Descripción general
El linfoma cutáneo de células T (CTCL) es un tipo de cáncer poco frecuente que comienza en los glóbulos blancos llamados células T (linfocitos T). Estas células normalmente ayudan al sistema inmunitario del cuerpo a luchar contra los gérmenes. En el linfoma cutáneo de células T, las células T desarrollan anomalías que las hacen atacar la piel.
El linfoma cutáneo de células T puede provocar enrojecimiento de la piel similar a una erupción, manchas redondas ligeramente elevadas o escamosas en la piel y, a veces, tumores de la piel.
Existen varios tipos de linfoma cutáneo de células T. El tipo más frecuente es la micosis fungoide. El síndrome de Sezary es un tipo menos frecuente que causa enrojecimiento de la piel en todo el cuerpo. Algunos tipos de linfoma cutáneo de células T, como la micosis fungoide, progresan lentamente y otros son más agresivos.
El tipo de linfoma cutáneo de células T que tengas ayuda a determinar qué opciones de tratamiento son las mejores para ti. Los tratamientos pueden incluir cremas para la piel, fototerapia, radioterapia y medicamentos sistémicos, como la quimioterapia.
El linfoma cutáneo de células T es uno de los tantos tipos de linfoma que se conocen en conjunto como linfomas no Hodgkin.
Síntomas
Los signos y los síntomas del linfoma cutáneo de células T incluyen:
- Manchas redondas de piel que pueden estar elevadas o ser escamosas y pruriginosas.
- Manchas en la piel más claras que la piel que la rodea.
- Protuberancias que se forman en la piel y se pueden abrir.
- Agrandamiento de los ganglios linfáticos
- Pérdida del cabello
- Engrosamiento de la piel de la palma de las manos y de la planta de los pies.
- Piel como erupcionada y enrojecida en todo el cuerpo que causa picazón intensa.
Causas
Se desconoce la causa precisa del linfoma cutáneo de células T.
En general, el cáncer comienza cuando las células desarrollan cambios (mutaciones) en su ADN. El ADN de una célula contiene instrucciones que le indican a la célula qué funciones debe realizar. Las mutaciones del ADN le indican a la célula que crezca y se multiplique rápidamente, creando así muchas células anormales.
En el linfoma cutáneo de células T, las mutaciones causan demasiadas células T anormales que atacan la piel. Las células T forman parte del sistema inmunitario y, normalmente, ayudan al cuerpo a combatir los gérmenes. Los médicos desconocen por qué las células atacan la piel.