Descripción general
Los tumores pituitarios son masas anormales que se desarrollan en la glándula pituitaria. Esta glándula es un órgano de un tamaño similar al de un guisante (arveja, chícharo). Se encuentra detrás de la nariz, en la base del cerebro. Algunos de estos tumores hacen que la glándula pituitaria produzca demasiada cantidad de ciertas hormonas que controlan funciones corporales importantes. Otros hacen que la glándula pituitaria produzca muy poca cantidad de esas hormonas.
La mayoría de los tumores pituitarios son benignos. Es decir, no son cancerosos. Estos tumores no cancerosos también se llaman adenomas pituitarios. La mayoría de los adenomas permanecen en la glándula pituitaria o en el tejido que la rodea y crecen lentamente. Por lo general, no se diseminan a otras partes del cuerpo.
Los tumores pituitarios pueden tratarse de diferentes maneras. Se pueden extirpar con cirugía. O se puede controlar su desarrollo con medicamentos o terapia de radiación. A veces, los niveles hormonales se controlan con medicamentos. El proveedor de atención médica puede sugerir una combinación de estos tratamientos. En algunos casos, la observación (o el enfoque de “esperar y ver″) puede ser la mejor opción.
Tipos
Estos son los tipos de adenomas pituitarios:
- Funcionales. Estos adenomas producen hormonas. Pueden provocar diferentes síntomas según el tipo de hormonas que generan. Los adenomas pituitarios funcionales se clasifican en varias categorías, incluidos los que producen:
- Hormona adrenocorticotrófica. Esta hormona también se llama corticotropina o adrenocorticotropina. Estos tumores a veces se conocen como adenomas corticotropos.
- Hormona de crecimiento. Estos tumores se llaman adenomas somatotropos.
- Hormona luteinizante y hormona estimulante del folículo. Estas hormonas también se conocen como gonadotropinas. Los tumores pituitarios que producen estas hormonas se llaman adenomas gonadotropos.
- Prolactina. Estos tumores se llaman prolactinomas o adenomas lactotropos.
- Hormona estimulante de la tiroides. Estos tumores se llaman adenomas tirotropos.
- No funcionales. Estos adenomas no producen hormonas. Los síntomas que causan están relacionados con la presión que ejerce su crecimiento sobre la glándula pituitaria, los nervios cercanos y el cerebro.
- Macroadenomas. Son adenomas más grandes. Miden aproximadamente 1 centímetro o más, es decir, un poco menos que media pulgada. Pueden ser funcionales o no funcionales.
- Microadenomas. Estos adenomas son más pequeños. Miden menos de 1 centímetro, es decir, un poco menos que media pulgada. Pueden ser funcionales o no funcionales.
Los tumores pituitarios son diferentes de los quistes pituitarios. Un quiste es un saco que puede estar lleno de aire, líquido u otro material. Un tumor es una masa anormal de células que puede crecer con el tiempo. Los quistes se forman en la glándula pituitaria o cerca de esta, pero no son tumores ni adenomas.
Síntomas
No todos los tumores pituitarios provocan síntomas. A menudo, estos tumores se detectan durante una prueba por imágenes, como una resonancia magnética o una tomografía computarizada, que se hace por otro motivo. Si los tumores pituitarios no provocan síntomas, por lo general no requieren tratamiento.
Los síntomas del tumor pituitario pueden ser consecuencia de un tumor que ejerce presión en el cerebro u otras partes cercanas del cuerpo. La causa de los síntomas también puede ser un desequilibrio hormonal. Los niveles hormonales pueden elevarse cuando un tumor pituitario produce demasiada cantidad de una o más hormonas. Un tumor grande que afecta la forma en que funciona la glándula pituitaria también podría provocar un descenso de los niveles hormonales.
Síntomas de presión ejercida por el tumor
Los macroadenomas pueden presionar sobre la glándula pituitaria, los nervios, el cerebro y otras zonas aledañas en el cuerpo. Eso puede ocasionar síntomas, como los siguientes:
- Dolor de cabeza.
- Problemas oculares debidos a la presión sobre el nervio óptico, especialmente pérdida de la visión lateral (visión periférica) y visión doble.
- Dolor en el rostro, que a veces incluye dolor del seno paranasal o del oído.
- Caída del párpado.
- Convulsiones.
- Náuseas y vómitos.
Síntomas de los cambios hormonales
Niveles bajos de hormonas
Los macroadenomas pueden limitar la capacidad de la glándula pituitaria para producir hormonas. Cuando esto sucede, los síntomas pueden incluir los siguientes:
- Cansancio o debilidad
- Falta de energía
- Problemas sexuales, como aquellos relacionados con la erección y disminución del deseo sexual
- Cambios en los ciclos menstruales
- Náuseas
- Sensación de frío
- Pérdida o aumento de peso de forma no intencional
Niveles altos de hormonas
Los adenomas hipofisarios funcionantes suelen producir grandes cantidades de una hormona. Esto expone al cuerpo a altos niveles de esa hormona. En raras ocasiones, un adenoma hipofisario puede producir más de una hormona. Los siguientes tipos de adenomas hipofisarios funcionantes provocan diferentes síntomas según las hormonas que producen.
Tumores hipofisarios que producen la hormona adrenocorticotrófica
Los tumores hipofisarios que producen la hormona adrenocorticotrófica se denominan adenomas corticotropos. La hormona adrenocorticotrófica, también llamada ACTH, por sus siglas en inglés, hace que las glándulas suprarrenales produzcan la hormona cortisol. Los tumores que producen la hormona adrenocorticotrófica hacen que las glándulas suprarrenales produzcan demasiado cortisol. Esto provoca una afección denominada enfermedad de Cushing. Esta enfermedad es una de las causas del síndrome de Cushing.
Los síntomas de la enfermedad de Cushing incluyen los siguientes:
- Aumento de peso y depósitos de tejido adiposo alrededor del abdomen y la parte superior de la espalda.
- Cara redondeada.
- Estrías.
- Piel fina, que es propensa a moretones.
- Adelgazamiento de los brazos y las piernas con debilidad muscular.
- Vello corporal más grueso o más visible.
- Cicatrización lenta de heridas, picaduras de insectos e infecciones.
- Zonas de piel oscurecida.
- Acné.
- Cambios en los ciclos menstruales
- Problemas sexuales, incluidos aquellos relacionados con las erecciones y disminución del deseo sexual.
Tumores hipofisarios que producen la hormona de crecimiento
Los tumores hipofisarios que producen la hormona de crecimiento también se denominan tumores secretores de hormona de crecimiento o adenomas somatotropos. Un exceso de la hormona de crecimiento lleva a una afección conocida como acromegalia. La acromegalia puede causar lo siguiente:
- Cambios en los rasgos faciales, incluidos labios, nariz y lengua más grandes; hueso maxilar inferior más largo y espacios amplios entre los dientes
- Crecimiento de manos y de pies
- Piel más gruesa
- Mayor sudoración y olor corporal
- Dolor articular
- Voz más grave
Los niños y adolescentes que tienen un exceso de la hormona de crecimiento también pueden crecer más rápido o ser más altos de lo normal. Esta afección se denomina gigantismo.
Tumores hipofisarios que producen la hormona luteinizante y la hormona estimulante del folículo
La hormona luteinizante y la hormona estimulante del folículo también se conocen como gonadotropinas. Los tumores hipofisarios que producen estas hormonas se llaman adenomas gonadotropos.
Es poco común que estos adenomas produzcan demasiadas hormonas que luego desencadenen síntomas. En cambio, los síntomas de estos adenomas suelen deberse a la presión del tumor. Si los síntomas se presentan debido a un exceso de hormona luteinizante y hormona estimulante del folículo, estos afectan a las mujeres y a los hombres de manera diferente.
Los síntomas en las mujeres pueden incluir los siguientes:
- Cambio en los ciclos menstruales.
- Problemas de fertilidad.
- Agrandamiento y dolor de ovarios provocados por una afección llamada síndrome de hiperestimulación ovárica.
Los síntomas en los hombres pueden incluir los siguientes:
- Agrandamiento de los testículos
- Niveles más altos de testosterona
Tumores hipofisarios que producen prolactina
Estos adenomas se denominan prolactinomas. Un exceso de la hormona prolactina puede llevar a una disminución de los niveles de hormonas sexuales (estrógeno y testosterona) en el cuerpo. El exceso de prolactina afecta de manera diferente a hombres y mujeres.
En las mujeres, el exceso de prolactina podría causar lo siguiente:
- Ciclos menstruales irregulares
- Ausencia de ciclos menstruales
- Secreción de leche de los senos
- Sensibilidad en los senos
- Problemas de fertilidad
- Disminución del deseo sexual
En los hombres, un exceso de prolactina puede provocar una afección llamada hipogonadismo masculino. Los síntomas pueden incluir los siguientes:
- Problemas de erección
- Disminución del deseo sexual
- Crecimiento de los senos
- Problemas de fertilidad
- Disminución del vello corporal y facial
Tumores hipofisarios que producen la hormona estimulante de la tiroides
Los tumores hipofisarios que producen la hormona estimulante de la tiroides se denominan adenomas tirotropos. También pueden denominarse tumores secretores de hormona estimulante de la tiroides. Estos hacen que la glándula tiroides produzca la hormona tiroxina en exceso, también llamada T-4. Esto lleva a una afección llamada hipertiroidismo, también conocida como enfermedad de la tiroides hiperactiva. El hipertiroidismo puede acelerar el metabolismo del cuerpo, lo que provoca muchos síntomas. Algunos de los más comunes incluyen los siguientes:
- Pérdida de peso
- Latidos del corazón rápidos o irregulares
- Nerviosismo, ansiedad o irritabilidad
- Deposiciones frecuentes
- Sudoración
- Temblores
- Problemas de sueño
Cuándo consultar al médico
Si desarrollas síntomas que podrían asociarse con un tumor pituitario, consulta a tu proveedor de atención médica. El tratamiento para los tumores pituitarios suele hacer que las hormonas vuelvan a niveles saludables y alivia los síntomas.
Aunque es poco frecuente, algunos tumores pituitarios son hereditarios. Es decir que pasa de una generación a otra en la familia. En particular, el trastorno hereditario de la neoplasia endocrina múltiple de tipo 1 (MEN 1, por sus siglas en inglés) puede causar tumores pituitarios. Si la neoplasia endocrina múltiple de tipo 1 es hereditaria, habla con tu proveedor de atención médica sobre las pruebas que pueden ayudar a detectar un tumor pituitario de forma temprana.
Causas
La glándula pituitaria es un órgano pequeño de un tamaño similar al de una arveja (guisante, chícharo). Se encuentra detrás de la nariz, en la base del cerebro. A pesar de ser muy pequeña, la glándula pituitaria afecta casi todas las partes del cuerpo. Las hormonas que produce regulan importantes funciones del cuerpo, como el crecimiento, la presión arterial y la reproducción.
Aún se desconoce la causa del crecimiento celular descontrolado en la glándula pituitaria, que produce un tumor.En casos excepcionales, es posible que la causa de los tumores pituitarios sean genes que hayas heredado. Sin embargo, la mayoría no tiene una causa hereditaria clara. De todos modos, los científicos creen que las alteraciones genéticas pueden desempeñar un papel importante en la manera en que se forman los tumores pituitarios.
Factores de riesgo
La mayoría de las personas con tumores pituitarios no tienen ningún factor que represente un mayor riesgo de desarrollar estos tumores. El entorno y el estilo de vida no parecen influir en el riesgo de presentar tumores pituitarios.
Aunque la genética parece desempeñar una función, la mayoría de las personas que presenta tumores pituitarios no tiene antecedentes familiares de esta afección.
Los únicos factores de riesgo conocidos son varias afecciones hereditarias poco frecuentes que aumentan el riesgo de muchas afecciones de salud, entre ellas, los tumores pituitarios. Estas afecciones incluyen:
- La neoplasia endocrina múltiple de tipo 1 (MEN 1, por sus siglas en inglés).
- La neoplasia endocrina múltiple de tipo 4 (MEN 4, por sus siglas en inglés).
- Complejo de Carney.
- Síndrome de McCune-Albright.
Complicaciones
Por lo general, los tumores hipofisarios no se diseminan a otras partes del cuerpo. Sin embargo, pueden afectar la salud de una persona. Los tumores hipofisarios pueden provocar lo siguiente:
- Problemas de visión, incluida la pérdida de la visión
- Presión arterial alta
- Nivel elevado de glucosa en la sangre
- Pérdida de masa ósea
- Problemas cardíacos
- Problemas de memoria y para pensar
Convulsiones
Si un tumor pituitario presiona la parte del cerebro llamada lóbulo temporal medial, puede derivar en una convulsión. Este tipo de convulsión se conoce como convulsión focalizada con alteración de la conciencia. Estas convulsiones implican un cambio o la pérdida del conocimiento o la conciencia. Si tienes una de estas convulsiones, es posible que parezca que estás despierto. Sin embargo, durante una convulsión puedes mirar fijamente en el espacio y no responder como lo harías normalmente al entorno que te rodea. Es posible que no recuerdes la convulsión después de que haya ocurrido.
Niveles hormonales permanentemente bajos
Si tienes un tumor pituitario o te extirpan uno quirúrgicamente puede alterar de forma permanente el suministro de hormonas del cuerpo. Como resultado, es posible que necesites terapia de reemplazo hormonal por el resto de tu vida.
Apoplejía pituitaria
Una complicación poco frecuente pero posiblemente grave de un tumor pituitario es la apoplejía pituitaria, que es cuando se produce un sangrado repentino hacia el tumor. Estos son los síntomas:
- Dolor de cabeza intenso, probablemente peor que los que hayas tenido antes
- Problemas de visión, como visión doble o pérdida de la visión en uno o ambos ojos
- Náuseas y vómitos
- Confusión u otro tipo de reducción de la función mental
La apoplejía pituitaria requiere tratamiento de emergencia. El tratamiento suele incluir corticoides para aliviar la hinchazón alrededor del tumor. Es posible que también necesites cirugía para extirpar el tumor.