Descripción general
Enfermedad mental, también denominada "trastorno de salud mental", se refiere a una amplia gama de afecciones de la salud mental, es decir, trastornos que afectan el estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento. Son ejemplos de enfermedad mental la depresión, los trastornos de ansiedad, los trastornos de la alimentación y los comportamientos adictivos.
Muchas personas manifiestan problemas de salud mental de vez en cuando. Pero un problema de salud mental se convierte en una enfermedad mental cuando los signos y los síntomas se hacen permanentes, causan estrés y afectan la capacidad de funcionar normalmente.
La enfermedad mental puede hacerte sentir muy mal y ocasionar problemas en la vida cotidiana, por ejemplo, en la escuela, el trabajo o en las relaciones interpersonales. En la mayor parte de los casos, los síntomas pueden tratarse con una combinación de medicamentos y terapia de conversación (psicoterapia).
Síntomas
Los signos y síntomas de la enfermedad mental pueden variar según el trastorno, las circunstancias y otros factores. Los síntomas de la enfermedad mental pueden afectar las emociones, los pensamientos y las conductas.
Algunos ejemplos de los signos y síntomas son los siguientes:
- Sentimientos de tristeza o desánimo
- Pensamientos confusos o capacidad reducida de concentración
- Preocupaciones o miedos excesivos o sentimientos intensos de culpa
- Altibajos y cambios radicales de humor
- Alejamiento de las amistades y de las actividades
- Cansancio importante, baja energía y problemas de sueño
- Desconexión de la realidad (delirio), paranoia o alucinaciones
- Incapacidad para afrontar los problemas o el estrés de la vida diaria
- Problemas para comprender y relacionar las situaciones y las personas
- Problemas con el uso de alcohol o drogas
- Cambios importantes en los hábitos alimentarios
- Cambios en el deseo sexual
- Exceso de enojo, hostilidad o violencia
- Pensamiento suicida
A veces, los síntomas de un trastorno de salud mental aparecen como problemas físicos, como dolor de estómago, dolor de espalda, dolores de cabeza u otros dolores y molestias inexplicables.
Cuándo debes consultar con un médico
Si tienes algún signo o síntoma de una enfermedad mental, consulta a tu proveedor de atención primaria o a un profesional de salud mental. La mayor parte de las enfermedades mentales no mejoran por sí solas y, sin tratamiento, pueden empeorar con el tiempo y ocasionar problemas graves.
Si tienes pensamientos suicidas
Los pensamientos y los comportamientos suicidas son frecuentes en las personas que tienen algunas enfermedades mentales. Si crees que puedes lastimarte o intentar suicidarte, pide ayuda sin demora:
- Llama de inmediato al 911 o al número local de emergencias.
- Llama al especialista en salud mental.
- Llama a la línea directa para prevención del suicidio. En los EE. UU., llama o envía un mensaje de texto al 988 para comunicarte con la línea directa 988 para prevención del suicidio y para personas en situación de crisis (988 Suicide & Crisis Lifeline), disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana. También puedes usar el chat de ayuda en línea Lifeline Chat. Los servicios son gratuitos y confidenciales.
- Busca ayuda del proveedor principal de atención médica.
- Habla con un amigo íntimo o un ser querido.
- Comunícate con un pastor, un líder espiritual u otra persona de tu comunidad religiosa.
Los pensamientos suicidas no se superan por sí solos; busca ayuda.
Ayudar a un ser querido
Si un ser querido muestra signos de enfermedad mental, mantén una conversación abierta y sincera con él y hazle saber tus preocupaciones. Puede que no logres obligar a alguien a que busque atención profesional, pero sí puedes ofrecerle apoyo y aliento. Además, puedes ayudar a tu ser querido a encontrar un profesional de salud mental calificado y solicitar una consulta. Incluso podrás acompañarlo a la consulta.
Si tu ser querido se ha hecho daño a sí mismo o está en riesgo de hacerlo, llévalo al hospital o llama a la atención de urgencia.
Causas
Las enfermedades mentales, por lo general, se consideran originadas a partir de una variedad de factores genéticos y ambientales:
- Atributos hereditarios. La enfermedad mental es más frecuente en las personas cuyos parientes consanguíneos también la padecen. Ciertos genes pueden aumentar el riesgo de contraer una enfermedad mental y la situación de vida en particular puede desencadenarla.
- Exposición ambiental anterior al nacimiento. La exposición a factores de estrés ambientales, enfermedades inflamatorias, toxinas, drogas o alcohol en el útero puede asociarse, en algunos casos, con la enfermedad mental.
- Química del cerebro. Los neurotransmisores son sustancias químicas que se encuentran naturalmente en el cerebro y que transmiten señales a otras partes del cerebro y del cuerpo. Cuando las redes neurales que contienen estas sustancias químicas se ven alteradas, la función de los receptores nerviosos y de los sistemas nerviosos cambia, lo que genera depresión y otros trastornos emocionales.
Factores de riesgo
Ciertos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar una enfermedad mental, incluidos los siguientes:
- Antecedentes de enfermedad mental en un pariente consanguíneo, como uno de los padres o un hermano
- Las situaciones estresantes de la vida, como problemas financieros, el divorcio o la muerte de un ser querido
- Enfermedades permanentes (crónicas), como la diabetes
- Daño cerebral como consecuencia de una lesión grave (traumatismo cerebral), por ejemplo, a causa de un golpe violento en la cabeza
- Experiencias traumáticas, tales como combate militar o ataques
- Consumo de alcohol o de drogas recreativas
- Antecedentes de abuso o negligencia en la infancia
- Pocos amigos o pocas relaciones saludables
- Una enfermedad mental anterior
La enfermedad mental es frecuente. Durante un año determinado, 1 de cada 5 adultos padece una enfermedad mental. La enfermedad mental puede comenzar a cualquier edad, desde la infancia hasta los últimos años de la vida adulta, pero la mayoría de los casos comienzan más temprano en la vida.
Los efectos de la enfermedad mental pueden ser temporales o duraderos. También es posible sufrir más de un trastorno de salud mental al mismo tiempo. Por ejemplo, puedes tener depresión y un trastorno vinculado al consumo de sustancias.
Complicaciones
La enfermedad mental es una de las principales causas de discapacidad. Si no se trata, la enfermedad mental puede ocasionar graves problemas emocionales, físicos y conductuales. Las complicaciones que, en ocasiones, se asocian a la enfermedad mental comprenden las siguientes:
- Infelicidad y disminución de la alegría de vivir
- Conflictos familiares
- Problemas de pareja
- Aislamiento social
- Problemas vinculados al consumo de tabaco, alcohol o drogas
- Ausentismo u otros problemas relacionados con el trabajo o la escuela
- Problemas económicos y financieros
- Pobreza y falta de vivienda
- Daños a sí mismo y a otros, incluso suicidio u homicidio
- Debilitamiento del sistema inmunitario que dificulta al cuerpo resistir las infecciones
- Enfermedad cardíaca y otras afecciones
Prevención
No existe una forma de prevenir la enfermedad mental. Sin embargo, si sufres una enfermedad mental, tomar medidas para controlar el estrés, aumentar tu resistencia y levantar tu autoestima pueden ayudar a controlar los síntomas. Toma estas medidas:
- Presta atención a las señales de advertencia. Trabaja con tu médico o terapeuta en la identificación de lo que pueda desencadenar tus síntomas. Elabora un plan para saber qué hacer en el caso de que los síntomas regresen. Consulta con tu médico o terapeuta si notas cambios en los síntomas o en cómo te sientes. Evalúa involucrar a tus familiares o amigos para que estén atentos a los signos de advertencia.
- Hazte los controles de atención médica de rutina. No descuides ni pases por alto las consultas médicas con tu proveedor de atención primaria, especialmente si no te sientes bien. Puedes tener un nuevo problema de salud que requiere tratamiento o puedes estar experimentando los efectos secundarios de los medicamentos.
- Pide ayuda cuando la necesites. Las enfermedades mentales pueden ser más difíciles de tratar si dejas que los síntomas empeoren. El tratamiento de mantenimiento a largo plazo también puede ser de ayuda para prevenir la reaparición de los síntomas.
- Cuida bien de ti mismo. Es importante dormir lo suficiente, tener una alimentación saludable y hacer ejercicio. Procura mantener un cronograma de actividades regulares. Habla con tu proveedor de atención primaria si tienes problemas para dormir o si tienes preguntas sobre alimentación y actividad física.