Diagnóstico

El oftalmólogo te hará un examen ocular completo, que incluye lo siguiente:

  • Examen externo. El médico puede usar una linterna para observarte las pupilas, observar el patrón de enrojecimiento en uno o ambos ojos y verificar si hay signos de secreción.
  • Agudeza visual. El médico te evalúa la agudeza de la visión usando una tabla optométrica y otras pruebas estándar.
  • Examen con lámpara de hendidura. Usando un microscopio especial con una luz, el médico observa el interior del ojo en busca de signos de iritis. Dilatar la pupila con gotas para los ojos le permite al médico ver mejor el interior del ojo.

Si el oftalmólogo sospecha que una enfermedad o afección está causando la iritis, puede trabajar con el médico de atención primaria para determinar la causa de fondo. En ese caso, las pruebas adicionales pueden incluir análisis de sangre o radiografías para identificar o descartar causas específicas.

Tratamiento

El tratamiento de la iritis se centra en preservar la vista, y aliviar el dolor y la inflamación. En el caso de la iritis asociada a una afección o enfermedad no aparente, también es necesario tratar esa afección.

En la mayoría de los casos, el tratamiento de la iritis incluye:

  • Gotas para los ojos con esteroides. Los medicamentos glucocorticoides, administrados en forma de gotas para los ojos, reducen la inflamación.
  • Gotas para dilatar la pupila. Las gotas utilizadas para dilatar la pupila pueden aliviar el dolor de la iritis. Estas gotas también te protegen contra las complicaciones que afectan el funcionamiento de la pupila.

Si los síntomas no desaparecen, o parecen empeorar, el oftalmólogo podría recetarte medicamentos por vía oral que contienen esteroides u otros agentes antiinflamatorios, según tu estado general de salud.

Preparación para la consulta

Solicita una consulta con un médico especialista en el cuidado de los ojos — un optometrista o un oftalmólogo — que pueda evaluar la iritis y realizar un examen ocular completo.

A continuación, encontrarás información útil para prepararte para la consulta.

Qué puedes hacer

Prepara una lista de lo siguiente:

  • Tus síntomas, incluidos aquellos que puedan parecer que no están relacionados con tu problema de visión, y cuándo comenzaron
  • Todos los medicamentos, las vitaminas y los suplementos que tomas, incluso las dosis
  • Información personal clave, incluidos traumas o lesiones recientes y tus antecedentes médicos, incluso si algún miembro de la familia tiene un trastorno autoinmunitario
  • Preguntas que debes hacerle a tu oftalmólogo

Lleva a un familiar o amigo a tu cita, si es posible, para que te ayude a recordar la información que te han dado. Además, la dilatación de las pupilas para el examen ocular afectará tu visión durante un tiempo después del examen en sí, por lo que puede ser útil que alguien te lleve a casa.

En el caso de iritis, algunas preguntas para hacerle a tu médico incluyen:

  • ¿La iritis puede afectar permanentemente mi visión?
  • ¿Necesito volver para realizarme exámenes de seguimiento? ¿Cuándo?
  • ¿Qué debo hacer si mis síntomas no desaparecen o parecen empeorar?
  • Tengo otras afecciones médicas. ¿Cómo puedo controlarlas de la mejor manera?
  • ¿Tiene folletos u otro material impreso que me pueda llevar? ¿Qué sitios web me recomienda?

Qué esperar del médico oculista

Es probable que el médico te haga varias preguntas, por ejemplo:

  • ¿Tienes síntomas en ambos ojos, o solo en uno?
  • ¿Sientes dolor en el ojo cuando te tocas el párpado?
  • ¿Tienes dolores de cabeza?
  • ¿El dolor en el ojo empeora cuando la luz es brillante?
  • ¿Tienes la visión borrosa?
  • ¿Tienes síntomas de artritis, como dolor en las articulaciones?
  • ¿Tienes llagas en la boca o la zona genital?
  • ¿Te han diagnosticado con iritis alguna vez?
  • ¿Alguna vez te han diagnosticado con otros trastornos de los ojos?
  • En general, ¿cómo te sientes?