Descripción general

Los síndromes paraneoplásicos del sistema nervioso son un grupo de afecciones poco frecuentes que se desarrollan en algunas personas que tienen cáncer. Además del sistema nervioso, los síndromes paraneoplásicos también pueden afectar a otros sistemas orgánicos, como las hormonas, la piel, la sangre y las articulaciones.

Los síndromes paraneoplásicos del sistema nervioso aparecen cuando los agentes del sistema inmunitario que combaten el cáncer también atacan partes del cerebro, la médula espinal, los músculos o los nervios periféricos.

Según el lugar afectado del sistema nervioso, los síndromes paraneoplásicos pueden afectar el movimiento y la coordinación musculares, la percepción sensorial, la memoria o las habilidades de pensamiento, o incluso el sueño.

En ocasiones, la lesión en el sistema nervioso es reversible con terapia dirigida al cáncer y al sistema inmunitario. Pero, a veces, los síndromes paraneoplásicos pueden provocar daños permanentes en el sistema nervioso.

El tratamiento del cáncer y otras terapias pueden prevenir daños mayores y mejorar los síntomas y la calidad de vida.

Síntomas

Los síntomas de los síndromes paraneoplásicos del sistema nervioso pueden desarrollarse con relativa rapidez, a menudo en cuestión de días o semanas. A menudo comienzan incluso antes de que se diagnostique un cáncer.

Los síntomas varían según la parte del cuerpo afectada, y pueden ser los siguientes:

  • Problemas para caminar.
  • Problemas de equilibrio.
  • Pérdida de coordinación muscular.
  • Pérdida del tono muscular o debilidad.
  • Pérdida de motricidad fina, como recoger objetos.
  • Dificultad para tragar.
  • Hablar arrastrando las palabras o tartamudeo.
  • Pérdida de la memoria y otras discapacidades del razonamiento.
  • Cambios en la visión.
  • Problemas para dormir.
  • Convulsiones.
  • Alucinaciones.
  • Movimientos que no se pueden controlar.

Tipos de síndromes paraneoplásicos

Algunos ejemplos de síndromes paraneoplásicos del sistema nervioso incluyen los siguientes:

  • La degeneración cerebelosa se conoce como ataxia cerebelosa. Este síndrome consiste en la pérdida de neuronas en el cerebelo, que es la parte del cerebro que controla las funciones musculares y el equilibrio. Los síntomas pueden incluir problemas para caminar, falta de coordinación en los brazos y las piernas, dificultad para mantener la postura y mareos. También pueden incluir náuseas, movimientos oculares que no se pueden controlar, visión doble y dificultad para hablar o tragar.
  • Encefalitis límbica. Este síndrome consiste en la hinchazón o inflamación del sistema límbico, que es un área del cerebro. Este sistema controla las emociones, los comportamientos y ciertas funciones de la memoria. Las personas que padecen esta afección pueden experimentar cambios de personalidad o alteraciones del estado de ánimo, pérdida de memoria, convulsiones, alucinaciones o somnolencia.
  • Encefalomielitis. Este síndrome se refiere a la inflamación del cerebro y la médula espinal. Puede haber una amplia variedad de síntomas según la parte afectada.
  • Opsoclono-mioclono. Este síndrome se presenta cuando el cerebelo o sus conexiones no funcionan correctamente. Puede causar movimientos oculares rápidos e irregulares, y tirones musculares en los brazos, las piernas y el tronco.
  • Síndrome de la persona rígida. Este síndrome, que antes se conocía como síndrome de la persona rígida, lleva a una rigidez muscular grave que empeora con el tiempo. La rigidez afecta principalmente la columna vertebral y las piernas. También puede causar espasmos musculares dolorosos.
  • Mielopatía. Este término se refiere a un síndrome que implica una lesión en la médula espinal. Los síntomas dependen del nivel de la lesión de la médula espinal y pueden incluir cambios en la función de los intestinos y la vejiga, y debilidad y entumecimiento hasta un cierto nivel en el cuerpo. Si el nivel de la lesión incluye el cuello, puede causar una discapacidad grave que afecta los brazos y las piernas.
  • Síndrome miasténico de Lambert-Eaton. Este síndrome es causado por la interrupción de la comunicación entre los nervios y los músculos. Los síntomas incluyen debilidad muscular en la pelvis y las piernas, y fatiga. También puede causar problemas para tragar y hablar, movimientos oculares irregulares y visión doble. Otros síntomas pueden incluir boca seca y disfunción eréctil.

    Cuando se produce como un síndrome paraneoplásico, el síndrome miasténico de Lambert-Eaton se asocia comúnmente con el cáncer de pulmón.

  • Miastenia gravis. La miastenia gravis también se relaciona con la interrupción de la comunicación entre los nervios y los músculos. Las personas con esta enfermedad tienen debilidad y fatiga rápida de cualquiera de los músculos que están bajo su control voluntario. Estos incluyen los músculos de la cara, los ojos, los brazos y las piernas. Los músculos implicados al masticar, tragar, hablar y respirar también pueden verse afectados.

    Cuando aparece la miastenia gravis como un síndrome paraneoplásico, generalmente se asocia con el cáncer del timo, que se conoce como timoma.

  • Neuromiotonía o síndrome de Isaacs. La neuromiotonía se produce cuando hay un número excesivo de impulsos nerviosos que controlan el movimiento muscular. Esto se conoce como hiperexcitabilidad de los nervios periféricos. Estos impulsos pueden causar comezón, ondulación de los músculos que se ve como si tuvieran una bolsa de gusanos y rigidez que empeora con el tiempo. También pueden causar calambres musculares, movimientos más lentos y otros problemas con los músculos.
  • Neuropatía periférica. En esta afección, los nervios que transmiten mensajes del cerebro o la columna vertebral al resto del cuerpo están dañados. Estos nervios se conocen como nervios periféricos. Cuando el daño afecta solo a los nervios sensoriales, causa dolor y cambios en la sensación en cualquier parte del cuerpo.
  • Disautonomía. La disautonomía se refiere a una amplia variedad de síntomas que surgen de una lesión en los nervios que regulan las funciones corporales involuntarias. Estos nervios, que forman el sistema nervioso autónomo, controlan la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la sudoración y las funciones de los intestinos y la vejiga. Los síntomas pueden incluir presión arterial baja, latidos irregulares del corazón y dificultad para respirar.

Cuándo debes consultar a un médico

Los síntomas de los síndromes paraneoplásicos del sistema nervioso son similares a los de muchas afecciones, incluido el cáncer, las complicaciones del cáncer e incluso algunos tratamientos para el cáncer.

No obstante, si tienes algún síntoma que sugiera un síndrome paraneoplásico, consulta a tu profesional de atención médica lo antes posible. El diagnóstico temprano y la atención médica apropiada son importantes para tratar el cáncer y evitar que se dañe más el sistema nervioso.

Causas

Los síndromes paraneoplásicos del sistema nervioso no están causados por células cancerosas directamente ni por la diseminación del cáncer, lo que se conoce como metástasis. Tampoco están causados por otras complicaciones, como infecciones o efectos secundarios del tratamiento. En cambio, aparecen junto con el cáncer como resultado de la activación del sistema inmunitario.

Los investigadores creen que los síndromes paraneoplásicos del sistema nervioso están causados por la capacidad del sistema inmunitario para combatir el cáncer. En particular, se cree que participan los anticuerpos y las células T que son glóbulos blancos. En lugar de atacar solo a las células cancerosas, estas sustancias del sistema inmunitario también atacan a las células saludables del sistema nervioso.

Factores de riesgo

El cáncer puede asociarse con un síndrome paraneoplásico del sistema nervioso. Sin embargo, aparece con más frecuencia en personas con cáncer de pulmón, ovario, mama, testículos o sistema linfático.