Descripción general
El herpes genital es una infección de trasmisión sexual común. El virus del herpes simple provoca herpes genital. El herpes genital a menudo se propaga por contacto piel con piel durante las relaciones sexuales.
Algunas personas infectadas con el virus pueden presentar síntomas muy leves o ningún síntoma. Sin embargo, igualmente pueden contagiar el virus a otras personas. Otras personas presentan dolor, picazón y llagas alrededor de los genitales, el ano o la boca.
No existe una cura para el herpes genital. Los síntomas suelen volver a aparecer después del primer brote. Los medicamentos pueden aliviar los síntomas. También pueden reducir el riesgo de contagiar a otras personas. Usar preservativos puede ayudar a prevenir el contagio de una infección por herpes genital.
Síntomas
La mayoría de las personas infectadas con el virus del herpes simple no saben que lo tienen, ya que no presentan síntomas o estos son muy leves.
Los síntomas comienzan entre 2 y 12 días después de la exposición al virus. Estos son algunos síntomas posibles:
- Dolor o picazón alrededor de los genitales
- Pequeños bultos o ampollas alrededor de los genitales, el ano o la boca
- Úlceras dolorosas que se forman cuando las ampollas se rompen y exudan o sangran
- Costras que se forman a medida que las úlceras se curan
- Micción dolorosa
- Secreción de la uretra, el conducto que expulsa la orina del cuerpo
- Secreción de la vagina
Durante el primer brote, es probable que también tengas síntomas similares a los de la gripe, como los siguientes:
- Fiebre
- Dolor de cabeza
- Dolores en el cuerpo
- Hinchazón de los ganglios linfáticos de la ingle
Diferencias en la ubicación de los síntomas
Las llagas aparecen en el lugar por donde la infección ingresa al cuerpo. La infección se puede propagar al tocarte una llaga y después frotarte o rascarte otra zona del cuerpo, como los dedos de las manos o los ojos.
Las llagas pueden aparecer en las siguientes partes del cuerpo:
- Glúteos
- Muslos internos
- Recto
- Ano
- Boca
- Uretra
- Vulva
- Vagina
- Cuello del útero
- Pene
- Escroto
Brotes repetitivos
Después del primer brote de herpes genital, suelen volver a aparecer los síntomas (brotes o episodios recurrentes).
La frecuencia con la que suceden los brotes recurrentes varía mucho. Generalmente, presentarás la mayor cantidad de brotes durante el primer año después de la infección. Pueden aparecer menos frecuentemente con el transcurso del tiempo. Los síntomas que presentes durante los brotes recurrentes no suelen durar tanto ni ser tan graves como el primero.
Se pueden notar señales de alerta unas horas o unos días antes de que comience el nuevo brote. Estos síntomas se llaman pródromo. Entre ellos se incluyen los siguientes:
- Dolor en la zona genital
- Hormigueo o dolor intenso en las piernas, caderas o glúteos
Cuándo debes consultar a un médico
Si sospechas que tienes herpes genital, o cualquier otra infección de trasmisión sexual, consulta al proveedor de atención médica.
Causas
El herpes genital lo causan dos tipos de virus del herpes simple. Estas variantes incluyen el virus del herpes simple tipo 2 (HSV-2) y el virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1). Las personas que están infectadas con el virus del herpes simple pueden contagiar el virus incluso si no tienen síntomas visibles.
Virus del herpes simple tipo 2
El virus del herpes simple tipo 2 es la causa más común del herpes genital. Este virus puede estar presente en lo siguiente:
- Ampollas y úlceras, o en el líquido de las úlceras
- Recubrimiento húmedo o líquidos de la boca
- Recubrimiento húmedo o líquidos de la vagina o del recto
Además, el virus pasa de una persona a otra durante la actividad sexual.
HSV-1
El HSV-1 (virus del herpes simple tipo 1) es una variante del virus que causa el herpes labial o las ampollas febriles. Las personas pueden estar expuestas al HSV-1 durante la infancia debido a contacto cercano de piel con piel con otra persona infectada.
Las personas que tienenHSV-1 en los tejidos de la boca pueden trasmitirlo a los genitales de una pareja sexual durante el sexo oral. La infección que se acaba de contraer es una infección de herpes genital.
Los brotes recurrentes de herpes genital que causa el HSV-1 suelen ser menos frecuentes que los que causa el HSV-2.
Ni el HSV-1 ni el HSV-2 sobreviven bien a temperatura ambiente. Por eso, es poco probable que el virus se propague a través de superficies como la llave del grifo o una toalla. Pero besar o compartir vasos y cubiertos puede diseminar el virus.
Factores de riesgo
Un mayor riesgo de contraer herpes genital se asocia a lo siguiente:
- Contacto con genitales a través de sexo oral, vaginal o anal. Tener contacto sexual sin usar un método de barrera aumenta el riesgo de tener herpes genital. Algunos de los métodos de barrera son los preservativos y los protectores similares llamados preservativos bucales que se usan durante el sexo oral. Las mujeres tienen mayor riesgo de contraer herpes genital. El virus se puede propagar con más facilidad de los hombres a las mujeres que de las mujeres a los hombres.
- Tener relaciones sexuales con múltiples parejas. La cantidad de personas con las que tienes sexo es un factor de riesgo importante. El contacto con los genitales durante las relaciones sexuales incrementa el riesgo. La mayoría de las personas con herpes genital ni siquiera saben que lo tienen.
- Tener una pareja que presenta la enfermedad, pero que no toma medicamentos para tratarla. El herpes genital no tiene cura, pero hay medicamentos que pueden ayudar a limitar los brotes.
- Ciertos grupos de la población. Las mujeres, las personas con antecedentes de enfermedades de trasmisión sexual, las personas mayores, las personas de piel negra en los Estados Unidos y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres a quienes se les diagnosticó herpes genital tienen mayor riesgo que el promedio. Las personas de grupos con mayor peligro pueden consultar a un proveedor de atención médica acerca de sus riesgos particulares.
Complicaciones
Las complicaciones asociadas con el herpes genital incluyen las siguientes:
- Otras infecciones de trasmisión sexual. Tener llagas en la zona genital aumenta el riesgo de contraer o contagiar otra infección de trasmisión sexual, como elVIH o el SIDA.
- Infección de recién nacidos. Durante el parto, los bebés pueden infectarse con el virus del herpes simple. Con menos frecuencia, el virus se trasmite durante el embarazo o por contacto estrecho después del parto. Los recién nacidos con virus del herpes simple suelen tener infecciones de los órganos internos o del sistema nervioso. Incluso con tratamiento, estos recién nacidos tienen un alto riesgo de presentar problemas de desarrollo o físicos, y de morir.
- Enfermedad inflamatoria interna. La infección por el virus del herpes simple puede causar hinchazón e inflamación dentro de los órganos que intervienen en las relaciones sexuales y la micción. Entre estos se incluyen el uréter, el recto, la vagina, el cuello del útero y el útero.
- Infección en los dedos de las manos. La infección por el virus del herpes simple se puede extender a los dedos de las manos por medio de una rotura en la piel, lo que causa decoloración, hinchazón y llagas. Estas infecciones se conocen como panadizo herpético.
- Infección ocular. La infección ocular por el virus del herpes simple puede causar dolor, llagas, visión borrosa and ceguera.
- Hinchazón del cerebro. Rara vez, la infección por el virus del herpes simple deriva en la inflamación e hinchazón del cerebro (encefalitis).
- Infección de los órganos internos. Rara vez, el virus del herpes simple en el torrente sanguíneo puede causar infecciones en los órganos internos.
Prevención
La prevención del herpes genital es la misma que la de otras infecciones de trasmisión sexual.
- Ten una pareja sexual estable que se haya sometido a pruebas para detectar una infección de trasmisión sexual y que no esté infectada.
- Usa un preservativo o una barrera bucal durante la actividad sexual. Estos reducen el riesgo de enfermedades, pero no evitan el contacto piel con piel durante las relaciones sexuales.
- No tengas relaciones sexuales cuando una pareja con herpes genital presente síntomas.
Precauciones durante el embarazo
Si estás embarazada y sabes que tienes herpes genital, infórmale al proveedor de atención médica. Si crees que puedes tener herpes genital, pregúntale al proveedor de atención médica si pueden hacerte una prueba para detectarlo.
El proveedor de atención médica puede recomendarte que tomes medicamentos antivirales para el herpes en la última etapa del embarazo. Esto es para intentar prevenir un brote cerca del parto. Si tienes un brote al momento de entrar en trabajo de parto, el proveedor de atención médica puede recomendarte una cesárea. Se trata de un procedimiento quirúrgico para extraer al bebé del útero. Reduce el riesgo de trasmitir el virus al bebé.