Diagnóstico

Durante la exploración física, el médico presionará suavemente la zona afectada para determinar la ubicación del dolor y si hay sensibilidad o hinchazón. El médico evaluará la flexibilidad, la alineación, la amplitud de movimiento, y los reflejos del pie y del tobillo.

Pruebas de diagnóstico por imágenes

Es posible que el médico solicite una o más de las siguientes pruebas para evaluar tu afección:

  • Radiografías. Si bien, en las radiografías no se pueden visualizar los tejidos blandos, como los tendones, estas pueden ayudar a descartar otras enfermedades que pueden causar síntomas similares.
  • Ecografía. Este dispositivo utiliza ondas sonoras para visualizar los tejidos blandos, como los tendones. La ecografía también puede producir imágenes en tiempo real del tendón de Aquiles en movimiento y la ecografía Doppler en color puede evaluar el flujo sanguíneo alrededor del tendón.
  • Resonancia magnética (RM). Mediante el uso de ondas de radio y un imán muy potente, las máquinas de resonancia magnética pueden producir imágenes muy detalladas del tendón de Aquiles.

Tratamiento

La tendinitis suele responder de manera positiva a las medidas de cuidado personal. Pero si los signos y síntomas que manifiestas son graves o persistentes, es posible que el médico sugiera otras opciones de tratamiento.

Medicamentos

Si los analgésicos de venta libre, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) o naproxeno (Aleve), no son suficientes, el médico puede recetarte otros medicamentos más fuertes para reducir la inflamación y aliviar el dolor.

Fisioterapia

Un fisioterapeuta podría sugerirte algunas de las siguientes opciones de tratamiento:

  • Ejercicios. Los terapeutas, a menudo, recetan ejercicios de estiramiento y fortalecimiento específicos para promover la recuperación y para fortalecer el tendón de Aquiles y sus estructuras de soporte.

    Se ha determinado que un tipo especial de fortalecimiento denominado «fortalecimiento excéntrico», que consiste en bajar lentamente un peso luego de elevarlo, es particularmente útil para los problemas persistentes en el tendón de Aquiles.

  • Dispositivos ortopédicos. Una cuña o una plantilla para calzado que eleve ligeramente el talón pueden aliviar la tensión en el tendón y funcionar como un amortiguador que disminuya la cantidad de fuerza ejercida sobre el tendón de Aquiles.

Cirugía

Si varios meses de tratamientos más conservadores no funcionan o si el tendón se ha desgarrado, el médico puede sugerir una cirugía para repararlo.

Autocuidados

Las estrategias de cuidado personal comprenden las siguientes medidas, con frecuencia conocidas como R.I.C.E (acrónimo en inglés para reposo, hielo, compresión y elevación):

  • Reposo. Es posible que debas evitar el ejercicio durante varios días o cambiar a una actividad en la cual no ejerzas presión sobre el tendón de Aquiles, como nadar. En casos graves, es posible que debas usar una bota para caminar y muletas.
  • Hielo. Para disminuir el dolor o la hinchazón, aplica una compresa de hielo en el tendón durante aproximadamente 15 minutos después de hacer ejercicio o cuando sientas dolor.
  • Compresión. Los vendajes o las vendas elásticas compresoras pueden ayudar a reducir la hinchazón y el movimiento del tendón.
  • Elevación. Eleva el pie afectado por encima del nivel del corazón para ayudar a reducir la hinchazón. Durante la noche, eleva el pie afectado para dormir.

Preparación para la consulta

Es posible que primero hables sobre los síntomas con tu médico de familia. Podría derivarte a un especialista en medicina del deporte o de medicina física y de rehabilitación (fisiatra). Si se rompió el tendón de Aquiles, es posible que necesites consultar con un cirujano ortopédico.

Qué puedes hacer

Antes de la consulta, es aconsejable que escribas una lista con las respuestas a las siguientes preguntas:

  • ¿El dolor comenzó de manera repentina o gradual?
  • ¿Los síntomas empeoran en determinados momentos del día o después de ciertas actividades?
  • ¿Qué tipo de calzado usas durante el ejercicio?
  • ¿Qué medicamentos y suplementos tomas habitualmente?

Qué esperar del médico

Prepárate para responder las siguientes preguntas relacionadas con tus síntomas y con los factores que pueden contribuir a causar tu enfermedad:

  • ¿Dónde te duele exactamente?
  • ¿El dolor disminuye con el descanso?
  • ¿Cuál es tu rutina de ejercicios habitual?
  • ¿Hiciste modificaciones en tu rutina de ejercicios recientemente o comenzaste a practicar un deporte nuevo hace poco?
  • ¿Qué hiciste para aliviar el dolor?

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