Descripción general

La parálisis supranuclear progresiva es una rara enfermedad del cerebro que afecta la marcha, el equilibrio, los movimientos oculares y la deglución. Esta enfermedad es el resultado del daño en las células de áreas del cerebro que controlan el movimiento del cuerpo, la coordinación, el razonamiento y otras funciones importantes. La parálisis supranuclear progresiva también se conoce como síndrome de Steele-Richardson-Olszewski.

Esta enfermedad empeora con el tiempo y puede derivar en complicaciones que ponen en riesgo la vida, como neumonía y problemas de deglución. No existe una cura para la parálisis supranuclear progresiva; por lo tanto, el tratamiento se centra en gestionar los síntomas.

Síntomas

Los síntomas de la parálisis supranuclear progresiva incluyen los siguientes:

  • Pérdida del equilibrio al caminar. Tendencia a caerse hacia atrás en la etapa inicial de la enfermedad.
  • Incapacidad para dirigir correctamente la mirada. Las personas con parálisis supranuclear progresiva pueden no ser capaces de mirar hacia abajo o tener visión borrosa o doble. Esta dificultad para enfocar los ojos puede provocar que algunas personas derramen comida o parezcan no interesadas en la conversación debido a la falta de contacto visual.

Otros síntomas de la parálisis supranuclear progresiva varían y pueden parecerse a los de la enfermedad de Parkinson y la demencia. Los síntomas empeoran con el tiempo y pueden incluir los siguientes:

  • Rigidez, especialmente del cuello, y movimientos torpes.
  • Caídas, especialmente hacia atrás.
  • Habla lenta o arrastrada.
  • Problemas para tragar, lo cual puede causar arcadas o atragantamiento.
  • Sensibilidad a la luz brillante.
  • Dificultad para dormir.
  • Pérdida de interés en actividades placenteras.
  • Conducta impulsiva, o reír o llorar sin ningún motivo.
  • Dificultades con el razonamiento, para resolver problemas y tomar decisiones.
  • Depresión y ansiedad.
  • Una expresión facial de sorpresa o miedo, provocada por la rigidez de los músculos faciales.
  • Mareos.

Cuándo debes consultar a un médico

Programa una cita con tu profesional de atención médica si tienes alguno de los síntomas mencionados anteriormente.

Causas

Se desconoce la causa de la parálisis supranuclear progresiva. Los síntomas son consecuencia del deterioro de las células en algunas zonas del cerebro, especialmente en las que ayudan al cuerpo a controlar los movimientos y los pensamientos.

Los investigadores descubrieron que las neuronas cerebrales dañadas de las personas que padecen una parálisis supranuclear progresiva tienen cantidades excesivas de una proteína denominada tau. Los grupos de proteína tau también se encuentran en otras enfermedades neurológicas, como la enfermedad de Alzheimer.

En raras ocasiones, la parálisis supranuclear progresiva se presenta dentro de una familia. Sin embargo, no hay un vínculo genético claro, y la mayoría de las personas que tienen parálisis supranuclear progresiva no heredaron el trastorno.

Factores de riesgo

El único factor de riesgo comprobado de la parálisis supranuclear progresiva es la edad. La afección suele afectar a personas que tienen entre 65 y 80 años aproximadamente. Prácticamente se desconoce en personas menores de 40 años.

Complicaciones

Las complicaciones de la parálisis supranuclear progresiva se deben principalmente a la lentitud y a la dificultad para mover los músculos. Estas complicaciones podrían incluir:

  • Caídas, que pueden causar lesiones en la cabeza, fracturas y otros daños.
  • Dificultad para enfocar los ojos, que también puede llevar a lesiones.
  • Dificultad para dormir, lo que puede derivar en una sensación de cansancio y mucho sueño durante el día.
  • Dificultad para mirar luces brillantes.
  • Problemas para tragar, que pueden derivar en atragantamiento o aspiración, que consiste en la inhalación de alimentos o líquidos por las vías respiratorias.
  • Neumonía, que puede estar causada por la aspiración. La neumonía es la causa más común de muerte en personas con parálisis supranuclear progresiva.
  • Conductas impulsivas. Por ejemplo, ponerse de pie sin esperar ayuda, lo que puede llevar a caídas.

Para evitar los riesgos de atragantamiento, el profesional de atención médica puede recomendar una sonda de alimentación. Para evitar las lesiones provocadas por las caídas, se podría usar un andador o una silla de ruedas.