Descripción general

El hígado es un órgano ubicado justo debajo de la caja torácica, del lado derecho del abdomen. Puede pesar hasta 4 libras (1,8 kilogramos). Es necesario para digerir los alimentos, eliminar los desechos del cuerpo y producir los factores de coagulación, que son sustancias que mantienen un buen flujo sanguíneo, entre otras tareas.

La enfermedad hepática puede ser hereditaria, es decir, puede transmitirse de una generación a otra. Los factores que dañan el hígado también pueden causar problemas hepáticos, incluidos los virus, el consumo de alcohol y la obesidad.

Con el tiempo, las afecciones que dañan el hígado derivan en cirrosis, que es la formación de cicatrices. La cirrosis puede llevar a la insuficiencia hepática, una afección que pone en riesgo la vida. Sin embargo, el tratamiento temprano puede darle al hígado tiempo para sanar.

Síntomas

La enfermedad hepática no siempre causa síntomas que se pueden ver o sentir. Si se presentan síntomas, pueden incluir los siguientes:

  • Ictericia, que es cuando la piel y la parte blanca de los ojos presentan un color amarillento. El color amarillento en la piel puede ser más difícil de ver en las personas de piel negra o morena.
  • Dolor e hinchazón abdominal.
  • Hinchazón de las piernas y de los tobillos.
  • Comezón en la piel.
  • Orina oscura.
  • Heces de color claro.
  • Cansancio constante.
  • Náuseas o vómitos.
  • Pérdida del apetito.
  • Tendencia a la formación de moretones.

Cuándo consultar al médico

Programa una cita con tu profesional de atención médica si tienes algún síntoma persistente que te preocupa. Busca atención médica de inmediato si sientes un dolor abdominal tan fuerte que no puedes quedarte quieto.

Causas

La enfermedad hepática tiene muchas causas.

Infección

Los parásitos y los virus pueden infectar el hígado y causar inflamación, es decir, hinchazón e irritación. La inflamación impide que el hígado funcione de forma correcta. Los virus que causan lesión hepática pueden contagiarse a través de la sangre o el semen, por el agua o los alimentos en mal estado o por el contacto estrecho con una persona que está infectada.

Los tipos más comunes de infección hepática son los virus de la hepatitis e incluyen los siguientes:

  • Hepatitis A
  • Hepatitis B
  • Hepatitis C

Afección del sistema inmunitario

Las enfermedades autoinmunitarias son aquellas en las que el sistema inmunitario ataca determinadas partes del cuerpo. Las enfermedades hepáticas autoinmunes son las siguientes:

  • Hepatitis autoinmune
  • Colangitis biliar primaria
  • Colangitis esclerosante primaria

Genética

Un gen modificado del padre, de la madre o de ambos puede ocasionar que se acumulen sustancias en el hígado. Esto puede causar daño hepático. Las enfermedades hepáticas genéticas incluyen las siguientes:

  • Hemocromatosis
  • Enfermedad de Wilson
  • Deficiencia de alfa-1 antitripsina

Cáncer y otros tumores

Algunos ejemplos son los siguientes:

  • Cáncer de hígado
  • Cáncer de los conductos biliares
  • Adenoma hepático

Otros

Otras causas comunes de la enfermedad hepática son las siguientes:

  • Consumo de alcohol a largo plazo
  • Grasa que se acumula en el hígado, que se conoce como esteatohepatitis no alcohólica o enfermedad hepática esteatósica asociada al metabolismo
  • Ciertos medicamentos que se venden con receta médica u otros medicamentos
  • Determinadas mezclas herbales
  • Contacto frecuente con sustancias químicas tóxicas

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer una enfermedad hepática son los siguientes:

  • Consumo continuo de alcohol, ya sea moderado o excesivo
  • Obesidad
  • Diabetes tipo 2
  • Tatuajes o perforaciones
  • Agujas compartidas para inyectarse drogas
  • Transfusión sanguínea realizada antes de 1992
  • Contacto con la sangre y los líquidos corporales de otras personas
  • Relaciones sexuales sin protección
  • Contacto con sustancias químicas o con toxinas
  • Antecedentes familiares de enfermedad hepática

Complicaciones

Las complicaciones de la enfermedad hepática dependen de la causa de los problemas hepáticos. Si no se realiza un tratamiento, la enfermedad hepática puede avanzar y convertirse en insuficiencia hepática, que puede ser mortal.

Prevención

Cómo prevenir la enfermedad hepática:

  • Si decides beber alcohol, hazlo con moderación. Para los adultos sanos, significa una copa al día en el caso de las mujeres y hasta dos copas al día en el de los hombres.
  • Evita las conductas de riesgo. Utiliza un preservativo durante las relaciones sexuales. Si te haces tatuajes o perforaciones, elige una tienda que sea limpia y segura. Si te inyectas drogas ilícitas, busca ayuda. No compartas las agujas al inyectarte.
  • Recibe las vacunas que correspondan. Si tienes un mayor riesgo de contraer hepatitis, habla con tu profesional de atención médica para que te aplique las vacunas contra la hepatitis A y la hepatitis B. Lo mismo aplica si te has infectado con algún tipo del virus de la hepatitis.
  • Ten cuidado al tomar medicamentos. Toma medicamentos de venta con receta médica y de otro tipo solo cuando sea necesario y de la forma indicada. No mezcles medicamentos con alcohol. Consulta a tu proveedor de atención médica antes de mezclar suplementos herbarios, medicamentos de venta con receta médica u otro tipo de medicamentos.
  • Evita el contacto con la sangre y los líquidos corporales de otras personas. Los virus de la hepatitis se pueden contagiar por pinchazos accidentales con agujas o por no limpiar correctamente la sangre y los líquidos corporales.
  • Cuida la seguridad alimentaria. Lávate bien las manos antes de comer o preparar alimentos. Si viajas a un país de escasos recursos, usa agua embotellada para beber, lavarte las manos y cepillarte los dientes.
  • Ten cuidado con los atomizadores. Asegúrate de utilizar estos productos en un área abierta. Usa una mascarilla cuando rocíes insecticidas, fungicidas, pintura y otras sustancias químicas tóxicas. Sigue siempre las recomendaciones del fabricante.
  • Protege la piel. Cuando utilices insecticidas y otras sustancias químicas tóxicas, usa guantes, mangas largas, un sombrero y una mascarilla para que la piel no entre en contacto con estos productos.
  • Mantén un peso saludable. La obesidad puede causar la enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico, que ahora se conoce como enfermedad hepática esteatósica asociada al metabolismo.