Diagnóstico
Un hoyuelo sacro se diagnostica con un examen físico, generalmente durante el primer examen del bebé. Si el hoyuelo es grande o si está acompañado por un mechón de pelo, acrocordones de la piel o determinados tipos de cambios de color en la piel, el médico puede pedir pruebas por imágenes para ver si hay problemas en la médula espinal.
Algunas de estas pruebas incluyen las siguientes:
- Ecografía. En este procedimiento no invasivo se usan ondas sonoras para producir imágenes de las estructuras del cuerpo.
- Imágenes por resonancia magnética. Si se necesita más detalle, el médico puede recomendar una resonancia magnética, en la que se usan ondas de radio y un potente campo magnético para generar imágenes transversales del cuerpo. Con este método, se necesitan medicamentos a fin de evitar que el niño se mueva durante el estudio (sedación).
Tratamiento
No es necesario hacer tratamiento para un simple hoyuelo sacro.
Preparación para la consulta
En general, tu hijo no tendrá que acudir al proveedor de atención médica por un hoyuelo sacro. Si tienes preguntas sobre el hoyuelo sacro, puedes hacerlas cuando traigas a tu hijo al consultorio para las visitas de rutina.
Algunas preguntas básicas que podrías hacerle al proveedor de atención médica de tu hijo incluyen las siguientes:
- ¿Mi hijo necesita otros análisis para saber si no hay otra causa?
- ¿La zona del hoyuelo necesita alguna limpieza o cuidado especial?
- ¿Se necesita algún tratamiento?
- ¿El hoyuelo sacro se asocia en algún caso con otras afecciones más graves?