Muchos bebés regurgitan. Aquí explicamos lo que significa la regurgitación y cuándo podría indicar un problema más grave.

Escrito por el personal de Mayo Clinic

Acabas de alimentar a tu bebé con leche materna o leche de fórmula solo para ver que regurgita prácticamente todo lo que tomó. ¿Está bien que regurgite? Averigua más sobre la regurgitación y qué puedes hacer al respecto.

La regurgitación es común en los bebés. Durante los primeros tres meses, alrededor de la mitad de los bebés lo hacen. El alimento regresa del estómago por el mismo conducto que lo llevó hacia el estómago, que se llama esófago. Esta afección se conoce como reflujo gastroesofágico, reflujo ácido infantil o reflujo del lactante.

Un músculo ubicado entre el esófago y el estómago mantiene los alimentos en el estómago. El músculo se llama esfínter esofágico inferior. Hasta que este músculo termine de madurar, es posible que el bebé regurgite. Esto se produce principalmente cuando el estómago del bebé está lleno.

A veces, puede ser difícil notar la diferencia. Muchas veces, la regurgitación es el camino más fácil para el alimento que se encuentra en el estómago del bebé, y este vuelve a la boca. El bebé también podría eructar. La regurgitación también podría estar acompañada de vómito, pero este sale con fuerza. Sale disparado de la boca en lugar de salir lentamente.

En general, la regurgitación no afecta el crecimiento de un bebé. ¿Se ve saludable tu bebé? ¿Aumenta de peso tu bebé? Entonces, no tienes de qué preocuparte.

Ten en cuenta que cuando ves cuánto ha regurgitado tu bebé en función del tamaño de la mancha, puedes pensar que es más de lo que realmente es. Los bebés casi siempre regurgitan solo uno o dos sorbos de la leche materna o leche de fórmula.

La mayoría de los bebés dejan de regurgitar cuando llegan a los 12 meses.

Prueba estos consejos:

  • Mantén al bebé en posición vertical. Mantén la cabeza del bebé más alta que el resto del cuerpo cada vez que coma. Mantén al bebé erguido durante 30 minutos después de comer. No dejes que realice juegos muy activos o use un columpio después de comer.
  • No lo sobrealimentes. Dale pequeñas cantidades con más frecuencia.
  • Haz que eructe con más frecuencia. Los eructos frecuentes durante cada comida y después pueden evitar la acumulación de aire en el estómago del bebé.
  • Presta atención a lo que comes. Si estás amamantando, es posible que el profesional de atención médica del bebé te sugiera no ingerir lácteos o ciertos alimentos.
  • Mantén al bebé lejos del humo de tabaco. El humo de tabaco aumenta el reflujo gastroesofágico en los adultos. Más allá de empeorar la regurgitación, estar en contacto con el humo es malo para la salud del bebé por muchos motivos.

Incluso si el bebé regurgita, ponlo boca arriba para dormir. Esto es para reducir el riesgo para el síndrome de muerte infantil súbita. No acuestes al bebé a dormir boca abajo para evitar que regurgite.

Ciertos síntomas podrían indicar una afección subyacente o algo más grave que solo regurgitación. Comunícate con el profesional de atención médica del bebé si ocurre lo siguiente con tu bebé:

  • No aumenta de peso.
  • Vomita con fuerza.
  • Regurgita líquido verde o amarillo.
  • Vomita sangre o un material que se parece al sedimento del café.
  • No quiere comer.
  • Tiene sangre en las heces.
  • Tiene dificultad para respirar u otros signos de enfermedad.
  • Comienza a regurgitar de los 6 meses en adelante.
  • Llora más de lo habitual o está más irritable que de costumbre.
  • Moja los pañales menos de lo habitual.

El tratamiento dependerá del motivo que hace que el bebé regurgite. Puede haber formas de alimentarlo que sirvan para mejorar la situación. A veces, un profesional de atención médica podría recetarle medicamentos para tratar el reflujo.

April 13, 2025