Diagnóstico
Para diagnosticar la piel seca, es probable que el médico te examine y pregunte acerca de tus antecedentes médicos. Podrías hablar sobre cuándo comenzaste a tener la piel seca, qué factores la mejoran o empeoran, tus hábitos de baño y cómo cuidas de tu piel.
Es posible que tu médico te sugiera que te hagas algunas pruebas para determinar si la causa de tu piel seca es una afección médica, como la tiroides hipoactiva (hipotiroidismo). A menudo, la piel seca es un síntoma de otra afección de la piel, como la dermatitis o la psoriasis.
Tratamiento
La piel seca suele responder bien a las medidas relacionadas con el estilo de vida, como usar cremas humectantes y evitar bañarse y ducharse con agua caliente durante mucho tiempo. Si tienes la piel muy seca, el médico puede recomendarte un producto humectante formulado según tus necesidades.
Si tienes una enfermedad grave de la piel, el médico puede tratarla con cremas o ungüentos de venta con receta médica. Si la piel seca pica, puedes aplicar una loción con hidrocortisona. Si la piel se agrieta, el médico puede recetar vendajes húmedos para ayudar a prevenir la infección.
Estilo de vida y remedios caseros
Las siguientes medidas pueden ayudarte a mantener la piel húmeda y saludable:
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Lávate suavemente la cara al menos dos veces por día. Usa un limpiador suave, sin alcohol y sin espuma, en la cara dos veces por día y después de transpirar. Los productos con ácido esteárico (presente en la manteca de karité) o ácido linoleico (presente en el aceite de argán, entre otros) pueden ayudar a reparar la piel. Si tienes la piel sensible, lávate con un limpiador por la noche y simplemente enjuaga con agua las demás veces.
Mientras la piel está todavía húmeda, aplica cualquier medicamento tópico que estés usando, espera unos minutos (consulta el envase del medicamento para ver los detalles) y luego aplica la crema humectante. Si usas cosméticos, considera elegir aquellos con una base de crema o aceite. Usa una crema humectante que tenga bloqueador solar o un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar de al menos 30, incluso en días nublados. Aplícate abundante cantidad de protector solar y vuelve a aplicarlo cada dos horas, o con más frecuencia si nadas o sudas.
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Hidrata la piel. Aplica la crema humectante varias veces al día, especialmente cuando sientas la piel seca y después de lavarte las manos o bañarte, mientras la piel aún está húmeda. Pregúntale a tu médico acerca de las ventajas y desventajas de los distintos productos para tu tipo de piel y tu afección. Es posible que tengas que probar varios productos antes de encontrar los que te gusten, te ayuden y los que usarás con frecuencia.
Busca ingredientes curativos, como la urea, las ceramidas, los ácidos grasos y el glicerol (también conocido como glicerina), la manteca de karité y la manteca de cacao. Busca productos sin perfume que no provoquen acné (no comedogénicos) y que no contengan sustancias que causen alergias (hipoalergénicos). Evita aquellos que contienen lauril sulfato de sodio, ya que resecan.
Para la cara y el cuello, quizás quieras usar una crema. Elige una que sea fácil de aplicar y que no deje residuos visibles. Si eres propenso al acné, evita usar productos en la cara que contengan vaselina, manteca de cacao o aceite de coco. Si tu piel es muy grasosa, trata de usar un protector solar en lugar de un humectante. Si tienes la piel madura, puedes prevenir la descamación de la piel usando productos que contengan antioxidantes o alfahidroxiácidos. Los humectantes suelen ser la base de las cremas para arrugas, con retinoides, antioxidantes, péptidos y otros ingredientes.
Si la piel no facial es muy seca, quizás quieras usar un humectante más espeso (Eucerin, Cetaphil, entre otros) o un aceite, como el aceite para bebés. El aceite tiende a permanecer más tiempo que las lociones y evita que se evapore el agua de la superficie de la piel. Otra opción es un producto a base de petrolato (Vaseline, Aquaphor, entre otros). Si se siente demasiado grasoso, úsalo únicamente a la hora de acostarte o solo en las pequeñas grietas de la piel. Para las manos muy secas, aplica abundante vaselina al acostarte y ponte calcetines o guantes de algodón.
- Usa agua tibia y limita el tiempo de baño. Las duchas o los baños largos y el agua caliente eliminan los aceites naturales de la piel. Limita el baño a no más de una vez al día y no más de 5 a 10 minutos. Toma baños y duchas con agua tibia, no caliente.
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Usa jabón humectante sin alérgenos. Para lavarte las manos, usa jabón humectante sin fragancia (hipoalergénico). Luego aplica una crema humectante mientras las manos todavía estén húmedas.
En la ducha o el baño, prueba una crema de limpieza sin jabón o gel para ducha, y usa jabón solo en las áreas donde sea necesario, como las axilas y la ingle. Evita el uso de esponjas y piedras pómez. Enjuágate bien y sécate con toquecitos suaves.
- Usa un humidificador. El aire seco y caliente de los interiores puede resecar la piel sensible y empeorar la picazón y la descamación. Un humidificador portátil o uno colocado en la caldera añade humedad al aire dentro de tu hogar.
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Elige telas adecuadas para tu piel. Las fibras naturales, como el algodón, dejan que la piel respire. La lana, aunque es natural, a veces irrita incluso la piel sana.
Para lavar la ropa, usa detergentes sin colorantes ni perfumes, ya que estos pueden irritar la piel. Estos tipos de productos suelen tener la palabra “free” (sin colorantes ni perfumes) junto a sus nombres.
- Alivia la picazón. Si la piel seca provoca picazón, aplica un paño limpio, fresco y húmedo en la zona afectada. También podrías aplicar una crema contra la comezón o un ungüento, que contenga al menos un 1 por ciento de hidrocortisona.
Si estas medidas no alivian los síntomas o si estos empeoran, consulta a tu médico o a un dermatólogo sobre la elaboración de un plan de cuidado de la piel personalizado basado en tu tipo de piel y en cualquier afección de la piel que puedas tener.
Preparación para la consulta
Es probable que comiences por consultar a tu médico de atención primaria. A veces, te pueden derivar directamente a un especialista en enfermedades de la piel (dermatólogo). A continuación, encontrarás información útil para prepararte para la consulta.
Qué puedes hacer
Preparar una lista de preguntas te ayudará a aprovechar al máximo el tiempo con tu médico. En caso de piel seca, algunas preguntas básicas son las siguientes:
- ¿Cuál es la causa más probable de mi piel seca?
- ¿Tengo que hacerme pruebas?
- ¿Es probable que la afección desaparezca por sí sola?
- ¿Qué rutinas para el cuidado de la piel me recomienda?
No dudes en hacer cualquier otra pregunta que tengas.
Qué esperar del médico
Es probable que el médico te haga varias preguntas, como las siguientes:
- ¿Por cuánto tiempo has tenido piel seca?
- ¿Tienes otros síntomas?
- ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
- ¿Existe algo que, al parecer, esté mejorando la piel?
- ¿Existe algo que, al parecer, esté empeorando la piel?
- ¿Qué medicamentos estás tomando?
- ¿Con qué frecuencia te bañas o duchas? ¿Usas agua caliente? ¿Qué jabones y champús usas?
- ¿Usas cremas humectantes? Si es así, ¿cuáles y con qué frecuencia las usas?