Descripción general
La leucemia mielógena crónica, conocida comoCML por sus siglas en inglés, es un tipo poco común de cáncer de la médula ósea. La médula ósea es el tejido esponjoso en el interior de los huesos donde se producen las células sanguíneas. La leucemia mielógena crónica provoca un aumento en el número de glóbulos blancos en la sangre.
Que la leucemia mielógena sea crónica significa que este cáncer tiende a progresar más lentamente que las formas graves de leucemia. El término mielógena se refiere al tipo de células afectadas por este cáncer.
La leucemia mielógena crónica también puede llamarse leucemia mieloide crónica y leucemia granulocítica crónica. Por lo general, afecta a los adultos mayores y, en raras ocasiones, afecta a niños, pero puede aparecer a cualquier edad.
Los avances en el tratamiento han mejorado el pronóstico de las personas que padecen leucemia mielógena crónica. La mayoría de las personas pueden lograr la remisión y vivir durante muchos años después del diagnóstico.
Síntomas
La leucemia mielógena crónica a menudo no provoca síntomas. Se puede detectar en un análisis de sangre.
Cuando ocurren, los síntomas pueden incluir los siguientes:
- Dolor de huesos.
- Sangrado fácil.
- Sensación de saciedad después de comer una pequeña cantidad de comida.
- Cansancio.
- Fiebre.
- Pérdida de peso involuntaria.
- Pérdida del apetito.
- Dolor o sensación de presión debajo de las costillas en el lado izquierdo.
- Sudoración excesiva durante el sueño.
- Visión borrosa debido a sangrado en la parte posterior del ojo.
Cuándo debes consultar con un médico
Si tienes síntomas persistentes que te preocupan, programa una cita médica con el proveedor de atención médica.
Causas
La leucemia mielógena crónica se produce cuando algo provoca cambios en las células de la médula ósea. Se desconoce qué origina este proceso. Sin embargo, los médicos han descubierto cómo progresa hasta convertirse en leucemia mielógena crónica.
Se desarrolla un nuevo cromosoma
Por lo general, las células humanas tienen 23 pares de cromosomas. En ellos, está el ADN que contiene las instrucciones que informan a las células lo que deben hacer. En las personas con leucemia mielógena crónica, los cromosomas de las células sanguíneas intercambian secciones entre sí. Una sección del cromosoma 9 cambia de lugar con una sección del cromosoma 22. Esto crea un cromosoma 22 más corto y un cromosoma 9 más largo de lo normal.
El cromosoma 22 corto se llama cromosoma Filadelfia. Recibe su nombre de la ciudad donde se descubrió. El cromosoma Filadelfia está presente en las células sanguíneas del 90 % de las personas con leucemia mielógena crónica.
El cromosoma Filadelfia crea un nuevo gen
Los genes del cromosoma 9 se combinan con los del cromosoma 22 para crear un nuevo gen llamado BCR-ABL. El gen BCR-ABL les dice a las células sanguíneas que produzcan una cantidad excesiva de una proteína llamada tirosina cinasa. La tirosina cinasa promueve el cáncer al permitir que ciertas células sanguíneas crezcan fuera de control.
El nuevo gen produce la acumulación de demasiadas células sanguíneas enfermas.
Las células sanguíneas comienzan a crecer en la médula ósea. Cuando la médula ósea funciona con normalidad, produce células inmaduras, denominadas células madre sanguíneas, de manera controlada. Estas células maduran y se convierten en glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas que circulan en el cuerpo.
Este proceso no funciona correctamente en las personas que padecen leucemia mielógena crónica. La tirosina cinasa permite que se produzcan demasiados glóbulos blancos. La mayoría o la totalidad de estas células contienen el cromosoma Filadelfia. Los glóbulos blancos afectados por la enfermedad no crecen ni mueren como deberían. Estos se acumulan en grandes cantidades, desplazan las células sanguíneas sanas y dañan la médula ósea.
Factores de riesgo
Entre los factores que aumentan el riesgo de leucemia mielógena crónica, se incluyen los siguientes:
- Edad avanzada. La leucemia mielógena crónica es más común en las personas mayores que en los niños y adolescentes.
- Ser hombre. Los hombres corren un riesgo ligeramente mayor de desarrollar leucemia mielógena crónica que las mujeres.
- Exposición a la radiación. La radioterapia para tratar ciertos tipos de cáncer se ha vinculado con la leucemia mielógena crónica.
No hay manera de prevenir la leucemia mielógena crónica. Si la tienes, no hay nada que hubieras podido hacer para evitarla.
Los antecedentes familiares no son un factor de riesgo
El cambio genético que lleva a la leucemia mielógena crónica no se trasmite de padres a hijos. Se cree que este cambio se desarrolla después del nacimiento.