Descripción general

La ansiedad por separación es una fase típica de muchos bebés y niños pequeños. Los niños pequeños suelen tener un período en el que se sienten ansiosos o angustiados cuando tienen que separarse de sus padres o cuidadores principales. Ejemplos de esto pueden ser las lágrimas cuando lo dejan en la guardería o ponerse molesto cuando una nueva persona los sostiene. Por lo general, esto comienza a mejorar alrededor de los 2 o 3 años de edad.

En algunos niños, la ansiedad por separación intensa y continua es un signo de un trastorno más grave conocido como trastorno de ansiedad por separación. El trastorno de ansiedad por separación se puede identificar desde la edad preescolar.

Tu hijo puede tener trastorno de ansiedad por separación si la ansiedad por separación parece más intensa que la de otros niños de la misma edad o dura más tiempo, interfiere con la escuela u otras actividades diarias, o incluye ataques de pánico u otros comportamientos problemáticos. A menudo, la ansiedad por separación se relaciona con la ansiedad del niño por estar lejos del padre y la madre o el tutor legal, pero también puede relacionarse con otra persona cercana encargada del cuidado.

Con menos frecuencia, el trastorno de ansiedad por separación puede ocurrir en adolescentes y adultos. Esto puede causar grandes problemas para salir de casa o ir a trabajar.

El tratamiento puede disminuir los síntomas del trastorno de ansiedad por separación. El tratamiento puede incluir tipos específicos de terapia, a veces junto con medicamentos.

Síntomas

El trastorno de ansiedad por separación se diagnostica cuando los síntomas son mucho mayores de lo esperado para el desarrollo madurativo de una persona y causan gran angustia o problemas para realizar las actividades diarias. Los síntomas pueden incluir los siguientes:

  • El sufrimiento emocional intenso y repetido al pensar en la separación o cuando se está lejos del hogar o de los seres queridos. Esto puede incluir ser dependiente o tener rabietas por la separación que duran más o son más graves que las de otros niños de la misma edad.
  • Preocupación intensa y constante en relación con la pérdida del padre, la madre u otro ser querido por una enfermedad, muerte o un desastre o un daño que pudiera sucederles.
  • Preocupación constante por que suceda algo malo, como perderse o ser secuestrado y separarse de los padres u otros seres queridos.
  • No querer o negarse a estar fuera del hogar por miedo a la separación.
  • No querer estar solo en casa o en algún lugar sin un padre, madre u otro ser querido cerca, si el niño ha alcanzado una edad en la que se podría esperar que se quede solo.
  • No querer o negarse a dormir fuera de casa o a dormir sin un padre, madre u otro ser querido cerca, si el niño ha alcanzado una edad en la que se podría esperar este tipo de actividades.
  • Pesadillas repetidas sobre la separación.
  • Quejas repetidas de dolores de cabeza, dolores de estómago u otros síntomas durante la separación del padre, la madre u otro ser querido, o antes de dicha separación.

El trastorno de ansiedad por separación puede ocurrir junto con ataques de pánico. Los ataques de pánico son momentos repetidos de sentimientos repentinos de ansiedad intensa y miedo o terror que alcanzan un máximo en una cuestión de minutos.

Cuándo debes consultar a un médico

El trastorno de ansiedad por separación generalmente no desaparece sin tratamiento, y puede llevar al trastorno de pánico y otros trastornos de ansiedad en la edad adulta.

Si tienes inquietudes acerca de la ansiedad por separación de tu hijo, habla con el pediatra de tu hijo o con otro profesional de atención médica.

Causas

En algunas ocasiones, la ansiedad por separación puede aparecer a causa de estrés cotidiano que ocasiona la separación de un ser querido. Los ejemplos incluyen el divorcio de los padres, el cambio de escuela, la mudanza a una nueva ubicación o la muerte de un ser querido. La genética puede desempeñar un papel en que la ansiedad por separación se convierta en un trastorno de ansiedad por separación.

Factores de riesgo

El trastorno de ansiedad por separación ocurre más a menudo en la infancia. Pero puede continuar en la adolescencia y, a veces, en la edad adulta.

Los factores de riesgo pueden ser los siguientes:

  • Estrés de la vida o pérdidas que causan la separación. Algunos ejemplos son la enfermedad o muerte de un ser querido, la pérdida de una mascota querida, el divorcio de los padres o la mudanza o la partida hacia la escuela.
  • Antecedentes familiares. Tener parientes consanguíneos con síntomas de ansiedad o un trastorno de ansiedad puede aumentar el riesgo de presentar un trastorno de ansiedad por separación.
  • Cuestiones situacionales. Pasar por algún tipo de catástrofe o acontecimiento vital traumático puede aumentar el riesgo de presentar un trastorno de ansiedad por separación.

Complicaciones

El trastorno de ansiedad por separación ocasiona una gran sufrimiento emocional y dificultades para funcionar en casa, en situaciones sociales, en el trabajo o la escuela.

Los trastornos que pueden acompañar el trastorno de ansiedad por separación incluyen:

  • Otros trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, los ataques de pánico, las fobias, el trastorno de ansiedad social o la agorafobia.
  • Trastorno obsesivo compulsivo.
  • Depresión.

Prevención

No hay una manera segura de prevenir el trastorno de ansiedad por separación de tu hijo, pero las siguientes recomendaciones pueden ayudar.

  • Obtén asesoramiento profesional cuanto antes si te preocupa que la ansiedad de tu hijo mucho peor que la de otros niños en la misma etapa de desarrollo madurativo. El diagnóstico y tratamiento temprano puede ayudar a reducir los síntomas de la ansiedad y evitar el empeoramiento de la afección.
  • Sigue el plan de tratamiento para prevenir recaídas o el empeoramiento de los síntomas.
  • Obtén un tratamiento con base en pruebas y busca apoyo si presentas ansiedad, depresión u otros problemas de salud mental, para que pueda enseñar a tu hijo la capacidad de afrontar una situación difícil de forma saludable.