Tumores en las parótidas
Los tumores en las parótidas son crecimientos de células que comienzan en las glándulas parótidas. Las glándulas parótidas son dos glándulas salivales situadas delante de las orejas. Hay una a cada lado de la cara. Las glándulas salivales generan saliva para ayudar a masticar y digerir los alimentos.
Hay muchas glándulas salivales en los labios, las mejillas, la boca y la garganta. En cualquiera de estas glándulas pueden producirse crecimientos de células, que se denominan tumores. Las glándulas parótidas son la ubicación más común de los tumores de las glándulas salivales.
La mayoría de los tumores en las parótidas no son cancerosos. Se llaman tumores no cancerosos o benignos en las parótidas. En ocasiones, los tumores son un tipo de cáncer. Se denominan tumores malignos en las parótidas o cáncer de la glándula parótida.
Los tumores en las parótidas suelen causar hinchazón en la cara o la mandíbula. Por lo general, no causan dolor. Otros síntomas incluyen problemas para tragar o pérdida de movimiento facial.
Los médicos especializados en problemas que afectan al oído, la nariz y la garganta suelen encargarse del diagnóstico y el tratamiento de los tumores en las parótidas. Estos médicos se conocen como otorrinolaringólogos.
Diagnóstico
Los exámenes y procedimientos usados para diagnosticar un tumor en las parótidas pueden incluir los siguientes:
- Examen físico. El proveedor de atención médica palpa la mandíbula, el cuello y la garganta en busca de bultos o hinchazón.
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Recolección de una muestra de tejido para análisis. Una biopsia es un procedimiento para obtener una muestra de tejido para analizarla. Normalmente se utiliza una aguja para recoger líquido o tejido de la glándula parótida. La aguja puede introducirse a través de la piel de la cara hasta la glándula parótida.
En el laboratorio, los análisis pueden mostrar qué tipos de células están implicadas e informar si son cancerosas. Esta información ayuda al equipo de atención médica a comprender tu pronóstico y qué tratamientos son mejores para ti.
Los resultados de una biopsia con aguja no siempre son correctos. A veces los resultados dicen que un tumor no es canceroso cuando sí lo es. Por este motivo, algunos médicos no hacen una biopsia antes de la cirugía. En su lugar, pueden tomar una muestra de tejido para analizarla durante la cirugía.
- Pruebas por imágenes. Las pruebas por imágenes ayudan al equipo de atención médica a saber de qué tamaño es el tumor y dónde se encuentra. Si tu tumor en las parótidas es canceroso, las pruebas por imágenes ayudan a buscar signos de que el cáncer se ha diseminado. Las pruebas pueden incluir ecografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas.
Tratamiento
El tratamiento de los tumores de la parótida suele implicar una cirugía para extirpar el tumor. Si el tumor es canceroso, es posible que necesites más tratamientos. Estos tratamientos incluyen radioterapia y quimioterapia.
Cirugía
Las operaciones para extirpar los tumores de parótida incluyen las siguientes:
- Extirpación de parte de la glándula parótida. En la mayoría de los tumores de parótida, los cirujanos pueden cortar el tumor y parte del tejido sano de la glándula parótida que lo rodea. La parte que queda de la glándula parótida continúa funcionando como antes.
- Extirpación de toda la glándula parótida. La cirugía en la que se extirpa toda la glándula parótida se llama parotidectomía. Puede ser necesaria para tumores más grandes, tumores cancerosos y para los que afectan las partes más profundas de la glándula parótida.
- Extirpación de más tejido para eliminar el cáncer por completo. Si el cáncer de la glándula parótida ha crecido hasta llegar a los huesos y músculos cercanos, parte de estos puede extirparse junto con la glándula parótida. Los cirujanos tratan de extirpar todo el cáncer y una pequeña cantidad del tejido sano que lo rodea. Luego trabajan para reparar la zona, de manera que puedas seguir masticando, tragando, hablando, respirando y moviendo la cara. Esto puede implicar el trasplante de piel, tejido, hueso o nervios de otras partes del cuerpo para hacer reparaciones. Este tipo de cirugía no es necesario para tumores de la parótida que no son cancerosos.
Para acceder a la glándula parótida, los cirujanos hacen un corte en la piel cerca del oído. A menudo el corte se oculta en una arruga de la piel o detrás de la oreja.
A veces, se le hacen pruebas a una muestra de tejido tumoral durante la cirugía para ver si es cáncer. Un médico patólogo, que trabaja con los tejidos del cuerpo y con la sangre para diagnosticar enfermedades, analiza la muestra de inmediato. El patólogo le hace saber al cirujano si el tumor es canceroso. Esta información ayuda al cirujano a decidir cuánta glándula parótida extirpar. El patólogo también puede hacer pruebas de los ganglios linfáticos y otros tejidos cercanos para buscar signos de cáncer.
La glándula parótida rodea el nervio que le da movilidad a los músculos de la cara. Este nervio se llama nervio facial. Los cirujanos tienen mucho cuidado para evitar dañarlo. Pueden utilizar dispositivos eléctricos para revisar el nervio y garantizar que funcione según lo esperado después de la cirugía.
A veces, el nervio facial se estira durante la cirugía. Esto puede causar pérdida de movimiento en los músculos de la cara. La movilidad de los músculos se recupera con el tiempo. En raras ocasiones, se debe cortar el nervio facial para extirpar todo el tumor. Los cirujanos pueden repararlo usando nervios de otras áreas del cuerpo o nervios artificiales.
Las cirugías para extirpar tumores de la parótida pueden ser complejas. Se requieren cirujanos y especialistas bien capacitados para lograr el mejor resultado. Si necesitas cirugía para tratar un tumor de la parótida, visita al cirujano antes del procedimiento para hacerle preguntas. Aprender más sobre el procedimiento puede ayudar a que te sientas más cómodo con el plan de tratamiento. Puedes considerar preguntar lo siguiente:
- ¿Qué parte de la piel cortará para alcanzar la glándula parótida? ¿Me quedará una cicatriz?
- ¿Cuánta glándula parótida piensa extirpar?
- ¿Qué probabilidades hay de que se dañe el nervio facial? ¿Cómo lo resolverá?
- ¿Cómo tendrá la certeza de que ha extirpado todo el tumor?
- ¿Me extirpará los ganglios linfáticos?
- ¿Necesitaré una cirugía reparadora? ¿En qué consistirá?
- ¿Qué debo esperar durante la recuperación? ¿En cuánto tiempo cicatrizará la herida?
Radioterapia
La radioterapia utiliza poderosos haces de energía para destruir las células cancerosas. La energía puede provenir de fuentes como los rayos X y los protones.
La radioterapia se utiliza para tratar los tipos de cáncer de la glándula parótida. La radioterapia puede recomendarse después de la cirugía para destruir cualquier célula cancerosa que quede. Si el procedimiento quirúrgico no es posible, la radioterapia puede ser el primer tratamiento para los tipos de cáncer de la glándula parótida.
Quimioterapia
La quimioterapia usa medicamentos fuertes para destruir células cancerosas. A veces se utiliza para tratar los tipos de cáncer de la glándula parótida. Esto puede ser necesario si hay riesgo de que el cáncer se disemine o si la cirugía no es una opción. En estas situaciones, la quimioterapia puede realizarse al mismo tiempo que la radioterapia.
A veces la quimioterapia se utiliza sola para el cáncer avanzado, como el que se ha diseminado a otras partes del cuerpo. La quimioterapia puede ayudar a aliviar el dolor y otros síntomas causados por el cáncer.