Diagnóstico

El diagnóstico de la enteritis por radiación puede comenzar con una revisión de tus antecedentes médicos y un examen físico.

Para ver el interior del intestino delgado, se introduce por la garganta un tubo largo y flexible que tiene una cámara (endoscopio). El tubo también se puede introducir por el recto para examinar el intestino grueso (colonoscopia). A veces, debes tragar una cámara del tamaño de una píldora, que se usa para crear imágenes del intestino (cápsula endoscópica). Otros exámenes podrían incluir pruebas por imágenes, como radiografía, una tomografía computarizada o una resonancia magnética.

Tratamiento

El tratamiento para la enteritis por radiación generalmente consiste en controlar los síntomas hasta que desaparecen. Esta afección produce irritación de los intestinos después de la radioterapia contra el cáncer. El proveedor de atención médica podría recomendar cambios en la alimentación y medicamentos para la diarrea y el dolor. Los antibióticos pueden servir para tratar una proliferación excesiva de bacterias. Si la enteritis por radiación dura más tiempo, es posible que necesites una sonda de alimentación. Algunas veces, se recurre a la cirugía para evitar la parte del intestino que está irritada.