Diagnóstico
Análisis para detección del cáncer de próstata
La prueba de cáncer de próstata en hombres sanos sin síntomas es controvertida.
Existe cierto desacuerdo entre las organizaciones médicas sobre si los beneficios de las pruebas superan los riesgos potenciales.
La mayoría de las organizaciones médicas alientan a los hombres de 50 años a consultar con su médico las ventajas y las desventajas de los exámenes de detección del cáncer de próstata.
La consulta debe incluir una revisión de tus factores de riesgo y tus preferencias sobre los exámenes de detección.
Podrías considerar comenzar las discusiones antes si es una persona de raza negra, tienes antecedentes familiares de cáncer de próstata o tienes otros factores de riesgo.
Los exámenes de detección de cáncer de próstata pueden incluir los siguientes:
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Examen digital del recto.
Durante un examen digital del recto o tacto rectal, el médico inserta un dedo con guante lubricado en el recto para examinar la próstata, que está situada al lado del recto.
Si el médico encuentra alguna anormalidad en la textura, la forma o el tamaño de la glándula, podrías necesitar más análisis.
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Análisis de antígeno prostático específico.
Se extrae una muestra de sangre de una vena en el brazo y se analiza para detectar la presencia de antígeno prostático específico, una sustancia que produce naturalmente la glándula prostática.
Es normal que haya una pequeña cantidad de antígeno prostático específico en el torrente sanguíneo.
Sin embargo, si se encuentra un nivel más alto de lo habitual, puede indicar infección, inflamación, agrandamiento o cáncer de próstata.
Diagnóstico del cáncer de próstata
Si los exámenes de detección del cáncer de próstata detectan una anomalía, es posible que el médico te recomiende más pruebas para determinar si tienes cáncer de próstata, como por ejemplo:
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Ecografía.
Durante una ecografía transrectal, se inserta una pequeña sonda, del tamaño y forma de un puro, en el recto.
La sonda usa ondas sonoras para crear una imagen de la glándula prostática.
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Resonancia magnética.
En algunas situaciones, es posible que el médico te recomiende una exploración por resonancia magnética de la próstata para obtener una imagen más detallada.
Las imágenes por resonancia magnética pueden ayudar al médico a planificar un procedimiento para extraer muestras de tejido prostático.
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Recolección de una muestra de tejido prostático.
Para determinar si hay células cancerosas en la próstata, es posible que el médico te recomiende un procedimiento para recolectar una muestra de células de la próstata (biopsia de próstata).
La biopsia de próstata generalmente se realiza usando una aguja que se inserta en la próstata para recolectar tejido.
La muestra de tejido se analiza en un laboratorio para determinar la presencia de células cancerosas.
Determinar si el cáncer de próstata es agresivo
Cuando la biopsia confirma la presencia de cáncer, el siguiente paso es determinar el nivel de agresividad (grado) de las células cancerosas. El médico en un laboratorio examina una muestra de las células de cáncer para determinar en qué difieren las células cancerosas de las células sanas. Un mayor grado indica un cáncer más agresivo con mayor probabilidad de propagarse rápidamente.
Las técnicas usadas para determinar la agresividad del cáncer incluyen:
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Puntuación de Gleason La escala usada con mayor frecuencia para evaluar el grado de las células de próstata cancerosas se llama puntuación de Gleason. La puntuación combina dos números y puede variar de 2 (cáncer no agresivo) a 10 (cáncer muy agresivo), aunque la menor parte de la escala no se usa con tanta frecuencia.
La escala usada con mayor frecuencia para evaluar el grado de las células de próstata cancerosas se llama puntuación de Gleason. Una puntuación de 6 indica un cáncer de próstata de grado menor. Una puntuación de 7 indica un cáncer de próstata de grado menor. Una puntuación de 7 indica un cáncer de próstata de grado menor.
- Pruebas genómicas. El médico en un laboratorio examina una muestra de las células de cáncer para determinar en qué difieren las células cancerosas de las células sanas. Este tipo de prueba puede darte más información sobre tu pronóstico. Pero no está claro quién se beneficiaría más de esta información, así que las pruebas no se usan demasiado. Las pruebas genómicas no son necesarias para cada persona con cáncer de próstata, pero pueden proporcionar más información para tomar decisiones en ciertas situaciones.
Determinar adónde se ha extendido el cáncer
Una vez que se haya confirmado el diagnóstico de cáncer de próstata, el médico deberá determinar en qué estadio (etapa) se encuentra.
Si el médico sospecha que el cáncer puede haberse propagado más allá de la próstata, puede recomendar pruebas por imágenes como las siguientes:
- Gammagrafía ósea
- Ecografía.
- Tomografía computarizada.
- Resonancia magnética.
- Tomografía por emisión de positrones
No todas las personas deben hacerse todas las pruebas.
El médico ayudará a determinar qué pruebas son las mejores para tu situación individual.
El médico utiliza la información de estas pruebas para determinar la etapa al cáncer.
Las etapas del cáncer de próstata se indican con números romanos que van del I al IV.
Las etapas más bajas indican que el cáncer se limita a la próstata.
En la etapa IV, el cáncer se ha propagado más allá de la próstata hacia otras partes del cuerpo.
Tratamiento
Tus opciones de tratamiento para el cáncer de próstata dependen de varios factores, como la rapidez con que crece el cáncer, cuánto se diseminó y tu salud en general, así como los posibles beneficios o posibles efectos secundarios del tratamiento.
Quizás el tratamiento inmediato no sea necesario
El cáncer de próstata de grado bajo quizás no necesite tratamiento inmediato. Para algunos, quizás nunca se necesite el tratamiento. En cambio, a veces, los médicos recomiendan la vigilancia activa.
En esta, se pueden realizar análisis de sangre regulares de seguimiento, tactos rectales y biopsias de próstata, para controlar el avance del cáncer. Si las pruebas muestran que el cáncer avanza, puedes optar por un tratamiento para el cáncer de próstata, como una cirugía o la radiación.
La vigilancia activa puede ser una opción para el cáncer que no provoca síntomas, se espera que crezca muy lentamente y se limita a una pequeña zona de la próstata. Es posible que también se considere para un hombre que tenga otra enfermedad grave o edad avanzada, lo que hace que el tratamiento para el cáncer sea más difícil.
Cirugía para extirpar la próstata
La cirugía para el cáncer de próstata supone extirpar la próstata (prostatectomía radical), parte del tejido circundante y algunos ganglios linfáticos.
La cirugía es una opción para tratar el cáncer que está limitado a la próstata. A veces se recomienda, combinada con otros tratamientos, para tratar el cáncer de próstata avanzado.
Para tener acceso a la próstata, los cirujanos quizás usen una técnica que implica:
- Hacer varias incisiones pequeñas en el abdomen. Durante la prostatectomía laparoscópica asistida por robot, los instrumentos quirúrgicos se conectan a un dispositivo mecánico (robot) y se insertan en el abdomen a través de varias incisiones pequeñas. El cirujano se sienta frente a una consola y usa los controles manuales para guiar el robot y mover los instrumentos. La mayoría de las operaciones para cáncer de próstata se hace usando esta técnica.
- Hacer una incisión larga en el abdomen. Durante la cirugía retropúbica, el cirujano hace una incisión larga en la parte baja de tu abdomen para tener acceso a la glándula prostática y extirparla. Este enfoque es mucho menos común, pero puede ser necesario en ciertas situaciones.
Habla con tu médico acerca de qué tipo de cirugía es la mejor para tu situación específica.
Radioterapia
La radioterapia utiliza energía de alta potencia para destruir las células cancerosas. Los tratamientos con radioterapia para el cáncer de próstata quizás incluyan:
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Radiación que proviene del exterior del cuerpo (radiación de haz externo). Durante la radioterapia de haz externo, te recuestas sobre una camilla mientras una máquina se mueve alrededor del cuerpo, y se dirigen haces de energía de alta potencia, como rayos X o protones, al cáncer de próstata. En general, los tratamientos de radiación de haz externo se realizan cinco veces por semana, durante varias semanas. Algunos centros médicos ofrecen un tratamiento más corto de radioterapia que usa dosis más altas de radiación por menos días.
La radiación de haz externo es una opción para tratar el cáncer que está limitado a la próstata. También puede usarse después de la cirugía para destruir cualquier célula cancerosa que haya quedado si hay riesgo de que el cáncer pueda diseminarse o recurrir. La radioterapia puede ayudar a hacer más lento el crecimiento del cáncer de próstata que se disemina a otras zonas del cuerpo, como los huesos, y aliviar síntomas, por ejemplo, el dolor.
- Radiación en el interior en el cuerpo (braquiterapia). La braquiterapia supone colocar fuentes radioactivas del tamaño de un grano de arroz en el tejido prostático. Con frecuencia, la radiación está contenida en semillas radioactivas del tamaño de un grano de arroz que se introducen en el tejido prostático. Las semillas administran una dosis baja de radiación durante un período prolongado. La braquiterapia es una opción para tratar el cáncer que no se ha diseminado fuera de la próstata.
En algunas situaciones, los médicos pueden recomendar ambos tipos de radioterapia.
Congelar o calentar el tejido prostático
Las terapias ablativas destruyen el tejido de la próstata mediante el empleo de frío o calor.
Las opciones pueden incluir las siguientes:
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Congelación del tejido prostático.
La crioablación o crioterapia para el cáncer de próstata consiste en utilizar un gas muy frío para congelar el tejido de la próstata.
Se deja que el tejido se descongele y se repite el procedimiento.
Los ciclos de congelación y descongelación destruyen las células cancerosas, así como parte del tejido sano que las rodea.
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Calentamiento del tejido prostático.
El tratamiento por medio de ultrasonido focalizado de alta intensidad consiste en emplear energía ultrasónica focalizada para aumentar la temperatura del tejido de la próstata, con el fin de provocar su muerte.
Se puede considerar el uso de estos tratamientos cuando los tumores cancerosos de la próstata son muy pequeños y no es posible realizar una cirugía.
También se pueden usar otros para tratar el cáncer de próstata en etapa avanzada, cuando otros tratamientos, como la radioterapia, no han dado resultado.
Los investigadores están estudiando si la crioterapia o el ultrasonido focalizado de alta intensidad para tratar una parte de la próstata podrían ser opciones para el cáncer que se limita a la próstata.
Esta estrategia, denominada "terapia localizada", identifica la zona de la próstata que contiene las células cancerosas más agresivas y trata solo esa zona.
Algunos estudios han determinado que la terapia localizada reduce el riesgo de efectos secundarios.
Pero no está claro si ofrece los mismos beneficios de supervivencia que el tratamiento para toda la próstata.
Terapia hormonal
La terapia hormonal es un tratamiento para hacer que el organismo deje de producir la hormona masculina testosterona.
Las células del cáncer de próstata dependen de la testosterona para desarrollarse.
Suspender el suministro de testosterona puede hacer que las células cancerosas mueran o se desarrollen más lentamente.
Las opciones de terapia hormonal comprenden lo siguiente:
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Medicamentos que le impiden al cuerpo producir testosterona.
Algunos medicamentos, conocidos como agonistas y antagonistas de hormona liberadora de hormona luteinizante u hormona liberadora de gonadotropinas, le impiden a las células del cuerpo recibir las órdenes de generar testosterona.
En consecuencia, los testículos dejan de producir testosterona.
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Medicamentos que impiden que la testosterona llegue a las células cancerosas.
Estos medicamentos, conocidos como antiandrógenos, por lo general se administran junto con agonistas de la hormona liberadora de hormona luteinizante.
Esto es así porque los agonistas de la hormona liberadora de hormona luteinizante pueden causar un incremento temporal de la testosterona antes de que disminuyan sus niveles.
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Cirugía para extirpar los testículos (orquiectomía).
Extirpar los testículos reduce los niveles de testosterona en el cuerpo de manera rápida y significativa.
Pero a diferencia de las opciones de medicamentos, la cirugía para extirpar los testículos es permanente e irreversible.
La terapia hormonal se suele utilizar para tratar a los hombres con cáncer de próstata avanzado con el fin de reducir el cáncer y desacelerar la proliferación.
La terapia hormonal a veces se usa antes de la radioterapia para tratar el cáncer que no se ha diseminado más allá de la próstata.
Ayuda a reducir el cáncer y aumenta la eficacia de la radioterapia.
Quimioterapia
La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir células de rápido crecimiento, entre ellas las células cancerosas. Se puede administrar a través de una vena del brazo, en forma de píldora o ambos.
La quimioterapia puede ser una opción para tratar el cáncer de próstata que se ha diseminado a otras áreas del cuerpo. También puede ser una opción para los tipos de cáncer que no responden a la terapia hormonal.
Inmunoterapia
La inmunoterapia utiliza el sistema inmunitario para combatir el cáncer. El sistema inmunitario, que combate enfermedades en tu cuerpo, quizás no ataque el cáncer porque las células cancerosas producen proteínas que ayudan a ocultarlas de las células del sistema inmunitario. La inmunoterapia funciona al interferir con este proceso.
La inmunoterapia para el cáncer de próstata puede implicar:
- Diseñar tus células para combatir el cáncer. El tratamiento con Sipuleucel-T (Provenge) toma algunas de tus propias células inmunitarias, las manipula genéticamente en un laboratorio para combatir el cáncer de próstata, y después inyecta las células nuevamente en el cuerpo a través de una vena. Es una opción para tratar el cáncer de próstata avanzado que ya no responde a la terapia hormonal.
- Ayudar a tu sistema inmunitario a identificar las células cancerosas. Los medicamentos de inmunoterapia que ayudan al sistema inmunitario a identificar y atacar las células cancerosas son una opción para el tratamiento de cánceres de próstata avanzados que ya no responden a la terapia hormonal.
Terapia con medicamentos dirigidos
Los tratamientos con medicamentos dirigidos se enfocan en anomalías específicas presentes dentro de las células cancerosas. Al bloquear estas anomalías, los tratamientos con medicamentos dirigidos pueden causar la muerte de las células cancerosas.
Quizás se recomiende la terapia con medicamentos dirigidos para tratar el cáncer de próstata avanzado o recurrente si la terapia hormonal no está funcionando.
Algunas terapias dirigidas solo funcionan en personas que tienen células cancerosas con ciertas mutaciones genéticas. Las células cancerosas se analizarán en un laboratorio para ver si estos medicamentos pueden ayudarte.
Medicina alternativa
Ningún tratamiento complementario o alternativo curará el cáncer de próstata.
Sin embargo, los tratamientos complementarios y alternativos contra el cáncer de próstata pueden ayudarte a afrontar los efectos secundarios del cáncer y de su tratamiento.
Casi todas las personas a las que se les diagnostica cáncer sienten angustia en algún momento.
Si estás angustiado, puedes sentirte triste, enojado o ansioso.
Es posible que tengas dificultades para dormir o te encuentres constantemente pensando en el cáncer que presentas.
Existen diversas técnicas medicinales complementarias que pueden ayudarte a afrontar la angustia, como las siguientes:
- Terapia artística.
- Terapia de baile o de movimiento
- Ejercicio físico.
- Meditación.
- Musicoterapia.
- Técnicas de relajación.
- Espiritualidad.
Habla sobre tus sentimientos y tus preocupaciones con tu médico.
En algunos casos, el tratamiento para la angustia puede requerir medicamentos.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
Cuando te diagnostican cáncer de próstata, puedes tener una variedad de sentimientos, como incredulidad, miedo, ira, ansiedad y depresión. Con el tiempo, cada persona encuentra su propia manera de afrontar un diagnóstico de cáncer de próstata.
Hasta que descubras qué es lo que funciona para ti, prueba a hacer lo siguiente:
- Aprende lo suficiente sobre el cáncer de próstata como para sentirte cómodo al tomar decisiones relacionadas con el tratamiento. Aprende todo lo que necesites saber sobre el cáncer que padeces y su tratamiento a fin de comprender qué debes esperar del tratamiento y de la vida después de este. Pídele al médico, al personal de enfermería o a otro profesional del cuidado de la salud que te recomienden algunas fuentes confiables de información para comenzar.
- Mantén la compañía de tus familiares y amigos. Tus amigos y familiares pueden brindarte apoyo durante el tratamiento y después de este. Pueden estar deseosos de ayudarte con las pequeñas tareas para las que no tendrás energía durante el tratamiento. Y tener un amigo o un familiar cercano para hablar puede ser útil cuando te sientas estresado o abrumado.
- Ponte en contacto con otros sobrevivientes de cáncer. Tus amigos y familiares no siempre pueden entender lo que es enfrentar el cáncer. Otros sobrevivientes del cáncer pueden brindarte una red de apoyo única. Pregúntale a los proveedores de atención médica sobre los grupos o las organizaciones de apoyo de tu comunidad que puedan ponerte en contacto con otros sobrevivientes del cáncer. Organizaciones como la Sociedad Americana contra el Cáncer ofrecen salas de chat y foros de debate en línea.
- Cuídate. Cuídate durante el tratamiento oncológico con una dieta que contenga muchas frutas y verduras. Trata de hacer ejercicio la mayoría de los días de la semana. Duerme lo suficiente por las noches de manera que te despiertes descansado.
- Continúa con la expresión sexual. Si sufres disfunción eréctil, tu reacción natural puede ser evitar todo tipo de contacto sexual. Sin embargo, considera el contacto, las demostraciones de afecto, los abrazos y las caricias como maneras de continuar compartiendo la sexualidad con tu pareja.
Preparación para la consulta
Si tienes signos o síntomas que te preocupan, comienza por consultar con tu médico de cabecera.
Si el médico cree que puedes tener un problema con la próstata, es posible que te remita a un especialista en vías urinarias (urólogo). Si te diagnostican cáncer de próstata, es posible que te deriven a un especialista en cáncer (oncólogo) o a un especialista que utiliza radioterapia para tratar el cáncer (oncólogo radioterápico).
Debido a que las citas pueden ser breves y a que generalmente hay mucha información de la que hablar, es una buena idea estar preparado. A continuación, incluimos información que te ayudará a prepararte y a saber qué puedes esperar del médico.
Qué puedes hacer
- Ten en cuenta cualquier restricción previa a la consulta. Cuando programes la consulta, asegúrate de preguntar si hay algo que debas hacer con anticipación, como restringir tu dieta.
- Anota cualquier síntoma que tengas, incluso los que parezcan no tener relación con el motivo por el cual programaste la consulta.
- Anota tu información personal más importante, incluyendo lo que te genere mayor estrés o cualquier cambio reciente en tu vida.
- Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas y los suplementos que estés tomando.
- Considera pedirle a un familiar o a un amigo de confianza que te acompañe. En ocasiones, puede ser difícil recordar toda la información que se proporciona durante una consulta. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle que hayas pasado por alto u olvidado.
- Anota las preguntas para hacerleal médico.
Tu tiempo con el médico es limitado; por eso preparar una lista de preguntas te puede ayudar a aprovechar al máximo el tiempo juntos. Organiza tus preguntas, de la más a la menos importante en caso de que se acabe el tiempo. En cuanto al cáncer de próstata, algunas preguntas básicas para hacerle al médico son:
- ¿Tengo cáncer de próstata?
- ¿Cuán grande es mi cáncer de próstata?
- ¿Se ha diseminado más allá de la próstata?
- ¿Qué puntuación tengo en la escala de Gleason?
- ¿Qué nivel tengo de antígeno prostático específico?
- ¿Necesitaré hacerme más pruebas?
- ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
- ¿Hay alguna opción de tratamiento que crea que es la más adecuada para mí?
- ¿Necesito seguir un tratamiento oncológico de inmediato, o es posible esperar y ver si el cáncer crece?
- ¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de cada tratamiento?
- ¿Cuál es la probabilidad de que el cáncer de próstata se cure con el tratamiento?
- ¿Qué le recomendaría a un amigo o familiar en mi situación?
- ¿Debería consultar con un especialista? ¿Cuánto costará? ¿Lo cubrirá mi seguro?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
Además de las preguntas que hayas preparado para hacerle al médico, no dudes en hacerle otras durante la consulta.
Qué esperar del médico
Es probable que el médico te haga una serie de preguntas. Estar listo para responderlas puede darte más tiempo para abordar los puntos que quieras tratar. El médico podría preguntar:
- ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
- ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
- ¿Cuán intensos son los síntomas?
- ¿Existe algo que, al parecer, mejore los síntomas?
- ¿Existe algo que, al parecer, los empeore?