Descripción general

La esclerosis múltiple es una enfermedad que causa la rotura de la cubierta protectora de los nervios. La esclerosis múltiple puede causar entumecimiento, debilidad, problemas para caminar, cambios en la visión y otros síntomas. También se conoce como esclerosis múltiple.

En la esclerosis múltiple, el sistema inmunitario ataca la vaina protectora que recubre las fibras nerviosas, llamada mielina. Esto interrumpe la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Con el tiempo, la enfermedad puede causar el deterioro o el daño permanente de las fibras nerviosas.

Los síntomas de la esclerosis múltiple dependen de la persona, de la ubicación del daño en el sistema nervioso y de la gravedad del daño en las fibras nerviosas. Algunas personas pierden la capacidad de caminar por sí mismas o de moverse. Otras pueden tener largos períodos entre ataques sin nuevos síntomas, lo que se denomina remisión. El curso de la enfermedad varía en función del tipo de esclerosis múltiple.

La esclerosis múltiple no tiene cura. No obstante, existen tratamientos que ayudan a acelerar la recuperación de las crisis, cambiar el curso de la enfermedad y controlar los síntomas.

Tipos

Algunas afecciones se clasifican en etapas, pero la esclerosis múltiple se clasifica en tipos. Los tipos de esclerosis múltiple dependen de la progresión de los síntomas y la frecuencia de las recaídas. Los tipos de esclerosis múltiple son los siguientes:

Con recaídas y mejorías

La mayoría de las personas con esclerosis múltiple tiene el tipo con recaídas y mejorías. Tienen períodos con síntomas nuevos o recaídas que aparecen durante días o semanas y, por lo general, mejoran en forma parcial o total. Estas recaídas están seguidas de períodos tranquilos de remisión de la enfermedad que pueden durar meses e incluso años.

Secundaria progresiva

Entre el 20 % y el 40 % de las personas con esclerosis múltiple con recaídas y mejorías pueden desarrollar con el tiempo una progresión constante de los síntomas. Esta progresión, con o sin períodos de remisión, podría ocurrir entre 10 y 40 años después del inicio de la enfermedad. Esto se conoce como esclerosis múltiple secundaria progresiva.

Si los síntomas empeoran, por lo general, se convierten en problemas de movimiento y para caminar. La tasa de progresión de la enfermedad varía enormemente entre las personas con esclerosis múltiple secundaria progresiva.

Primaria progresiva

Algunas personas con esclerosis múltiple presentan un inicio gradual y una progresión constante de los signos y síntomas sin recaídas. Este tipo de esclerosis múltiple se conoce como esclerosis múltiple primaria progresiva.

Síndrome clínico aislado

El síndrome clínico aislado se refiere al primer episodio de una enfermedad que afecta la mielina. Tras más pruebas, es posible que se diagnostique como esclerosis múltiple u otra afección.

Síndrome radiológico aislado

El síndrome radiológico aislado describe hallazgos en las resonancias magnéticas del cerebro y la médula espinal que parecen esclerosis múltiple en personas sin síntomas clásicos de la enfermedad.

Síntomas

Los síntomas de la esclerosis múltiple varían en función de la persona. Los síntomas pueden cambiar durante el curso de la enfermedad dependiendo de las fibras nerviosas afectadas.

Los síntomas comunes incluyen los siguientes:

  • Entumecimiento u hormigueo.
  • Sensaciones de descargas eléctricas que se producen con ciertos movimientos del cuello, en especial, al inclinarlo hacia delante. Esta sensación se denomina signo de Lhermitte.
  • Falta de coordinación.
  • Problemas para caminar o imposibilidad de hacerlo.
  • Debilidad.
  • Pérdida de la visión parcial o completa que se da, por lo general, en un ojo a la vez. La pérdida de visión suele ir acompañada de dolor durante los movimientos oculares.
  • Visión doble.
  • Visión borrosa.
  • Mareos y falsa sensación de que tú o tu entorno se mueven, lo que se conoce como vértigo.
  • Problemas con la funcionalidad sexual, los intestinos y la vejiga.
  • Fatiga.
  • Habla arrastrada.
  • Problemas de memoria, pensamiento y comprensión de la información.
  • Cambios en el estado de ánimo.

Los pequeños aumentos en la temperatura corporal pueden empeorar de manera temporaria los signos y síntomas de la esclerosis múltiple. Estos no se consideran recaídas de la enfermedad, sino seudorrecaídas.

Cuándo consultar al médico

Programa una cita con un médico u otro profesional de atención médica si tienes algún síntoma que te preocupa.

Causas

Se desconoce la causa de la esclerosis múltiple. Se considera que es una enfermedad de origen inmunitario en la cual el sistema inmunitario del cuerpo ataca a sus propios tejidos. En la esclerosis múltiple, el sistema inmunitario ataca y destruye la sustancia grasa que recubre y protege las fibras nerviosas del cerebro y la médula espinal. Esta sustancia grasa se denomina mielina.

La mielina se puede comparar con el aislamiento que recubre los cables eléctricos. Cuando la mielina protectora se daña y la fibra nerviosa queda expuesta, los mensajes enviados a través de esa fibra nerviosa son más lentos o se interrumpen.

No está claro por qué la esclerosis múltiple se manifiesta en algunas personas y en otras no. Una combinación de factores genéticos y ambientales puede aumentar el riesgo de padecer esclerosis múltiple.

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer esclerosis múltiple son los siguientes:

  • Edad. La esclerosis múltiple puede ocurrir a cualquier edad; sin embargo, la aparición es más común entre los 20 y los 40 años.
  • Sexo. Las mujeres tienen entre 2 y 3 veces más probabilidades que los hombres de padecer esclerosis múltiple con recaídas y mejorías.
  • Antecedentes familiares. Si uno de tu padre, tu madre, o uno de tus hermanos o hermanas tuvo esclerosis múltiple, el riesgo de que tengas la enfermedad es mayor.
  • Determinadas infecciones. Diversos virus se asocian a la esclerosis múltiple, entre ellos, el virus de Epstein-Barr. El virus de Epstein-Barr es el virus que causa la mononucleosis infecciosa.
  • Raza. Las personas de piel blanca, en especial las de descendencia del norte de Europa, corren un mayor riesgo de tener esclerosis múltiple. Las personas de descendencia asiática, africana o nativa estadounidense corren el menor riesgo. En un estudio reciente, se señala que la cantidad de jóvenes adultos hispanos y de piel negra con esclerosis múltiple puede ser mayor de lo que se pensaba.
  • Clima. La esclerosis múltiple es mucho más común en lugares de clima templado. Entre estos lugares se encuentran Canadá, el norte de Estados Unidos, Nueva Zelanda, el sureste de Australia y Europa.
  • Vitamina D. Tener niveles bajos de vitamina D y una baja exposición a la luz solar se relaciona con un mayor riesgo para esclerosis múltiple. El mes de nacimiento también puede afectar las probabilidades de desarrollar esclerosis múltiple. Esto tiene que ver con los niveles de exposición al sol cuando la madre está embarazada.
  • Obesidad. Las personas que padecen obesidad o que la padecieron durante la infancia tienen un mayor riesgo de desarrollar esclerosis múltiple.
  • Determinadas enfermedades autoinmunitarias. El riesgo de desarrollar esclerosis múltiple es ligeramente mayor si se padecen otras afecciones autoinmunes. Estas incluyen la enfermedad tiroidea, la anemia perniciosa, la psoriasis, la diabetes tipo 1 o la enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Fumar. Las personas que fuman tienen un mayor riesgo de padecer esclerosis múltiple con recaídas y mejorías que aquellas que no fuman.
  • Microbioma intestinal. Las personas con esclerosis múltiple pueden tener un microbioma intestinal diferente al de las personas que no la padecen. Se deben hacer más investigaciones para entender esta relación.

Complicaciones

Las complicaciones de la esclerosis múltiple pueden incluir las siguientes:

  • Trastornos del estado de ánimo, como depresión, ansiedad o cambios en el estado de ánimo
  • Rigidez muscular o espasmos
  • Convulsiones, aunque en muy raras ocasiones
  • Debilidad grave o parálisis que ocurre, por lo general, en los brazos o las piernas
  • Problemas de vejiga, intestino o funcionalidad sexual
  • Problemas de concentración y de memoria