Diagnóstico

Un diagnóstico preciso es fundamental. Algunas investigaciones demostraron que la alergia a los fármacos puede estar diagnosticada en exceso y que es posible que haya casos en que los pacientes informaron sobre una alergia a medicamentos pero nunca se confirmó. El diagnóstico incorrecto de alergia a los medicamentos puede llevar al consumo de fármacos menos adecuados y más costosos.

Un profesional de atención médica por lo general hace un examen físico y te hace preguntas. Los detalles sobre el inicio de los síntomas, el tiempo que tomaste los medicamentos y la mejora o el empeoramiento de los síntomas son indicios importantes para ayudar al profesional de atención médica a elaborar el diagnóstico.

Es posible que el profesional de atención médica solicite más pruebas o te remita a un especialista en alergias, llamado alergólogo, para que haga pruebas. Estas pueden incluir lo siguiente.

Prueba cutánea

En una prueba cutánea, el alergólogo o el personal de enfermería administra una pequeña cantidad del medicamento sospechoso en la piel con una aguja diminuta que raspa la piel o con una inyección o un parche. Una reacción positiva a una prueba suele causar una protuberancia roja y elevada con picazón.

El resultado positivo indica que podrías tener alergia al medicamento.

El resultado negativo no es tan claro. En el caso de algunos medicamentos, el resultado negativo suele significar que no eres alérgico al medicamento. En el caso de otros, el resultado negativo no descarta por completo la posibilidad de que exista alergia al medicamento.

Análisis de sangre

Es posible que el profesional de atención médica pida análisis de sangre para descartar otras afecciones que podrían ser la causa de los síntomas.

Aunque existen análisis de sangre para detectar reacciones alérgicas a algunos medicamentos, no se usan con frecuencia debido a la limitada investigación sobre su precisión. Es posible que se usen si existe alguna preocupación de que ocurra una reacción grave a una prueba cutánea.

Resultados de los exámenes de diagnóstico

Después de examinar los síntomas y los resultados de las pruebas, el profesional de atención médica suele llegar a una de las siguientes conclusiones:

  • Tienes alergia al medicamento.
  • No tienes alergia al medicamento.
  • Es posible que tengas alergia al medicamento, con distintos grados de certeza.

Estas conclusiones pueden ayudar cuando sea momento de tomar decisiones sobre futuros tratamientos.

Tratamiento

Los tratamientos frente a una alergia a los medicamentos puede clasificarse en dos estrategias generales:

  • Tratamiento de síntomas actuales de alergia.
  • Tratamiento que puede permitirte tomar un medicamento que causa alergia si es necesario desde el punto de vista médico.

Tratar los síntomas existentes

Para tratar la reacción alérgica a un medicamento, se pueden realizar los siguientes tratamientos:

  • Interrupción del medicamento. Si el profesional de atención médica determina que tienes alergia a un medicamento (o una posible alergia), el primer paso del tratamiento es dejar de tomar el medicamento. Para muchas personas, esta puede ser la única intervención necesaria.
  • Antihistamínicos. Es posible que el profesional de atención médica recete un antihistamínico o recomiende un antihistamínico de venta libre, como la difenhidramina (Benadryl). Un antihistamínico puede bloquear las sustancias químicas del sistema inmunitario que se desencadenan durante una reacción alérgica.
  • Corticoides. Los corticoides administrados en forma de inyección o por vía oral pueden utilizarse para tratar los síntomas asociados a reacciones más graves.
  • Tratamiento de la anafilaxia. La anafilaxia requiere una inyección inmediata de epinefrina. También se necesita atención hospitalaria para mantener la presión arterial y ayudar con la respiración.

Tomar medicamentos que causan alergia

Si tienes una alergia confirmada a un medicamento, es probable que el profesional de atención médica no te recete el medicamento que causa la reacción, a menos que sea necesario. Algunas veces, si el diagnóstico de alergia a un medicamento es incierto o si no existen otros tratamientos, el profesional de atención médica puede recurrir a una de dos estrategias para administrar el medicamento sospechoso.

Con cualquiera de estas estrategias, el profesional de atención médica brinda una supervisión minuciosa. También está disponible la atención médica complementaria, en caso de que ocurra una reacción adversa. Esta clase de tratamiento no suele utilizarse si los medicamentos han causado en el pasado reacciones graves que ponen en riesgo la vida.

Prueba de provocación escalonada

Si el diagnóstico de alergia a un medicamento es incierto y el profesional de atención médica considera que la alergia es improbable, la prueba de provocación gradual puede ser una opción. En este procedimiento, se administran de 2 a 5 dosis del medicamento y se comienza con una dosis pequeña hasta llegar a la dosis deseada, que también se conoce como dosis terapéutica.

Si alcanzas la dosis terapéutica sin que se produzca una reacción, el profesional de atención médica puede recomendar que tomes el medicamento según sus indicaciones.

Desensibilización al medicamento

Si es necesario que tomes un medicamento que ha causado una reacción alérgica, es posible que el profesional de atención médica te recomiende un tratamiento llamado insensibilización al medicamento. En este tratamiento, recibes una dosis muy pequeña y luego dosis cada vez más altas, cada 15 a 30 minutos durante varias horas o días. Si puedes alcanzar la dosis deseada sin reacción, entonces puedes continuar el tratamiento.

Preparación para la consulta

Consulta al profesional de atención médica si tienes síntomas que podrían estar relacionados con algún medicamento que hayas comenzado a tomar recientemente o que tomes con regularidad. Prepárate para contestar las siguientes preguntas. Estos detalles son importantes para ayudar a determinar la causa de los síntomas.

  • ¿Qué síntomas tuviste? No omitas ningún detalle, aunque parezca no estar relacionado.
  • ¿Cuándo comenzaron los síntomas? Sé lo más específico que puedas.
  • ¿Cuánto duraron los síntomas?
  • ¿Qué medicamento nuevo has tomado?
  • ¿Cuándo lo tomaste?
  • ¿Has dejado de tomar el medicamento nuevo?
  • ¿Qué otros medicamentos de venta con receta médica o de venta libre tomas?
  • ¿Qué medicamentos a base de hierbas, vitaminas o suplementos alimenticios tomas?
  • ¿En qué momento del día tomas los otros medicamentos o suplementos?
  • ¿Has aumentado la dosis de algún medicamento o suplemento que tomas habitualmente?
  • ¿Has dejado de tomar tus medicamentos o suplementos habituales?
  • ¿Tomaste algo para tratar los síntomas? En caso afirmativo, ¿cuál fue el efecto?
  • ¿Has tenido una reacción a algún medicamento en el pasado? De ser así, ¿a qué medicamento?
  • ¿Tienes fiebre del heno, alergia alimentaria u otras alergias?
  • ¿Hay antecedentes de alergias a los medicamentos en tu familia?

Es aconsejable que tomes fotos de cualquier afección, como una erupción o hinchazón, para mostrarle al equipo de atención médica. Estas pueden ser de ayuda si los síntomas han disminuido al momento de la cita médica.