Descripción general
Una manometría esofágica es una prueba que muestra si el esófago está funcionando bien.
Mide las contracciones musculares del esófago mientras pasa agua hacia el estómago.
Esta prueba puede ayudar a diagnosticar afecciones del esófago, en especial si tienes dificultad para tragar.
El esófago es un conducto muscular largo que conecta la boca con el estómago.
Cuando tragas, tu esófago se contrae desde arriba hacia abajo.
Estas contracciones empujan el alimento al estómago.
La manometría esofágica mide la fuerza de estas contracciones.
Además, muestra si estos músculos funcionan bien en conjunto para transportar alimento.
Durante la manometría esofágica, se pasa una sonda delgada y flexible por la nariz.
Esta sonda, también denominada catéter, tiene sensores de presión.
Baja por el esófago hacia el estómago.
Es posible utilizar la manometría esofágica para ayudar a diagnosticar afecciones raras como:
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Acalasia.
En esta afección, el músculo del esfínter esofágico inferior no se relaja lo suficiente para permitir el ingreso de alimentos al estómago.
Los síntomas incluyen dificultad al tragar y que los alimentos vuelvan a la garganta.
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Espasmo esofágico difuso.
Ocurre cuando las contracciones de los músculos esofágicos son frecuentes, forzadas y están desincronizadas.
Esto puede generar dificultad al tragar o dolor en el pecho.
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Esclerodermia.
En la esclerodermia, los músculos en la parte inferior del esófago dejan de moverse, lo que causa reflujo gastroesofágico grave (enfermedad por reflujo gastroesofágico).
La esclerodermia es una afección progresiva.
Por qué se realiza
Tu equipo de atención médica podría sugerir una manometría esofágica si tienes síntomas que causan preocupación sobre el funcionamiento de tu esófago.
La manometría esofágica muestra los patrones de movimiento mientras pasa el agua del esófago al estómago.
La prueba mide los músculos en la parte superior e inferior del esófago.
Estos se denominan músculos de esfínter.
El examen muestra qué tan bien los músculos abren y cierran.
Además, mide la presión, velocidad y patrón de ondas de las contracciones musculares en el esófago cuando se traga agua.
Se pueden necesitar otros exámenes según tus síntomas.
Estos exámenes muestran o descartan otros problemas como estrechamiento del esófago, obstrucción total o inflamación.
Si tu síntoma principal es dolor o dificultad para tragar, podrías necesitar una radiografía o una endoscopia superior.
En la endoscopia superior, un profesional de atención médica utiliza una cámara diminuta en el extremo de una sonda para ver el aparato digestivo superior.
Esto incluye esófago, estómago y las primeras 6 pulgadas (alrededor de 15 centímetros) del intestino delgado.
Este examen normalmente se hace antes de una manometría esofágica.
Si el profesional de atención médica ha recomendado cirugía de antireflujo para tratar la enfermedad por reflujo gastroesofágico, antes podrías necesitar una manometría esofágica.
Esto ayuda a descartar la acalasia o la esclerodermia, que no se pueden tratar con cirugía para la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Si has probado tratamientos para la enfermedad por reflujo gastroesofágico pero aún tienes dolor en el pecho que no lo causa tu corazón, tu profesional de atención médica podría recomendarte la manometría esofágica.
Riesgos
En general, la manometría esofágica es un examen seguro, y no es común que surjan complicaciones.
Sin embargo, es posible que sientas algunas molestias durante la prueba, entre las que se encuentran las siguientes:
- Arcadas cuando la sonda pasa por la garganta.
- Ojos llorosos.
- Irritación en la nariz y la garganta.
Después de la manometría esofágica, es posible que tengas algunos efectos secundarios leves.
Estos suelen desaparecer en unas horas.
Los efectos secundarios pueden ser los siguientes:
- Dolor de garganta.
- Congestión nasal.
- Sangrado nasal leve.
Cómo prepararse
Debes estar en ayunas antes de la manometría esofágica.
El profesional de atención médica te indicará cuándo dejar de comer y beber antes de la prueba.
También dile al profesional de atención médica cuáles medicamentos tomas.
Se te puede pedir que dejes de tomar algunos medicamentos antes de la prueba.
Lo que puedes esperar
Esta prueba es un procedimiento ambulatorio.
Estarás despierto y la mayoría de las personas lo tolera bien.
Es posible que te pidan que te pongas una bata hospitalaria antes de que comience la prueba.
Durante la manometría esofágica
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Tu nariz y tu garganta se adormecen.
Mientras estás sentado, un miembro del equipo de atención médica te rocía la garganta con un medicamento para adormecer o te aplica un gel anestésico en la nariz o ambos.
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Se coloca un catéter.
Se guiará un catéter a través de la nariz hasta el esófago.
El catéter puede estar cubierto con una funda llena de agua.
El catéter no interfiere en tu respiración.
Sin embargo, es posible que se te humedezcan los ojos y que tengas arcadas.
Podrías tener un ligero sangrado nasal a causa de la irritación.
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Te colocan en una mesa.
Una vez que el catéter esté colocado, te piden que te recuestes boca arriba en una mesa de exploración o que permanezcas sentado.
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Tragas agua.
Luego, tragas pequeños sorbos de agua.
Mientras lo haces, una computadora conectada al catéter registra la presión, la velocidad y el patrón de las contracciones del músculo esofágico.
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Permaneces en calma y sin moverte.
Durante la prueba, se te pide que respires lenta y suavemente.
Quédate lo más quieto que puedas y traga solo cuando te lo pidan.
Es posible que un miembro del equipo de atención médica mueva el catéter hacia arriba o hacia abajo hasta el estómago mientras continúa sus mediciones.
- Luego el catéter se extrae lentamente.
La prueba suele durar aproximadamente 30 minutos.
Después de la manometría esofágica
Una vez finalizada la manometría esofágica, puedes retomar tus actividades habituales.
Resultados
Tu equipo de atención médica obtiene los resultados de tu manometría esofágica en 1 a 2 días.
Los resultados de la prueba se pueden usar para tomar decisiones antes de la cirugía o para ayudar a hallar la causa de los síntomas esofágicos.
Planifica analizar los resultados con tu equipo de atención médica en una cita de seguimiento.