Descripción general
La cirugía de tobillo puede ser una opción cuando los tratamientos más conservadores no alivian el dolor de tobillo causado por la artritis grave. El tipo de cirugía adecuado para ti depende de tu edad, tu nivel de actividad y la gravedad del daño o la deformidad articular. Las articulaciones del tobillo gravemente dañadas podrían requerir que los huesos se fusionen o incluso se reemplacen con una articulación artificial.
Fusión de tobillo
En este procedimiento, el cirujano raspa los extremos de los huesos dañados y luego los sujeta con placas y tornillos metálicos. Durante el proceso de cicatrización, los huesos dañados se fusionan en un hueso combinado.
La fusión de tobillo, en general, es muy exitosa para aliviar el dolor que provoca la artritis. Pero también reduce la movilidad del tobillo. Para compensar esto, es posible que las articulaciones cercanas se muevan más, lo que aumenta el riesgo de presentar artritis en ellas.
Por lo general, esta fusión se recomienda para personas jóvenes con estilos de vida activos. En comparación con el reemplazo de tobillo, la fusión de tobillo:
- Suele ser más duradera
- Requiere menos restricciones en la actividad durante la recuperación
Reemplazo de tobillo
En este procedimiento, el cirujano extrae los extremos de los huesos dañados y coloca en ellos una articulación de plástico y metal de remplazo. La articulación artificial ayuda al tobillo a conservar un movimiento más natural, de modo que existe un menor riesgo de tener artritis en las articulaciones cercanas. Sin embargo, es posible que se aflojen los componentes.
Las articulaciones artificiales de tobillo suelen recomendarse a personas sanas mayores de 60 años con estilos de vida menos activos. Las actividades de alto impacto, como correr y saltar, pueden dañar una articulación artificial de tobillo.
El reemplazo de tobillo probablemente no sea una buena opción para ti en los siguientes casos:
- Tienes menos de 50 años
- Tienes los ligamentos del tobillo debilitados
- Participas en deportes o un trabajo de alto impacto
- Tienes los huesos del tobillo desalineados
- Tienes bastante sobrepeso
- Tienes una lesión a los nervios causada por la diabetes
- Fumas mucho