El dolor de brazo puede tener muchas causas diferentes. Algunas de ellas son el desgaste natural, el uso excesivo, lesiones, nervios pinzados y ciertas enfermedades, como la artritis reumatoide y la fibromialgia. Según la causa, puede comenzar repentinamente o desarrollarse a lo largo del tiempo.
El dolor de brazo puede estar relacionado con problemas musculares, de huesos, tendones, ligamentos y nervios. También puede relacionarse con problemas en las articulaciones de los hombros, los codos y las muñecas. Con frecuencia, el dolor de brazo ocurre debido a un problema en el cuello o la parte superior de la columna vertebral. El dolor de brazo, especialmente el que se propaga desde el brazo izquierdo, puede ser un síntoma de ataque cardíaco.
Busca atención médica de inmediato o ve a la sala de emergencias en los siguientes casos:
- Tienes dolor de brazo, hombro o espalda que se manifiesta de forma repentina, es intenso o está acompañado por presión, compresión u opresión en el pecho. Esto puede ser un síntoma de ataque cardíaco.
- El brazo, el hombro o la muñeca se doblan de manera inusual o se puede ver el hueso, en especial si tienes sangrado u otras lesiones.
Consulta al proveedor de atención médica lo antes posible en los siguientes casos:
- Tienes dolor en el brazo, el hombro o la espalda que se manifiesta al hacer cualquier actividad y mejora cuando descansas. Esto puede ser un síntoma de enfermedad cardíaca o de flujo sanguíneo reducido hacia el músculo cardíaco.
- Te lesionas el brazo de manera repentina, especialmente si escuchas un crujido o chasquido.
- Tienes dolor intenso e hinchazón en el brazo.
- Problemas para mover el brazo con normalidad o para girarlo con la palma hacia arriba y luego hacia abajo, y viceversa.
Programa una cita médica con el proveedor de atención médica si tienes lo siguiente:
- Dolor de brazo que no mejora después de recibir cuidados en casa.
- Enrojecimiento, hinchazón o dolor que empeoran en el área lesionada.
Autocuidado
En el caso de algunas lesiones graves en el brazo, podrías comenzar por cuidados en casa hasta que puedas recibir atención médica. Si crees que te quebraste el brazo o la muñeca, entablilla la zona sin modificar la postura para ayudar a mantener el brazo quieto. Pon hielo en la zona.
Si tienes compresión de un nervio, una lesión por esfuerzo o por realizar una actividad de manera repetitiva, sigue al pie de la letra todas las recomendaciones de tratamiento que te haya dado el proveedor de atención médica. Estos pueden ser fisioterapia, evitar ciertas actividades o hacer ejercicios, entre otros. También pueden consistir en mantener una buena postura y usar un cabestrillo o un vendaje. Podrías intentar tomarte descansos frecuentes en el trabajo y al hacer actividades repetitivas, como tocar un instrumento o practicar tu swing de golf.
La mayoría de los otros tipos de dolor de brazo pueden mejorar por sí solos, especialmente si comienzas con el método R.I.C.E. (acrónimo en inglés para reposo, hielo, compresión y elevación) poco después de que se produjera la lesión.
- Reposo. Toma un descanso de tus actividades habituales. Luego, empieza a usar el área afectada y a hacer estiramientos leves según las recomendaciones del proveedor de atención médica.
- Hielo. Coloca una compresa de hielo o una bolsa de guisantes congelados en la zona dolorida durante 15 o 20 minutos, tres veces por día.
- Compresión. Usa un vendaje o una venda elásticos en la zona para reducir la hinchazón y proporcionar soporte.
- Elevación. Si es posible, eleva el brazo para reducir la hinchazón.
Prueba con medicamentos para aliviar el dolor que puedes comprar sin una receta médica. Los productos para la piel, como cremas, parches y geles, pueden ayudar. Algunos ejemplos son los productos que incluyen mentol, lidocaína o diclofenaco sódico (Voltaren para el dolor de artritis). También puedes probar medicamentos de venta libre para aliviar el dolor, como el acetaminofén (Tylenol u otros), el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) o el naproxeno sódico (Aleve).
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