Diagnóstico
Para diagnosticar el síndrome de rumiación, el profesional de la salud hace preguntas sobre los síntomas actuales y analiza los antecedentes médicos. Este síndrome se puede diagnosticar combinando un primer examen con la observación de la conducta.
A veces, se utilizan pruebas como la manometría esofágica de alta resolución y la impedanciometría para confirmar el diagnóstico. Estas pruebas muestran si aumentó la presión en el abdomen. También sirven para obtener una imagen de la función irregular, que puede usarse luego en la terapia conductual.
Estas son otras de las pruebas a las que se puede recurrir para descartar posibles causas de tus síntomas o los de tu hijo:
- Endoscopia superior. Esta prueba permite analizar en detalle el esófago, el estómago y la parte superior del intestino delgado para descartar cualquier obstrucción. Es posible que se extraiga una pequeña muestra de tejido (biopsia) para su posterior estudio.
- Vaciamiento gástrico. Con este procedimiento, se mide cuánto tiempo pasa hasta que la comida sale del estómago. Otra versión de esta prueba también mide cuánto demoran los alimentos en desplazarse por el intestino delgado y el colon.
Tratamiento
El tratamiento para el síndrome de rumiación se lleva a cabo después de descartar otros trastornos y según la edad y la capacidad cognitiva.
Terapia del comportamiento
La terapia conductual de inversión de hábitos se utiliza para tratar a personas sin discapacidades del desarrollo que tienen síndrome de rumiación. En primer lugar, aprendes a reconocer cuándo ocurre la rumiación. En el momento en el que empieza, usa los músculos del abdomen para inhalar y exhalar. A esta técnica se la conoce como respiración diafragmática. La respiración diafragmática previene las contracciones abdominales y la regurgitación.
La biorretroalimentación es parte de la terapia conductual para el síndrome de rumiación. Durante la biorretroalimentación, las imágenes pueden ayudarte a ti y a tu hijo a aprender técnicas de respiración diafragmática para contrarrestar la regurgitación.
En el caso de los bebés, el tratamiento generalmente se enfoca en trabajar con los padres o las personas encargadas del cuidado para cambiar el entorno y el comportamiento del bebé.
Medicamento
Algunas personas con síndrome de rumiación pueden beneficiarse de un tratamiento con medicamentos que ayuden a relajar el estómago después de comer.
Si la rumiación frecuente daña el esófago, se pueden recetar inhibidores de la bomba de protones, como esomeprazol (Nexium) u omeprazol (Prilosec). Estos medicamentos pueden proteger el recubrimiento del esófago hasta que la terapia conductual reduzca la frecuencia y la intensidad de la regurgitación.
Cómo prepararte para la consulta
Puedes comenzar por consultar a tu profesional de la salud o al pediatra de tu hijo. O bien pueden remitirte de inmediato a un médico especialista en trastornos digestivos, llamado gastroenterólogo.
A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita.
Qué puedes hacer
Cuando programes la cita médica, pregunta si debes hacer algo con anticipación, como por ejemplo estar en ayunas antes de una prueba determinada. Prepara una lista de lo siguiente:
- Síntomas, incluso aquellos que no parecen estar relacionados con el motivo de la cita
- Información personal esencial, lo que incluye las situaciones de estrés importantes, los cambios recientes en tu vida y los antecedentes médicos familiares
- Todos los medicamentos, las vitaminas u otros suplementos que toman tú o tu hijo e incluye las dosis
- Preguntas para hacerle al profesional de la salud
Si es posible, pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe para que te ayude a recordar la información que recibas.
Para el síndrome de rumiación, algunas preguntas básicas que puedes hacer son las siguientes:
- ¿Cuál es la causa más probable de estos síntomas?
- ¿Existen otras causas posibles?
- ¿Es necesario realizar alguna prueba?
- ¿Es probable que esta afección sea temporal o de larga duración?
- ¿Qué tratamiento recomienda?
- ¿Existen alternativas al enfoque principal que sugiere?
- ¿Se recomienda restringir la alimentación de alguna manera?
- ¿Tiene folletos u otro material impreso sobre esta afección? ¿Qué sitios web me recomienda?
Qué esperar del médico
Es probable que, durante la cita, te hagan preguntas como estas:
- ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
- ¿Los síntomas aparecen con cada comida?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
- ¿Hay algo que alivie tus síntomas o los de tu hijo?
- ¿Hay algo que parezca empeorar los síntomas?
Qué puedes hacer mientras tanto
Masticar chicle puede ayudar a algunas personas a aliviar los síntomas del síndrome de rumiación.