Panorama general
En un trasplante de riñón de donante fallecido, se trasplanta un riñón de alguien que acaba de morir a alguien que lo necesita.
El riñón se extrae de la persona que acaba de morir con el consentimiento de la familia o por la información de la tarjeta de donante.
La persona que recibe el riñón tiene riñones que han fallado y ya no funcionan correctamente.
El riñón donado se almacena en hielo o se conecta a una máquina.
La máquina proporciona oxígeno y nutrientes hasta que el riñón se trasplanta a la persona que lo necesita.
El donante y el receptor suelen encontrarse en la misma región geográfica.
Esto ayuda al centro de trasplantes a reducir el tiempo que el riñón está fuera del cuerpo humano.
Solo se necesita un riñón para cubrir las necesidades del organismo.
Por este motivo, una persona viva puede donar un riñón y seguir llevando una vida sana.
El trasplante de riñón de donante vivo es una alternativa a recibir un riñón de alguien que ha fallecido.
En general, más de dos tercios de los trasplantes de riñón que se realizan cada año en EE. UU. son trasplantes de riñón de donante fallecido.
El resto son trasplantes de riñón de donantes vivos.
La necesidad de riñones de donantes fallecidos es mucho mayor que la oferta.
La lista de espera para un trasplante de riñón superó las 139 000 personas en 2021.
Por qué se hace
Las personas con enfermedad renal en etapa terminal tienen riñones que ya no funcionan.
Las personas con enfermedad renal en etapa terminal deben eliminar los residuos del torrente sanguíneo para seguir con vida.
Los residuos pueden eliminarse a través de una máquina en un proceso denominado diálisis.
También pueden recibir un trasplante de riñón.
Para la mayoría de las personas con enfermedad renal avanzada o insuficiencia renal, el trasplante de riñón es el tratamiento de preferencia.
En comparación con la diálisis de por vida, el trasplante de riñón ofrece un riesgo de muerte menor, mejor calidad de vida y más opciones alimentarias.
Riesgos
Los riesgos del trasplante de riñón de donante fallecido son similares a los del trasplante de riñón de donante vivo.
Algunos son como los riesgos de cualquier cirugía.
Otros tienen que ver con el rechazo del órgano y los efectos secundarios de los fármacos que previenen el rechazo.
Algunos de los riesgos son los siguientes:
- Dolor.
- Infección en el lugar de la incisión.
- Sangrado.
- Coágulos sanguíneos.
- Rechazo del órgano.
Se caracteriza por fiebre, sensación de cansancio, escasa producción de orina y dolor y sensibilidad en la zona del nuevo riñón.
- Efectos secundarios de los medicamentos anti-rechazo.
Entre ellos, crecimiento del vello, acné, aumento de peso, cáncer y mayor riesgo de infecciones.
Cómo prepararte
Si el médico te recomienda un trasplante de riñón, se te remitirá a un centro de trasplantes.
Puedes escoger un centro de trasplantes por tu cuenta o elegir un centro de la lista que ofrece tu compañía de seguros sobre los proveedores de atención médica de preferencia.
Después de haber escogido un centro de trasplantes, se te evaluará para determinar si cumples con los criterios de elegibilidad del centro.
La evaluación puede demorar varios días y consiste en:
- Un examen físico completo.
- Estudios de diagnóstico por imágenes, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas.
- Análisis de sangre.
- Estudios de detección de cáncer.
- Evaluación psicológica.
- Evaluación del apoyo social y económico.
- Cualquier otra prueba basada en tu historial médico.
Una vez realizadas las pruebas, el equipo de trasplantes te dirá si eres candidato a un trasplante.
Si no hay un donante vivo compatible, tu nombre se incluirá en una lista de espera para recibir un riñón de un donante fallecido.
Todas las personas que esperan un órgano de un donante fallecido están inscritas en una lista de espera nacional.
La lista de espera es un sistema informático que almacena información sobre las personas que esperan un riñón.
Cuando se dispone de un riñón de donante fallecido, la información sobre ese riñón se introduce en el sistema informático para buscar un candidato compatible.
La computadora genera una posible compatibilidad según varios factores.
Entre ellos figuran el grupo sanguíneo, el tipo de tejido, el tiempo que la persona lleva en lista de espera y la distancia entre el hospital donante y el hospital de trasplante.
El gobierno federal supervisa el sistema para garantizar que todas las personas que esperan un órgano tengan las mismas posibilidades.
El organismo que supervisa el sistema se llama Red de Adquisición y Trasplante de Órganos.
Algunas personas que esperan un donante fallecido consiguen un donante compatible en pocos meses.
Otras pueden esperar varios años.
Mientras estés en la lista, te harán chequeos cada cierto tiempo para determinar si aún eres un candidato adecuado para el trasplante.
Qué esperar
El centro de trasplantes puede identificar un riñón de donante fallecido que sea compatible contigo en cualquier momento del día o de la noche.
Te contactarán de inmediato y te pedirán que acudas al centro de trasplantes en un plazo determinado.
Deberás estar listo para ir al centro de inmediato para ser evaluado.
El equipo de trasplantes se asegurará de que el riñón esté en buenas condiciones para el trasplante.
También se asegurarán de que sigues gozando de buena salud en general y de que el riñón es compatible contigo.
Si todo parece ir bien, te prepararán para la cirugía.
Durante la cirugía, el riñón del donante se coloca en la parte inferior del abdomen.
Los vasos sanguíneos del riñón nuevo se unen a los vasos sanguíneos del área pélvica, justo arriba de una de las piernas.
El cirujano también conecta el conducto del nuevo riñón a la vejiga para permitir el flujo de orina.
Este conducto se denomina uréter.
El cirujano suele dejar tus propios riñones en el lugar.
Pasarás varios días o semanas en el hospital.
Tu equipo de atención médica te explicará qué medicamentos debes tomar.
También te dirá qué problemas debes tener en cuenta.
Resultados
Luego de un trasplante de riñón exitoso, el nuevo riñón filtrará la sangre y eliminará los desechos.
Ya no necesitarás diálisis.
Tomarás medicamentos para evitar que tu cuerpo rechace el riñón del donante.
Estos medicamentos anti-rechazo ayudan a inhibir el sistema inmunitario.
Esto hace que tu organismo sea más propenso a contraer una infección.
Por ello, tu médico puede recetarte medicamentos antibacterianos, antivíricos y antifúngicos.
Es importante que tomes todos los medicamentos tal como te los recetó el médico.
Tu cuerpo puede rechazar el nuevo riñón si te salteas los medicamentos incluso por un período corto.
Comunícate con tu equipo del trasplante de inmediato si tienes efectos secundarios que no te permiten tomar los medicamentos.
Luego del trasplante, asegúrate de realizarte autocontroles de la piel y de ir a citas de control con un dermatólogo para detectar un posible cáncer de piel.
Además, se recomienda mantenerse actualizado con los demás exámenes de detección de cáncer.