Después del trasplante de hígado, debes hacer que el ejercicio y la actividad física sean parte de tu vida cotidiana para seguir mejorando tu salud y tu estado físico. Hacer ejercicio regularmente te ayuda a controlar el peso, fortalecer tus huesos, mejorar tu funcionamiento físico y aumentar tu energía.

Tu equipo de tratamiento puede trabajar contigo para preparar un programa de ejercicios de rutina para satisfacer tus necesidades. Inmediatamente después del trasplante, debes caminar lo más que puedas. A medida que te recuperas, puedes aumentar lentamente la cantidad de actividad física que realizas. Evita levantar más de 15 libras (6,8 kg) durante los tres meses posteriores al trasplante.

June 20, 2019