Diagnóstico
Por lo general, el proveedor de atención médica habla contigo sobre tus sentimientos, pensamientos y salud mental para ayudar a determinar si tienes un caso de tristeza posparto a corto plazo o un tipo más fuerte de depresión. No te avergüences, pues la depresión posparto es frecuente. Comparte tus síntomas con el proveedor de atención médica para que ambos puedan crear un plan de tratamiento útil.
Como parte de tu evaluación, el proveedor de atención médica puede realizarte un examen de detección de depresión, lo que puede incluir que completes un cuestionario. El proveedor de atención médica puede solicitar otros análisis, si es necesario, para descartar otras causas de tus síntomas.
Tratamiento
La duración del tratamiento y de la recuperación varían según la gravedad de la depresión y tus necesidades individuales. Si tienes una tiroides hipoactiva o una enfermedad subyacente, el proveedor de atención médica puede tratar estas afecciones o remitirte al especialista adecuado. También es posible que te remita a un profesional de la salud mental.
Melancolía materna
Por lo general, la tristeza posparto se atenúa sola a los pocos días o entre 1 o 2 semanas después. Mientras tanto:
- Descansa todo lo que puedas.
- Acepta ayuda de tus familiares y amigos.
- Conéctate con otras madres primerizas.
- Dedica tiempo a cuidar de ti misma.
- Evita el alcohol y las sustancias recreativas, que pueden empeorar los cambios del estado de ánimo.
- Si tienes problemas para producir leche o amamantar, consulta al proveedor de atención médica para obtener ayuda de un profesional de la salud denominado médico especialista en lactancia.
Depresión posparto
En general, la depresión posparto se trata con psicoterapia (también conocida como terapia de conversación o asesoramiento para la salud mental), medicamentos o ambos.
- Psicoterapia. Es posible que te resulte útil hablar sobre tus preocupaciones con un psiquiatra, un psicólogo u otro profesional de salud mental. A través de la terapia, puedes encontrar mejores formas de afrontar tus sentimientos, resolver problemas, plantear objetivos realistas y responder a situaciones de manera positiva. A veces, la terapia familiar o de pareja también puede ayudar. Entre los ejemplos de terapias que se usan para la depresión posparto, se incluyen la terapia cognitivo conductual y la psicoterapia interpersonal.
- Antidepresivos. Tal vez el proveedor de atención médica te recomiende un antidepresivo. Si estás amamantando, cualquier medicamento que tomes pasará a la leche materna. Sin embargo, la mayoría de los antidepresivos se pueden tomar durante la lactancia con poco riesgo de producir efectos secundarios para el bebé. Habla con el proveedor de atención médica sobre los posibles riesgos y beneficios de ciertos antidepresivos.
- Otros medicamentos. Se pueden agregar otros medicamentos a tu tratamiento cuando sea necesario. Por ejemplo, si tienes depresión posparto que incluye fuerte ansiedad o insomnio, se te puede recomendar un medicamento ansiolítico por un período breve.
La brexanolona (Zulresso) es el primer medicamento aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar la depresión posparto en mujeres adultas. La brexanolona reduce el rápido descenso de ciertas hormonas después del parto, lo que puede llevar a depresión posparto. Debido a sus posibles efectos secundarios graves, es necesario permanecer en el centro de atención médica por más de 60 horas y recibir control por parte de un proveedor de atención médica mientras se administra el medicamento por vía intravenosa. Por este motivo, este tratamiento aún no está ampliamente disponible.
Se sigue investigando un medicamento oral para la depresión posparto con resultados prometedores. El medicamento que se está estudiando funciona de forma similar a la brexanolona. Sin embargo, este se puede tomar diariamente en forma de pastilla y puede no tener los mismos efectos secundarios graves.
Con tratamiento adecuado, los síntomas de la depresión posparto suelen mejorar. En algunos casos, la depresión posparto puede continuar y durar largo, lo que se conoce como depresión crónica. Es importante continuar el tratamiento incluso después de comenzar a sentirte mejor. Dejar el tratamiento demasiado pronto puede llevar a una recaída.
Psicosis posparto
La psicosis posparto requiere tratamiento inmediato, generalmente en el hospital. Es posible que el tratamiento incluya lo siguiente:
- Medicamentos. El tratamiento puede requerir una combinación de medicamentos, como antidepresivos, antipsicóticos, estabilizadores del estado de ánimo y benzodiacepinas, para controlar los signos y los síntomas.
- Terapia electroconvulsiva. Si tienes depresión posparto grave y esto deriva en psicosis posparto, se puede recomendar terapia electroconvulsiva si los síntomas no responden a los medicamentos. La terapia electroconvulsiva es un procedimiento que consiste en pasar pequeñas corrientes eléctricas a través del cerebro para provocar una convulsión breve de manera intencional. Al parecer, la terapia electroconvulsiva provoca cambios en la neuroquímica cerebral que pueden reducir los síntomas de la psicosis y la depresión, sobre todo cuando otros tratamientos no han dado resultado.
La hospitalización durante el tratamiento de la psicosis posparto puede ser un inconveniente para que la madre pueda amamantar. La separación del bebé puede generar problemas para el amamantamiento. Mientras estés en el hospital, el proveedor de atención médica puede recomendar que recibas apoyo para la lactancia (el proceso de producir leche materna).
Estilo de vida y remedios caseros
Además del tratamiento profesional, puedes hacer algunas cosas por ti misma para contribuir con tu plan de tratamiento y acelerar la recuperación.
- Toma decisiones de vida saludable. Incorpora la actividad física a tu rutina diaria, por ejemplo, da un paseo con tu bebé o haz otro tipo de ejercicio. Intenta descansar lo suficiente. Consume alimentos saludables y evita beber alcohol.
- Fíjate expectativas realistas. No te presiones para hacer todo. Baja tus expectativas del hogar perfecto. Haz lo que puedas y deja el resto.
- Tómate tiempo para ti. Dedícate algo de tiempo y sal de casa. Quizás debas pedirle a tu pareja que se encargue del bebé o buscar a alguien para que lo cuide. Haz una actividad que disfrutes, como un pasatiempo u otra forma de entretenimiento. También puedes organizar un momento a solas con tu pareja o amigos.
- Evita el aislamiento. Habla con tu pareja, familiares o amigos sobre cómo te sientes. Pregúntales a otras madres acerca de su experiencia. Salir del aislamiento puede hacerte sentir nuevamente como una persona.
- Pide ayuda. Intenta abrirte con las personas cercanas y diles que necesitas ayuda. Si alguien te ofrece cuidar de tu bebé, acéptalo. Si puedes dormir, toma una siesta, o quizás puedas mirar una película o tomar un café con amigos. También te puede resultar útil pedir ayuda con estrategias de crianza, como técnicas de cuidado para mejorar el sueño de tu bebé y para consolarlo cuando se queja o llora.
Recuerda que cuidar de tu bebé también implica cuidar de ti misma.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
El período posterior al nacimiento de un bebé, que ya es estresante y agotador, se hace más difícil cuando aparece la depresión. Sin embargo, recuerda que la depresión posparto nunca es culpa de nadie. Es una enfermedad común que requiere tratamiento.
Por eso, si tienes problemas para enfrentar la depresión posparto, habla con el proveedor de atención médica. Pregúntale al proveedor de atención médica o a un terapeuta sobre grupos de apoyo locales para madres primerizas o para mujeres que tienen depresión posparto.
Cuanto antes obtengas ayuda, más pronto reunirás todas las herramientas necesarias para enfrentar la depresión y disfrutar de tu bebé.
Preparación para la consulta
Después de la primera cita, el proveedor de atención médica puede remitirte a un proveedor de atención para la salud mental, quien preparará el plan de tratamiento adecuado contigo. Sería conveniente que le pidas a un familiar o amigo de confianza que te acompañe a la cita para que te ayude a recordar toda la información analizada.
Lo que puedes hacer
Antes de la cita, prepara una lista de lo siguiente:
- Los síntomas que has tenido y por cuánto tiempo
- Todos tus problemas médicos, incluidas enfermedades físicas o de salud mental, como depresión
- Todos los medicamentos que tomas, incluidos los medicamentos de venta libre y de venta con receta médica, las vitaminas, las plantas medicinales y otros suplementos, y las dosis
- Preguntas para hacerle al proveedor de atención médica
Estas son algunas preguntas que puedes hacer:
- ¿Cuál es mi diagnóstico?
- ¿Qué tratamientos podrían ayudarme?
- ¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de los tratamientos que me recomiendas?
- ¿En qué medida y con qué rapidez se espera que los síntomas mejoren con el tratamiento?
- ¿Es seguro usar el medicamento recetado durante la lactancia?
- ¿Cuánto tiempo durará el tratamiento?
- ¿Qué cambios en el estilo de vida pueden ayudarme a controlar los síntomas?
- ¿Con qué frecuencia debería acudir a las citas de seguimiento?
- ¿Tengo un riesgo mayor de sufrir otros problemas de salud mental?
- ¿Hay riesgos de que este trastorno vuelva a aparecer si tengo otro bebé?
- ¿Hay alguna manera de prevenir la reaparición si tengo otro bebé?
- ¿Hay materiales impresos que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomiendas?
No dudes en hacer cualquier otra pregunta que tengas durante la cita.
Qué esperar de tu médico
Es posible que el proveedor de atención médica o el profesional de salud mental te haga algunas preguntas, como las siguientes:
- ¿Qué síntomas tienes y cuándo comenzaron?
- ¿Los síntomas han mejorado o empeorado con el tiempo?
- ¿Los síntomas están afectando la capacidad para cuidar de tu bebé?
- ¿Sientes que tienes el vínculo que esperabas con tu bebé?
- ¿Puedes dormir cuando tienes la oportunidad y te levantas a la hora en que debes despertarte?
- ¿Cómo describirías tu nivel de energía?
- ¿Has notado cambios en el apetito?
- ¿Con qué frecuencia dirías que te sientes ansiosa, irritable o enojada?
- ¿Has tenido pensamientos sobre lastimarte a ti misma o a tu bebé?
- ¿Cuánto apoyo recibes para cuidar de tu bebé?
- ¿Hay otros factores de estrés importantes en tu vida, como problemas financieros o de pareja?
- ¿Te diagnosticaron alguna otra enfermedad?
- ¿Alguna vez te diagnosticaron alguna afección de salud mental, como depresión o trastorno bipolar? De ser así, ¿qué tipo de tratamiento resultó más eficaz?
Es posible que el proveedor de atención médica te haga preguntas adicionales según tus respuestas, síntomas y necesidades. Prepararte para las preguntas te ayudará a aprovechar al máximo la cita médica.