Descripción general
Los quistes epidermoides son pequeños bultos inofensivos debajo de la piel. Comúnmente aparecen en la cara, el cuello o el tronco.
Los quistes epidermoides aumentan de tamaño lentamente y, a menudo, son indoloros, por lo que es poco probable que causen problemas o necesiten tratamiento. Puedes elegir que te extirpen un quiste si te molesta, se rompe, te causa dolor o se infecta.
Síntomas
Los signos y síntomas de los quistes epidermoides incluyen los siguientes:
- Un bulto pequeño y redondo debajo de la piel, por lo general en el rostro, el cuello o el tronco
- Una pequeña espinilla negra que tapona la abertura central del quiste
- Una sustancia espesa, olorosa y amarillenta que se filtra del quiste
- Un bulto inflamado o infectado
Cuándo consultar al médico
La mayoría de los quistes epidermoides no causa problemas ni necesita tratamiento. Consulta con un profesional de atención médica si tienes un quiste que:
- Aumenta de tamaño o se multiplica rápidamente
- Se rompe
- Es doloroso o está infectado
- Está en un lugar que siempre se rasguña o golpea
- Te molesta por su apariencia
- Está en un lugar inusual, como en un dedo de la mano o del pie
Causas
La epidermis, que es la superficie de la piel, está compuesta de una delgada capa protectora de células que el cuerpo reemplaza continuamente. La mayoría de los quistes epidermoides se forman cuando estas células se desplazan de manera más profunda hacia el interior de la piel en lugar de desprenderse. A veces, este tipo de quiste se forma debido a la irritación o lesión de la piel o de un folículo capilar.
Las células epidérmicas forman las paredes del quiste y, luego, secretan la proteína queratina hacia el interior. La queratina es una sustancia espesa de color amarillento que puede drenar del quiste.
Factores de riesgo
Cualquier persona puede desarrollar un quiste epidermoide, pero los siguientes factores aumentan las posibilidades:
- Haber pasado la pubertad
- Tener el síndrome de Gardner, una afección hereditaria poco frecuente
- Lastimarse la piel
Complicaciones
Algunas complicaciones posibles de los quistes epidermoides son las siguientes:
- Inflamación. Un quiste epidermoide puede volverse doloroso e hincharse, aunque no esté infectado. Un quiste inflamado es difícil de extirpar. Es probable que el médico postergue la extirpación hasta que la inflamación disminuya.
- Rotura. Un quiste que se rompe puede derivar en una infección similar a un forúnculo que necesita tratamiento inmediato.
- Cáncer de piel. En casos excepcionales, los quistes epidermoides pueden derivar en cáncer de piel.