Diagnóstico
Para diagnosticar el botulismo, el proveedor de atención médica te revisa a fin de comprobar si tienes debilidad muscular o parálisis. Busca síntomas como párpados caídos o voz débil. Te hace preguntas relacionadas con los alimentos que comiste en los últimos días. Intenta averiguar si estuviste expuesto a alguna bacteria a través de una herida.
En casos de posible botulismo infantil, el proveedor de atención médica puede preguntarte si tu hijo consumió miel recientemente, si presenta estreñimiento o si estuvo menos activo de lo habitual.
Los análisis de sangre, de heces o de vómitos que muestren la presencia de la toxina pueden ayudar a confirmar un diagnóstico de botulismo infantil o por trasmisión alimentaria. Sin embargo, los resultados de estas pruebas pueden tardar días, por lo que la evaluación del proveedor de atención médica es la manera principal de diagnosticar botulismo.
Tratamiento
En los casos de botulismo alimentario, los proveedores de atención médica a veces vacían el aparato digestivo al provocar el vómito y administrar medicamentos para ayudar a evacuar el intestino. Si tienes botulismo por herida, es posible que un proveedor de atención médica deba quitar el tejido infectado en una cirugía.
Por lo general, los síntomas relacionados con las inyecciones de toxina botulínica por motivos cosméticos o médicos mejoran a medida que el cuerpo absorbe la toxina.
Antitoxina
Si te diagnostican botulismo alimentario o por herida en forma temprana, la antitoxina inyectada reduce el riesgo de tener complicaciones. La antitoxina se adhiere a la toxina que circula por el torrente sanguíneo y evita que dañe los nervios.
Si bien la antitoxina no puede revertir el daño que ya está hecho, los nervios pueden repararse a sí mismos. Muchas personas se recuperan por completo, pero esto puede llevar meses y, por lo general, implica una terapia de rehabilitación prolongada.
Un tipo diferente de antitoxina, conocida como "inmunoglobulina botulínica", se utiliza para tratar a los bebés.
Antibióticos
Se recomienda el uso de antibióticos para el tratamiento del botulismo por herida. Estos medicamentos no se usan para otros tipos de botulismo debido a que pueden acelerar la liberación de toxinas.
Asistencia respiratoria
Si tienes dificultad para respirar, es probable que necesites un respirador artificial durante varias semanas mientras el organismo combate los efectos de la toxina. El respirador envía aire a los pulmones mediante un tubo que se introduce en las vías respiratorias por la nariz o la boca.
Rehabilitación
A medida que te recuperas, es posible que también necesites terapia para mejorar el habla, la deglución y otras funciones afectadas por el botulismo.
Preparación para la consulta
Puedes comenzar por programar una consulta con tu proveedor de atención médica. O bien, es posible que te deriven de inmediato al hospital para que recibas tratamiento. En el hospital, es posible que consultes a varios proveedores de atención médica, incluidos aquellos que se especializan en neurología (neurólogo) y enfermedades infecciosas.
Lo que puedes hacer
Cuando programes la cita médica, haz una lista de lo siguiente:
- Los síntomas, incluso aquellos que no parezcan relacionados con el motivo de la cita médica
- Información personal clave, lo que incluye las situaciones de estrés importantes, cambios recientes en tu vida y antecedentes médicos familiares
- Todos los medicamentos, las vitaminas u otros suplementos que tomes y las dosis
- Preguntas para hacerle al médico
Si es posible, pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe para que te ayude a recordar la información que recibas.
En el caso del botulismo, algunas preguntas básicas para hacerle al proveedor de atención médica incluyen las siguientes:
- ¿Cómo contraje botulismo?
- ¿Tendré algún problema crónico?
- ¿Qué efectos secundarios podría provocar el tratamiento?
- ¿Debo respetar alguna restricción en la alimentación?
- ¿Cómo puedo evitar que esto vuelva a suceder?
No dudes en hacer otras preguntas.
Qué esperar de tu médico
Es probable que el proveedor de atención médica te haga varias preguntas, como las siguientes:
- ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
- ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
- ¿Tú o tu hijo han comido alimentos envasados en el hogar en los últimos días?
- Si tu bebé se siente enfermo, ¿ha consumido miel?
- ¿Alguien más ha comido ese alimento que se sospecha que te ha hecho sentir enfermo?