicamentos?
- ¿Te has hecho pruebas de audición y de la visión recientemente?
- ¿Hay alguien más en tu familia que alguna vez haya tenido problemas de memoria? ¿Alguien en tu familia recibió un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer o demencia?