Diagnóstico
El neumotórax generalmente se diagnostica mediante una radiografía de tórax. En algunos casos, podría ser necesaria una exploración por tomografía computarizada para brindar imágenes más detalladas. También se puede usar una ecografía para identificar un neumotórax.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento de un neumotórax es aliviar la presión en el pulmón para permitirle que se expanda nuevamente. Dependiendo de la causa del neumotórax, un segundo objetivo puede ser evitar las reapariciones. Los métodos para lograr estos objetivos dependen de la gravedad del colapso pulmonar y, a veces, de su estado de salud general.
Las opciones de tratamiento pueden incluir observación, aspiración con aguja, inserción de sonda torácica, reparación no quirúrgica o cirugía. Es posible que recibas una terapia de oxígeno complementario para acelerar la reabsorción de aire y la expansión pulmonar.
Observación
Si solo tienes una parte del pulmón colapsada, es posible que el médico simplemente supervise tu trastorno con una serie de radiografías de tórax hasta que se absorba el aire en exceso por completo y el pulmón vuelva a expandirse. Esto puede llevar varias semanas.
Aspiración con aguja o inserción de sonda pleural
Si una zona más grande de tu pulmón ha colapsado, es posible que se utilice una aguja o una sonda pleural para eliminar el exceso de aire.
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Aspiración con aguja.
Se inserta una aguja hueca con una pequeña sonda flexible (catéter) entre las costillas para llegar al espacio lleno de aire que está presionando el pulmón colapsado.
El médico retira la aguja, conecta una jeringa al catéter y extrae el exceso de aire.
Es posible que el catéter se deje colocado por unas horas para asegurar que el pulmón se vuelva a expandir y el neumotórax no se repita.
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Inserción de sonda pleural.
Se inserta una sonda pleural flexible en el espacio lleno de aire y se puede conectar a un dispositivo de válvula unidireccional que extrae el aire de la cavidad torácica de forma continua hasta que el pulmón vuelve a expandirse y sana.
Reparación no quirúrgica
Si la sonda pleural no logra expandir el pulmón, las opciones no quirúrgicas para cerrar la fuga de aire pueden incluir:
- Utilizar una sustancia para irritar los tejidos que rodean el pulmón de manera que se peguen y sellen cualquier fuga.
Esto se puede hacer a través de la sonda pleural, o también se podría hacer durante la cirugía.
- Extraer sangre del brazo y colocarla en la sonda pleural.
La sangre crea un parche fibrinoso en el pulmón (parche de sangre autólogo), que sella la fuga de aire.
- Pasar una sonda delgada (broncoscopio) por la garganta hasta los pulmones para observar los pulmones y las vías respiratorias y colocar una válvula unidireccional.
La válvula permite que el pulmón se vuelva a expandir y que la fuga de aire sane.
Cirugía
Algunas veces, es posible que sea necesario hacer una cirugía para cerrar la fuga de aire.
En la mayoría de los casos, la cirugía puede hacerse a través de pequeñas incisiones, con una pequeña cámara por fibra óptica e instrumentos quirúrgicos estrechos de mango largo.
El cirujano buscará el área de filtración o la ampolla de aire rota y la cerrará.
En pocas ocasiones, el cirujano tendrá que hacer una incisión más grande entre las costillas a fin de tener un mejor acceso a fugas de aire más grandes o a varias fugas.
Atención médica continua
Es posible que necesites evitar ciertas actividades que presionan de más a los pulmones por un tiempo luego de que el neumotórax sane.
Por ejemplo, volar, bucear o tocar un instrumento de viento.
Habla con el médico sobre el tipo y duración de las restricciones en actividades.
Mantén citas de seguimiento con el médico para controlar tu recuperación.