Descripción general

El rabdomiosarcoma de tejido blando es un tipo de cáncer poco frecuente que empieza con una proliferación de células en el tejido blando. Los tejidos blandos conectan y sostienen órganos y otras partes del cuerpo. Por lo general, el rabdomiosarcoma empieza en el tejido muscular.

Aunque el rabdomiosarcoma puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, es más probable que empiece en:

  • La zona de la cabeza y el cuello
  • El sistema urinario, como la vejiga
  • El sistema reproductor, como la vagina, el útero y los testículos
  • Los brazos y las piernas

El tratamiento para el rabdomiosarcoma suele incluir cirugía, quimioterapia y radioterapia. El tratamiento depende del lugar en donde empiece el cáncer y de su tamaño, como también de si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

Las investigaciones sobre el diagnóstico y el tratamiento han mejorado enormemente el pronóstico para las personas a quienes les diagnosticaron rabdomiosarcoma. Cada vez más personas viven muchos años después de recibir un diagnóstico de rabdomiosarcoma.

Síntomas

Los signos y síntomas del rabdomiosarcoma varían según el lugar donde empiece el cáncer.

Por ejemplo, si el cáncer se encuentra en la zona de la cabeza o el cuello, los síntomas pueden incluir los siguientes:

  • Dolor de cabeza
  • Sangrado en la nariz, la garganta o los oídos
  • Lagrimeo, protrusión o hinchazón de los ojos

Si el cáncer se encuentra en el sistema urinario o reproductivo, los síntomas pueden incluir los siguientes:

  • Una masa o sangrado en la vagina o el recto
  • Dificultad en la micción o sangre en la orina
  • Dificultad para defecar

Si el cáncer se encuentra en los brazos o las piernas, los síntomas pueden incluir los siguientes:

  • Posible dolor en la zona afectada, si el cáncer ejerce presión en los nervios u otras partes del cuerpo
  • Hinchazón o un bulto en un brazo o una pierna

Causas

No está claro qué causa el rabdomiosarcoma. Empieza cuando se producen cambios en el ADN de una célula en el tejido blando. El ADN de una célula contiene las instrucciones que le indican a esta qué debe hacer.

En las células sanas, el ADN da las instrucciones para crecer y multiplicarse a un determinado ritmo. Las instrucciones también les indican a las células en qué momento deben morir. En el caso de las células cancerosas, los cambios en el ADN hacen que las instrucciones sean diferentes; por ejemplo, hacen que las células cancerosas se multipliquen a gran velocidad. De este modo, las células cancerosas siguen viviendo mientras que las células sanas mueren. Esto origina un exceso de células.

Las células cancerosas pueden formar una masa que se denomina tumor. El tumor puede aumentar de tamaño e invadir y destruir el tejido corporal sano. Con el tiempo, las células cancerosas pueden desprenderse y diseminarse a otras partes del cuerpo. Cuando el cáncer se disemina, se denomina cáncer metastásico.

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo para rabdomiosarcoma incluyen los siguientes:

  • Edad temprana. El rabdomiosarcoma se presenta con mayor frecuencia en niños menores de 10 años.
  • Síndromes hereditarios. Con poca frecuencia, el rabdomiosarcoma se ha vinculado con síndromes genéticos que los niños heredan del padre o la madre. Estos incluyen neurofibromatosis de tipo 1, el síndrome de Noonan, el síndrome de Li-Fraumeni, el síndrome de Beckwith-Wiedemann y el síndrome de Costello.

No hay manera de prevenir el rabdomiosarcoma.

Complicaciones

Las complicaciones del rabdomiosarcoma y su tratamiento incluyen las siguientes:

  • Cáncer que se disemina. El rabdomiosarcoma puede diseminarse desde el lugar donde comenzó hacia otras partes del cuerpo. Si el cáncer se disemina, se podrían requerir tratamientos más intensos. Esto puede dificultar la recuperación. El rabdomiosarcoma se extiende con mayor frecuencia a los pulmones, los ganglios linfáticos y los huesos.
  • Efectos secundarios a largo plazo. El rabdomiosarcoma y sus tratamientos pueden causar muchos efectos secundarios, tanto a corto como a largo plazo. Tu equipo de atención médica puede ayudarte a controlar los efectos secundarios que se presentan durante el tratamiento. Además, puede darte una lista de los efectos secundarios a los que hay que prestar atención durante los años posteriores al tratamiento.