Diagnóstico

Por lo general, el médico o el dentista pueden diagnosticar la lengua geográfica al examinar la lengua y analizar los síntomas.

Durante el examen, el médico o el dentista pueden:

  • Usar un instrumento con luz para revisar la lengua y la boca.
  • Pedirte que muevas la lengua en varias direcciones.
  • Tocar suavemente la lengua para saber si hay sensibilidad o cambios inusuales en la textura.
  • Verificar si hay signos de infección, como fiebre o hinchazón de los ganglios linfáticos del cuello.

Algunos síntomas de la lengua geográfica pueden parecerse a los de otras afecciones, como el liquen plano oral. Esta afección se presenta en forma de manchas blancas en la boca, y a veces con llagas dolorosas. Por lo tanto, es posible que haya que descartar algunas afecciones antes de hacer un diagnóstico.

Tratamiento

Generalmente, la lengua geográfica no necesita tratamiento médico. Si bien la lengua geográfica a veces puede causar dolor, es una afección inofensiva.

Para gestionar el dolor o la sensibilidad, el médico puede recomendarte medicamentos como los siguientes:

  • Medicamentos de venta sin receta médica para aliviar el dolor.
  • Enjuagues bucales que adormecen el área.
  • Enjuagues bucales antihistamínicos. Los antihistamínicos se usan para reducir la hinchazón.
  • Ungüentos o enjuagues con corticoides. Los corticoides se usan para gestionar las afecciones que ocasionan hinchazón o que afectan el sistema inmunitario, como el liquen plano.
  • Vitamina B o cinc.
  • Medicamentos para infecciones micóticas.

Debido a que estos tratamientos no se han estudiado con mucho detalle, sus beneficios se desconocen. Como la lengua geográfica aparece y desaparece por sí sola, tal vez no puedas saber si los tratamientos hacen que los síntomas desaparezcan.

Estilo de vida y remedios caseros

La mayoría de las personas con lengua geográfica no tienen síntomas. Pero en caso de que se presenten, puedes aliviar el dolor si evitas o limitas el consumo de sustancias que suelen empeorar la sensibilidad de los tejidos bucales. Estas sustancias incluyen alimentos o bebidas picantes o ácidas, así como el alcohol y el tabaco.

Preparación para la consulta

Si te preocupa la apariencia de tu lengua, programa una cita con el médico o con el dentista.

Qué puedes hacer

Prepara preguntas con anticipación para aprovechar al máximo la consulta. Las preguntas básicas son, por ejemplo, las siguientes:

  • ¿Por qué tiene este aspecto mi lengua?
  • ¿Podría haber otras causas?
  • ¿Cuánto durará esta afección?
  • ¿Qué tratamientos hay?
  • ¿Puedo hacer algo en casa para aliviar el dolor?
  • ¿Qué debería hacer si el problema con mi lengua vuelve a aparecer?

Qué esperar del médico

Prepárate para responder estas preguntas:

  • ¿Cuándo aparecieron las manchas rojas por primera vez?
  • ¿Ha cambiado la apariencia de las manchas rojas?
  • ¿Se han movido las manchas a diferentes partes de la lengua?
  • ¿Has tenido otras manchas rojas o llagas en la boca?
  • ¿Has tenido dolores?
  • ¿Parece que los alimentos picantes, los ácidos o algún otro alimento causan dolor?
  • ¿Has tenido algún otro síntoma que parezca no tener relación con la afección de la lengua?
  • ¿Has tenido fiebre?

Preparar y prever las preguntas te ayudará a aprovechar al máximo el tiempo.