Descripción general

Una fístula vaginal es una abertura inusual que se desarrolla entre la vagina y otro órgano, como la vejiga, el colon o el recto. El profesional de atención médica puede describir la fístula vaginal como un agujero en la vagina que permite el paso de la orina, los gases o las heces.

Las fístulas vaginales pueden desarrollarse después del parto, o de una lesión, una cirugía, una infección o una radioterapia. Es posible que necesites cirugía para corregir una fístula.

Existen varios tipos de fístulas vaginales. El nombre varía según la ubicación de la fístula y los órganos que afecta:

  • Fístula vesicovaginal. Se conoce también como fístula vesical y es una abertura que se forma entre la vagina y la vejiga urinaria. Es una de las fístulas más comunes.
  • Fístula ureterovaginal. Este tipo de fístula se produce cuando la abertura inusual se desarrolla entre la vagina y los conductos que transportan la orina desde los riñones hasta la vejiga. Estos conductos se denominan uréteres.
  • Fístula uretrovaginal. La abertura se produce entre la vagina y la uretra o conducto que transporta la orina fuera del cuerpo, y también se conoce como fístula uretral.
  • Fístula rectovaginal. En este tipo de fístula, la abertura se produce entre la vagina y la parte inferior del intestino grueso, denominada recto.
  • Fístula colovaginal. La abertura se produce entre la vagina y el colon.
  • Fístula enterovaginal. La abertura se encuentra entre el intestino delgado y la vagina.

Síntomas

Los síntomas de una fístula vaginal pueden incluir los siguientes:

  • Fuga de orina, heces o gases a través de la vagina
  • Infecciones frecuentes de las vías urinarias
  • Orina con olor raro o con sangre
  • Flujo o secreción vaginal con apariencia u olor raros
  • Dolor durante las relaciones sexuales
  • Dolor, hinchazón o irritación en el perineo, que es el área entre la vagina y el ano
  • Infecciones vaginales recurrentes

Los síntomas exactos de una persona dependen, en parte, de la ubicación de la fístula.

Cuándo debes consultar a un médico

Pide al equipo de atención médica que te haga un control médico si crees que tienes síntomas de una fístula vaginal. Informa a tu profesional de atención médica si tienes síntomas que afecten tu vida cotidiana, tus relaciones o tu salud mental.

Causas

Las fístulas vaginales tienen varias causas posibles, que incluyen determinadas enfermedades y problemas que se producen debido a una cirugía. Estas causas incluyen las siguientes:

  • Complicaciones quirúrgicas. Las cirugías en la pared vaginal, el ano o el recto pueden derivar en fístulas vaginales. Puede suceder lo mismo con una cirugía en el perineo, que es el área entre la vagina y el ano. Las fístulas se pueden formar por distintas razones, como lesiones durante una cirugía e infecciones después de una intervención quirúrgica. Los cirujanos capacitados pueden corregir lesiones mientras operan, lo que disminuye el riesgo de que se produzca una fístula. Sin embargo, las complicaciones como las fístulas son más comunes después de la cirugía en personas con diabetes o que consumen tabaco.

    La histerectomía, o cirugía para extirpar el útero, es un ejemplo de una operación que puede aumentar el riesgo de una fístula vaginal. El riesgo es mayor si la histerectomía es más compleja. Por ejemplo, el riesgo aumenta si la cirugía demora más de cinco horas, si hubo mucha pérdida de sangre o si se tuvo que extraer más tejido circundante.

  • Lesiones durante el parto. Una fístula vaginal podría deberse al desgarro que se produce a veces cuando la cabeza del bebé sale por la abertura de la vagina. Una fístula también podría formarse debido a la infección de un corte quirúrgico que se hizo entre la vagina y el ano para ayudar a que salga el bebé. Esta causa no es común en los países desarrollados.

    Un trabajo de parto muy prolongado porque el bebé no puede entrar en el canal de parto puede aumentar el riesgo de una fístula vaginal, principalmente en países en desarrollo. Eso se debe, en parte, a que puede haber limitaciones en cuanto a la posibilidad de hacer un parto de emergencia, como una cesárea.

  • Enfermedad de Crohn. Esta afección inflama el tejido que reviste el tubo digestivo. Si sigues tu plan de tratamiento para la enfermedad de Crohn, lo más probable es que no se forme una fístula vaginal. La enfermedad de Crohn es un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal. La colitis ulcerativa, que es otro tipo de enfermedad inflamatoria intestinal, también puede derivar en fístulas vaginales, pero el riesgo de que eso suceda es todavía más bajo.
  • Determinados tipos de cáncer y radioterapia. El cáncer de ano, recto, vagina o cuello del útero puede derivar en una fístula vaginal. Puede suceder lo mismo debido al daño de la radioterapia para tratar un cáncer en el área de la pelvis.
  • Diverticulitis Esta afección implica la presencia de pequeñas bolsas abultadas en el tubo digestivo. La diverticulitis que deriva en una fístula vaginal es más común en personas mayores.
  • Una gran cantidad de heces se atasca en el recto. Esta afección recibe el nombre de impactación fecal. También es más probable que cause una fístula vaginal en una persona mayor.

Factores de riesgo

Una fístula vaginal no tiene factores de riesgo evidentes.

Complicaciones

Las fístulas vaginales pueden derivar en otras enfermedades o complicaciones. Las complicaciones de las fístulas vaginales incluyen las siguientes:

  • Fístulas recurrentes.
  • Infecciones pélvicas en curso
  • Estrechamiento de la vagina, el ano o el recto, que también recibe el nombre de estenosis
  • Problemas para que una persona quede encinta
  • Pérdida de un embarazo después de la semana 20, que se conoce como muerte fetal intrauterina

Prevención

No hay medidas que puedas tomar para prevenir una fístula vaginal.