Diagnósticos
Para saber si tienes un trastorno del estado de ánimo, como depresión o trastorno bipolar, el médico u otro profesional de atención primaria pueden realizar un examen físico. Con este examen se buscarán otros signos de enfermedad. El médico revisará los síntomas, los antecedentes médicos y familiares, y antecedentes con respecto al consumo de alcohol y drogas.
El médico querrá saber sobre los episodios anteriores de un trastorno del estado de ánimo. Estas son algunas de esas preguntas:
- ¿Cuánto tiempo duraron los episodios anteriores?
- ¿Cuánto tiempo pasó entre cada episodio?
- ¿Cuál fue la intensidad de estos episodios?
- ¿Fue alguno de estos episodios afectado por el consumo de drogas ilícitas y medicamentos?
El médico también te preguntará sobre otros problemas de salud mental actuales o anteriores. Si es necesario, puede que te remitan a un profesional de la salud mental.
Tratamiento
En la mayoría de las personas, los trastornos del estado de ánimo se pueden tratar con terapia de conversación, medicamentos o ambos. A la terapia de conversación también se la conoce como psicoterapia. Es un término general que se usa para aludir al tratamiento contra los trastornos del estado de ánimo mediante la conversación con un profesional de la salud mental acerca de tu afección y de los problemas relacionados.
Se pueden utilizar medicamentos para tratar la depresión y el trastorno bipolar. El medicamento que mejor funcione para ti dependerá de su eficacia para gestionar los síntomas, de tu tolerancia y de tus preferencias. Los medicamentos se deben usar junto con la psicoterapia para que den mejores resultados.
La terapia cognitivo conductual, la terapia familiar y otros tipos de terapias pueden ser una parte importante del tratamiento para gestionar los síntomas o evitar que vuelvan a presentarse.
A las personas que sufren depresión se les suelen sugerir otros procedimientos, como las terapias de estimulación cerebral. Estas incluyen la estimulación magnética transcraneal y la terapia electroconvulsiva. Por lo general, se consideran tratamientos secundarios y se utilizan cuando otros tratamientos no funcionan.