Descripción general

La enfermedad renal poliquística es una afección en la cual se desarrollan grupos de quistes en el cuerpo, principalmente en los riñones. Con el paso del tiempo, los quistes pueden hacer que los riñones aumenten de tamaño y dejen de funcionar. La enfermedad renal poliquística suele trasmitirse de una generación a otra. Esto se conoce como afección hereditaria.

Los quistes son sacos redondos llenos de líquido. No son un tipo de cáncer. En la enfermedad renal poliquística, los quistes varían de tamaño. Pueden adquirir un tamaño muy grande. Tener muchos quistes o quistes grandes puede dañar los riñones.

La enfermedad renal poliquística también puede causar el crecimiento de los quistes en el hígado, el páncreas y otras partes del cuerpo. La enfermedad puede causar complicaciones graves, como la presión arterial alta y la insuficiencia renal.

La enfermedad renal poliquística varía según el grado de gravedad. Es posible prevenir algunas complicaciones. Los cambios en el estilo de vida y algunos tratamientos médicos podrían ayudar a reducir el daño de los riñones.

Síntomas

Los síntomas de la enfermedad renal poliquística pueden incluir lo siguiente:

  • Presión arterial alta.
  • Dolor abdominal, lateral o de espalda.
  • Sangre en la orina.
  • Una sensación de saciedad en el estómago.
  • Aumento de tamaño del estómago por agrandamiento de los riñones.
  • Dolores de cabeza.
  • Cálculos renales.
  • Insuficiencia renal.
  • Infecciones en las vías urinarias o en los riñones.

Cuándo debes consultar a un médico

Es frecuente que algunas personas tengan la enfermedad renal poliquística durante años sin saberlo.

Si tienes algunos de los síntomas de la enfermedad renal poliquística, consulta a tu profesional de atención médica. Si tu padre o madre, hermano o hermana, hijo o hija presenta enfermedad renal poliquística, consulta a tu profesional de atención médica para analizar los exámenes de detección de esa afección.

Causas

Los cambios genéticos causan la enfermedad renal poliquística. Con más frecuencia, la afección se trasmite de padres a hijos. A veces, un cambio genético ocurre por sí solo en un niño. Esto se conoce como cambio genético espontáneo. Por lo tanto, ni el padre ni la madre tienen una copia del gen cambiado.

Existen dos tipos principales de la enfermedad renal poliquística. Son causadas por diferentes cambios genéticas. Los dos tipos de enfermedad renal poliquística son:

  • Enfermedad poliquística renal autosómica dominante. Es el tipo más común de enfermedad renal continua que se transmite de padres o madres a hijos o hijas, también llamada hereditaria. Los síntomas de la enfermedad poliquística renal autosómica dominante suelen comenzar entre los 30 y los 40 años.

    Solo o el padre o la madre necesita tener la afección para que se transmita a los hijos o las hijas. Si uno de los padres tiene enfermedad poliquística renal autosómica dominante, cada niño tiene una posibilidad del 50 % de contraer la afección. Este es el tipo de enfermedad renal poliquística más común.

  • Enfermedad poliquística renal autosómica recesiva. Este tipo es mucho menos común que la enfermedad poliquística renal autosómica dominante. Los síntomas suelen aparecer poco después del nacimiento. En ocasiones, los síntomas no aparecen hasta después en la niñez o durante la adolescencia.

    Tanto el padre como la madre deben presentar cambios genéticos para transmitir esta forma de la enfermedad. Si el padre y la madre son portadores de un gen modificado, cada hijo o hija tiene una posibilidad del 25 % de contraer la afección.

Factores de riesgo

El mayor factor de riesgo para contraer la enfermedad renal poliquística es heredar los cambios genéticos que causan la enfermedad del padre, la madre o de ambos.

Complicaciones

Las complicaciones vinculadas con la enfermedad renal poliquística son las siguientes:

  • Presión arterial alta. Es común en la enfermedad renal poliquística. Si no se trata, la presión arterial alta puede causar un más daño a los riñones y aumentar el riesgo de tener enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
  • Pérdida de la función renal. La pérdida de capacidad de los riñones para realizar su trabajo es una de las complicaciones más graves de la enfermedad renal poliquística. Casi la mitad de las personas que presentan la afección tienen una insuficiencia renal a los 60 años. Pero para algunas personas, aparece a principios de los 30 años.
  • Dolor. Es común tener dolor con la enfermedad renal poliquística. El dolor suele ser al costado o de espalda. El dolor puede aparecer y desaparecer o ser persistente. El dolor puede estar vinculado con un sangrado en un quiste, una infección de las vías urinarias, un cálculo renal o, con menos frecuencia, un tipo de cáncer.
  • Quistes en el hígado. Cuánto más envejecen las personas con la enfermedad renal poliquística, mayor probabilidad tienen de desarrollar quistes en el hígado. Con los quistes, lo más frecuente es que el hígado siga funcionando.

    Las mujeres suelen desarrollar quistes más grandes que los hombres. Las hormonas y los embarazos podrían ser en parte el motivo.

  • Aneurisma cerebral. Un bulto semejante a un globo en un vaso sanguíneo, llamado aneurisma, en el cerebro puede causar sangrado si se revienta. Las personas con enfermedad renal poliquística tienen un mayor riesgo de presentar aneurismas. Las personas con antecedentes familiares de aneurismas parecen tener el mayor riesgo.

    Pregúntale a tu profesional de atención médica si necesitas exámenes de detección. Si los exámenes de detección no muestran un aneurisma, el profesional de atención médica puede indicarte que los repitas dentro de unos años. El momento de la repetición de los exámenes de detección depende de tus factores de riesgo.

  • Complicaciones en el embarazo. La mayoría de las personas con una enfermedad renal poliquística tienen un embarazo sin complicaciones. Aunque a veces, pueden desarrollar durante el embarazo una afección que pone en riesgo la vida llamada preeclampsia. Las que corren mayor riesgo son las que tienen presión arterial alta o una pérdida de la función renal antes de quedar embarazadas.
  • Afecciones de las válvulas cardíacas. Uno de cada cuatro adultos con enfermedad renal poliquística desarrolla prolapso de la válvula mitral. Cuando esto sucede, la válvula cardíaca no cierra bien más. Esto hace que la sangre se filtre en sentido contrario.
  • Afecciones del colon. En las personas con enfermedad renal poliquística puede debilitarse la pared del colon y pueden formarse bolsas o sacos, conocidos como divertículos. Esta afección se denomina diverticulosis. Los divertículos no suelen causar síntomas, pero pueden sangrar o infectarse.

Prevención

Si tienes enfermedad renal poliquística y estás pensando en tener hijos, un consejero genético puede ayudarte a evaluar los riesgos de transmitir la enfermedad a tus hijos.

Mantener los riñones lo más sanos posible ayuda a evitar algunas de las complicaciones de esta enfermedad. Lo más importante es controlar la presión arterial.

A continuación, te damos algunos consejos para controlar la presión arterial:

  • Toma los medicamentos para la presión arterial que te recete el profesional de atención médica según las indicaciones.
  • Sigue una dieta baja en sal, con muchas frutas, verduras y granos o cereales integrales.
  • Pierde peso y mantén un peso saludable.
  • Haz ejercicio con regularidad. Intenta hacer al menos 30 minutos de actividad física moderada casi todos los días de la semana.
  • Limita el consumo de alcohol.
  • No fumes.